El Maestrazgo turolense es una de las regiones naturales e históricas más interesantes de la provincia aragonesa. Su singular relieve y sus valores culturales han favorecido la creación del Parque Cultural del Maestrazgo. Contiene varios de los monumentos naturales mejor valorados de Teruel.
Esta abrupta región montañosa se extiende a través de las provincias de Teruel y Castellón.
En su vertiente aragonesa, está compuesta por una sucesión de sierras calizas. Sobre éstas la acción erosiva de agua y viento ha configurado un paisaje salvaje y accidentado marcado por la presencia de grandes escarpes, barrancos, cuevas, simas e impresionantes formaciones geológicas. Además, el Maestrazgo alberga cuatro monumentos naturales de gran interés, pues atraen visitantes de toda España.
Las Grutas de Cristal de Molinos, declaradas en 2006, componen una formación kárstica plagada de estalactitas, estalagmitas, columnas geológicas y demás formaciones. Se extienden en varias direcciones adoptando diversas formas a lo largo de dos galerías subterráneas.
El Nacimiento del Río Pitarque fue declarado en 2009. Está formado por una gran surgencia de agua que supone uno de los principales atractivos turísticos del Maestrazgo. Hasta él se llega por medio de un sendero que parte del pueblo de Pitarque.
Uno de los lugares más sobrecogedores del conjunto son los Órganos de Montoro. Se trata de una impresionantes formaciones geológicas verticales de muelas de roca caliza. Están salpicadas por árboles de sabina negra y la carrasca. Fueron declarados Monumento natural en 2010, dando lugar a una de las postales más representativas del relieve del Maestrazgo.
Por último se encuentra el Puente de Fonseca, declarado en 2006. Adopta la forma de un puente natural excavado en la roca por las aguas del río Guadalope ‘el río de los lobos’. Es un paraje natural encajado entre las paredes verticales de La Umbría de la Perona y Minarete.
Vegetación y fauna
La gran variedad de paisajes a la que está sometida el Maestrazgo hace posible la proliferación de diferentes ecosistemas. Van desde los bosques de pinos, sabinas negras, enebros, quejigos o carrascas hasta la aparición de aliagas y erizones, en sus zonas más áridas, y masas de chopos o sauces en las riberas.
Sus bosques están habitados por jabalís, corzos, zorros y cabras montesas. Sus cielos son surcados por rapaces como buitres, halcones, águilas reales y perdiceras u otras aves como ruiseñores y lavanderas.