Diciembre, enero y febrero son una buena época para viajar, pues suelen aparecer muchas ofertas e ideas de viajes para el invierno. Sobre todo durante los dos primeros meses del año, cuando la Navidad ha quedado atrás y el frío nos tienta a quedarnos en el calor del hogar tomando un plato caliente. Por eso, las opciones de escapadas invernales que te presentamos a continuación son de lo más variadas. ¡Así no tendrás excusa! ¿Cuál de estos destinos españoles escogerías en tu próximo viaje?
Santiago de Compostela, La Coruña
Declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, la ciudad de Santiago de Compostela bien se merece un hueco en estas ideas de viaje para el invierno. Tanto si te desplazas hasta allí en coche como si aprovechas las ofertas en vuelos que suelen aparecer durante los meses más fríos, la capital gallega es un destino diez. La Catedral de Santiago de Compostela, el final del Camino jacobeo, es todo un espectáculo arquitectónico. El resto de la ciudad tampoco defrauda: el monasterio de San Martín Pinario y el de San Francisco, el parque Alameda, la plaza de Platerías…
Además, nada como recobrar fuerzas después de hacer turismo que en los muchos bares y restaurantes de urbe. Sin duda, la gastronomía de Galicia está llena de matices y llenar el estómago con sus excelentes mariscos y una buena tarta de Santiago siempre es un placer.
Potes, Cantabria
Nuestras propuestas invernales también pueden ser gastronómicas. Por ejemplo, una ruta gastronómica por Cantabria es asegurarse un buen resultado. Así, uno de los pueblos que no hay que dejar de visitar es Potes, enmarcado en la comarca de Liébana, conocida por la calidad de sus quesos. Los quesucos de Liébana y el cocido lebaniego son dos imprescindibles para los amantes del buen producto.
Para bajar la comida siempre se puede pasear por las bonitas calles y distintos puentes de Potes, cuyo telón de fondo es el Parque Nacional de los Picos de Europa. Lo que ver en el lugar requerirá de un día, por lo que después se podrían visitar otras localidades con las que completar el viaje como San Vicente de la Barquera, a 55 minutos en coche, o Comillas, a una hora y diez minutos.
Peratallada, Girona
Si no dispones de mucho tiempo, Peratallada es una de las escapadas de invierno que se presentan muy tentadoras. En la provincia de Girona, la localidad es uno de los núcleos de arquitectura medieval con más valor de Cataluña, así como uno de los mejor conservados. Aquellos a los que les fascine la historia de la Edad Media, no pueden perderse este Conjunto Histórico-Artístico.
Peratallada se encuentra en un territorio de dólmenes neolíticos. Cada espacio de la localidad tiene su propio brillo, con importantes monumentos que visitar como el castillo-palacio o la Iglesia de Sant Esteve, entre otros. Como punto a favor, la posibilidad de acudir a las Islas Medas, la costera de Palafrugell o Torroella de Montgrí permite completar el viaje.
Alcántara, Cáceres
Si alguien afirmara que Extremadura es una gran desconocida, no le faltaría razón. Aquel que visita esta comunidad queda maravillado con sus paisajes, su gastronomía y la amabilidad de sus gentes. Es el caso de la espectacular Alcántara, en Cáceres, conocida por la Orden de Alcántara. El Conventual de San Benito, la Iglesia Parroquial de Santa María de Almocóvar y el puente romano de Alcántara son una muestra de lo que te aguarda en la localidad.
Como lo más probable es que la visita suscite la necesidad de conocer más a fondo la comunidad extremeña, puedes aprovechar y descubrir otros pueblos de Extremadura para ver en un día. Quizá por proximidad, también podría ser una excelente opción realizar una ruta por el norte de Extremadura.
Palma de Mallorca, Mallorca
Palma de Mallorca es otro de los destinos que encontrarás más económicos durante los meses en los que dura el invierno. Aunque bien es cierto que en esta época hace mucho frío para bañarse, Palma de Mallorca tiene mucho que ofrecer más allá de sus playas. La Catedral y el Palacio Real de La Almudaina son dos visitas imprescindibles.
Igualmente, es un destino idóneo para los amantes del senderismo, pues encontrarán numerosas rutas en el parque natural de Serra Tramuntana. De esta manera, si viajas hasta Mallorca no pierdas la oportunidad de alquilar un coche y conocer todos los rincones de la isla.
Canarias, cualquier isla es una buena opción
Las Islas Canarias son uno de los viajes de invierno por excelencia. Aunque los billetes a Canarias a veces suben mucho de precio, durante el invierno es posible encontrar bastantes chollos en cuanto a vuelos se refiere. Hay quien podría pensar que gastarse el dinero para ir en invierno no es aprovechar la experiencia al cien por cien, pero todo lo contrario.
Lo mejor de elegir Canarias para viajar en invierno es que allí las temperaturas son agradables durante todo el año. Mientras en la península nadie osa salir sin bufanda a la calle, allí la chaqueta es opcional, con mínimas de 15º, y eso allí es frío.
Otro punto a favor es la masificación turística, muy presente durante los meses estivales y más desahogada durante los últimos y primeros meses del año. Quizá encuentres vuelos más baratos a Tenerife, Gran Canaria o Lanzarote, islas con más frecuencia de vuelos. Como plus, en febrero tienen lugar sus famosos carnavales.
Mirambel, Teruel
Si un escritor como Pío Baroja no pudo evitar enamorarse de Mirambel, lo mínimo que uno puede hacer es visitar este interesante municipio. Aragón siempre es un plan ganador y esta localidad, en Teruel, es una de las razones por las que visitar esta comunidad autónoma. El centro histórico de Mirambel es, sin duda, su mejor baza. Declarado Bien de Interés Cultural, el recinto amurallado conserva el ambiente medieval que a día de hoy maravilla a quienes lo visitan.
Como parte de un hechizo, por la noche las calles de piedra tenuemente iluminadas otorgan una magia especial al conjunto. Cerca se encuentra Cantavieja, dominando la escena del majestuoso maestrazgo turolense.
San Juan de Gaztelugatxe haciendo noche en Bermeo
San Juan de Gaztelugatxe es uno de esos lugares a los que hay que ir al menos una vez en la vida. Su insólita ermita dentro del mar es todo un espectáculo visual. Para visitarla ermita e islote se puede coger un hotel en Bermeo, Vizcaya, y así planear el día sin prisas.
La ermita se encuentra sobre un islote que se une a tierra por medio de un puente de piedra compuesto por la friolera de 231 escalones. Vale la pena el esfuerzo, pues San Juan de Gaztelugatxe cuenta con varios miradores que prometen (y cumplen) unas vistas inmejorables. Por su parte, en Bermeo se puede aprovechar para pasear por el puerto pesquero y disfrutar de su gastronomía en distintas tabernas.
Candeleda, Ávila
Aunque Candeleda pertenece a Ávila, también es el punto en común entre Toledo y Cáceres, por lo que es un destino perfecto vengas de una provincia o de otra. Si la idea es no gastar mucho, con una noche bastará para empaparse de la experiencia de visitar un pueblo con tanto encanto. Las horas pueden pasar acudiendo al Centro de Interpretación del Pimentón de la Vera y llevarse un lote de este producto a casa, imprescindible en cualquier cocina.
Por su localización también existe la posibilidad de pasear por el Parque Natural de la Sierra de Gredos, a lo que se puede dedicar una mañana. Por la tarde, dejarse maravilla con la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, un templo del siglo XV que además está declarado Bien de Interés Cultural.
Torremolinos, Málaga
Huir del frío, como se ha visto antes en alguna de las otras ideas para viajar este invierno, es muy habitual en esta época del año. Uno de estos ejemplos es Torremolinos, municipio muy popular de la Costa del Sol, Málaga. Aunque quizá la sola idea de un baño en sus playas nos deje helados, la brisa del mar y los paseos por la costa siempre son una buena opción. Son muchas las opciones de ocio que puede ofrecerte esta localidad malagueña, con una gran diversidad hoteles en los que alejarse y restaurantes en los que saborear la gastronomía malagueña.
