La muralla divide la estructura urbana y lo que ver en Cáceres en dos zonas. Intramuros quedan las parroquias de Santa María y San Mateo. Mientras tanto, extramuros se sitúan las de Santiago y San Juan.
Esta visita comienza por la “Parte antigua” o “ciudad monumental”. El Barrio Bajo también se conoce como el de “de Santa María”, a causa de la Iglesia Concatedral de Santa María. Edificada en los siglos XV y XVI, sobresale por su campanario de tres cuerpos. En el interior se contemplan tres naves y bóvedas de crucería propias del gusto gótico. Su importante retablo mayor, del siglo XVI, dedicado a la Asunción de la Virgen es una de las grandes obras que ver en Cáceres. En la capilla de los Carvajal hay un célebre Cristo negro del siglo XV.
Ya en el exterior del templo, haciendo esquina, está la escultura de San Pedro Alcántara. Se trata de una obra del artista contemporáneo Enrique Pérez Comendador. Entre los cacereños se ha extendido el bulo de que a quien le toque los pies le sobrevendrá la suerte. De ello proviene el desgaste sufrido por la imagen en menos de un siglo de existencia.
En la misma plaza se encuentra otros importantes edificios que ver en Cáceres. Es el Palacio de Hernando de Ovando (S. XVI), que posee un interesante patio claustrado. El Palacio del Obispado es identificable por su elegante portada con arco de medio punto y doble almohadillado. También reclaman atención las casas nobles de Mayoralgo, Moraga o de los Golfín-Toledo. Otro enclave destacado es el Palacio de los Golfines de Abajo (S. XV). El edificio asoma a la plaza de los Golfines, contigua a la de Santa María, con su espectacular frente plateresco. Este es posiblemente el más bello de la ciudad.
En la inmediata Plaza del Conde de Canilleros está el Palacio de los Toledo. Edificado entre los siglos XIV y XVII, fue promovido por un nieto de la princesa azteca Isabel de Moctezuma. Esta noble indígena se casó con el capitán cacereño Juan Cano Saavedra. El conjunto hoy es sede del Archivo Histórico Provincial. Cerca de la trasera de la iglesia catedralicia está el Palacio de Carvajal, del siglo XV, actualmente Oficina de Turismo. Luce su característico balcón esquinado, escudo y arco de medio punto dovelado. Como curiosidad, es conocido como “casa quemada” por un incendio del siglo XIX. En la calle de las Tiendas se puede disfrutar de la extraordinaria vista de la Torre de Espaderos, una de las construcciones más famosas que ver en Cáceres. El desmoche de sus almenas lo ordenó Isabel I para que sus belicosos propietarios no las emplearan como defensas.
Ya en pleno centro del espacio amurallado, la otra plaza destacada es la de San Jorge. En dicho espació se alza la Iglesia de San Francisco Javier además del anexo Colegio de la Compañía de Jesús. Ambos edificios datan del siglo XVIII y conforman un hermoso conjunto barroco. En la fachada de la iglesia sobresale la imagen del santo jesuita flanqueada por dos esbeltas torres cuadradas con remate piramidal.
A continuación hay que dirigirse al otro Barrio Bajo que ver en Cáceres, el de San Mateo. Su iglesia se levantó en el solar de una antigua mezquita. En la misma plaza tiene su sede el espectacular Palacio de los Golfines de Arriba (SS. XV-XVI), auténtica casa-fortaleza que conserva un bellísimo patio porticado de dos pisos y destaca por la torre del homenaje que centra su fachada. Muy cerca queda el Convento de San Pablo, aún de traza gótica y célebre por la venta de sus dulces artesanales. También, el palacio de las Cigüeñas, cuya airosa torre no fue desmochada porque estaba en construcción y pertenecía a un miembro de su Real Consejo, Diego de Ovando. Por último destaca el Palacio de Las Veletas (S. XV). Sede del Museo de Cáceres, en él se exhiben importantes fondos arqueológicos, de bellas artes y etnográficos.
En las inmediaciones de la Plaza de San Mateo, a través de la calle Condes, está la zona de los adarves. Con este nombre se conocen los caminos de ronda que circundan la muralla en su interior. Adosado a uno de los ellos, en la plaza de Publio Hurtado, se alza la “casa Mirón”, sede del Museo Municipal. En dicho espacio se encuentra documentada la historia de la ciudad, desde la Edad Media hasta hoy. Un buena alternativa para ver en Cáceres.
La comunidad judía estuvo muy presente en la ciudad cacereña, llegando a ocupar dos zonas. Por un lado está la Judería Vieja, dentro de la muralla, y por otro la Judería Nueva, ya extramuros. La primera coincide con el barrio de San Antonio y presenta las características callejas de estrechísimo trazado.
Extramuros se sitúa la Plaza Mayor, presidida por el Ayuntamiento (siglo XIX), junto a la puerta de entrada a la ciudad monumental. Fue lugar de mercado y a ella se asoman la barroca Ermita de la Paz, del siglo XVIII. También la Torre de Bujaco, románica y del siglo XII, que alcanza los 25 metros de altura, siendo uno de los símbolos de la ciudad. Finalmente, en esta zona hay dos barrios nombrados por sendas iglesias parroquiales: las de Santiago y San Juan.