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El Carnaval de Santa Cruz de Tenerife se ha convertido en uno de las celebraciones más populares de España, conociéndose también en buena parte del mundo
La historia del carnaval de Tenerife es muy antigua y está bien documentada. Al igual que en el caso de los carnavales de Las Palmas de Gran Canaria se tienen datos prácticamente desde la época de la colonización. En los primeros testimonios escritos de la historia del carnaval de Tenerife – fechados en el siglo XVIII – ya se mencionan bailes de máscaras y de comparsas; y en el siglo XIX se tiene noticia de la aparición de la primera rondalla de Santa Cruz de Tenerife: el Orfeón de Santa Cruz. La historia del carnaval e Tenerife tiene una peculiaridad fundamentada en la popularidad y prestigio habían adquirido durante los siglos XVIII y XIX; pues en el siglo XX estos festejos que lograron eludir incluso su prohibición de la celebración de carnavales en España durante los periodos de las dictaduras de los generales Primo de Rivera y de Franco. Junto a los carnavales de Cádiz, de Bielsa y otros pocos lugares muy pequeños, Santa Cruz de Tenerife fue uno de los pocos lugares donde continuaron celebrándose; para ello los organizadores debieron de modificar algo el programa, así como emplear el nombre de “Fiestas de Invierno”.
En la actualidad el carnaval de Tenerife es el segundo más conocido del mundo, sólo por detrás del que se celebra en Río de Janeiro; por ello a su celebración acuden cientos de miles de personas de los cinco continentes. En 1980 el carnaval tinerfeño se convirtió en Fiesta de Interés Turístico Internacional y en el año 2000 la ciudad de Santa Cruz de Tenerife fue designada Capital Mundial del Carnaval.
Se puede decir que tan grandiosa fiesta comienza el miércoles previo al fin de semana de carnaval, ya que tiene lugar la Gala de Elección de la Reina. Sin embargo, la cantidad de festejos y concursos como los de murgas, comparsas, elección de reina infantil y de la tercera edad… hacen que el ambiente carnavalesco invada la ciudad varias semanas antes de que lleguen oficialmente los festejos.
La Gala de Elección de la Reina del Carnaval es un acontecimiento fundamental del carnaval de Tenerife; que se sigue masivamente, retransmitiéndose incluso vía satélite para algunas televisiones de los más apartados lugares del mundo. Se trata de un concurso en el que las candidatas desfilan y un jurado elige a la que será la representante del carnaval durante todo el año, recibiendo un cetro de manos del Alcalde como signo de su triunfo. La vistosidad de la gala del carnaval de Tenerife reside en los majestuosos trajes de las candidatas, denominados “fantasías” y que constituyen todo un espectáculo visual que envuelve a las candidatas, llegando a rondar los 200 kilos de peso.
La siguiente cita del carnaval de Tenerife tiene lugar ese mismo viernes, cuando se realiza la Gran Cabalgata Anunciadora, un inmenso pasacalles al ritmo de las batucadas (en culturas de origen africano se refiere a la música de un conjunto de instrumentos de percusión) en el que participan la Reina, sus damas y un sinfín de grupos y comitivas carnavalescas como las murgas que durante horas recorren las calles de la ciudad con sus carrozas y disfraces. Se trata de la cabalgata que proclama el comienzo oficial del carnaval, y cuando finaliza su recorrido no termina sino que se disgrega y comienza la fiesta en las calles.
La Cabalgata Anunciadora del Carnaval de Tenerife da lugar a todo un fin de semana de fiesta; el sábado es conocido como el Día del Baile. Por toda la ciudad se instalan carpas, escenarios y chiringuitos con actuaciones de música en directo para que el ritmo no decaiga y todo el mundo pueda disfrutar de la fiesta, mientras que el domingo está proclamado el Carnaval de Día, con la finalidad de que los festejos no se conviertan en una excusa para juerguistas nocturnos, sino que familias y gente de todas las edades salga con sus disfraces y se una a la celebración tanto de noche como de día.
El Lunes de Carnaval y el martes continúa la fiesta con los diversos eventos y conciertos que se programan para la ocasión por toda la ciudad, siendo el martes el día que cierra los carnavales de forma oficial con la celebración del Gran Coso Apoteósis, otro colosal pasacalles, esta vez enfocado hacia los turistas de España y del extranjero.
El Miércoles de Ceniza se celebra el tradicional Entierro de la Sardina. Toda la ciudad se viste de luto con sus crespones negros al mismo tiempo que un masivo cortejo fúnebre, integrado por personas disfrazadas de viuda, monjas, obispos, papas… acompañan llorando a la enorme sardina en un acto que constituye el cierre definitivo de la fiesta.
Con el entierro de la sardina se dan por finalizados los festejos del carnaval de Tenerife y toca volver a la normalidad. Sin embargo, para muchos tinerfeños se hace corto, por lo que ese mismo fin de semana el carnaval da sus últimos coletazos; es la celebración del Sábado y Domingo “de Piñata”. Durante este fin de semana vuelven a sucederse los conciertos y actuaciones por toda la ciudad, celebrándose de nuevo el Carnaval de día e incluso exhibiciones como la de coches antiguos. La noche del domingo tiene lugar el cierre, esta vez totalmente definitivo, de una de las mayores fiestas de nuestro país, realizado mediante la quema de un enorme castillo pirotécnico que asciende en la noche, llevándose con él a Don Carnal, que no regresará hasta el año siguiente.
