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Más allá del Camino de Santiago: otros peregrinajes en España

Peregrinajes en España, Más allá del Camino de Santiago: otros peregrinajes en España

Los peregrinajes en España, dentro del mundo cristiano y más concretamente dentro de la Iglesia Católica, vivieron su época de esplendor en la Edad Media, pero en la actualidad siguen gozando de gran importancia y popularidad. Se ha añadido, además, un enorme peso turístico. El ejemplo más evidente de todo esto es el Camino de Santiago, que en época pre-pandémica hizo llegar a la ciudad compostelana a más de 300.000 peregrinos en un año. Este es sin duda el más conocido, pero no es el único del que puede disfrutarse en la geografía española. Muchos otros peregrinajes conducen por senderos largos, reflexivos y bonitos, caminos que pueden resultar interesantes de explorar tanto para devotos como para aquellos que deseen vivir esa vida peregrina alejada de la rutina y próxima a la naturaleza.

Santo Toribio de Liébana, los peregrinos de la Cruz

Monasterio de Santo Toribio de Liébana
Monasterio de Santo Toribio de Liébana. | Shutterstock

La afluencia de peregrinos a este lugar está registrada desde la Edad Media. En el monasterio al que se dirigen estos descansan los restos de Santo Toribio, que nació en el siglo V en Astorga. Decidió vender todas sus posesiones y marchar a Jerusalén, donde fue nombrado sacristán mayor de la iglesia del Santo Sepulcro. De allí regresó, aunque los detalles de cómo lo hizo no han trascendido, con varias reliquias, entre las que destaca el Lignum Crucis, uno de los trozos de la cruz en la que falleció Jesucristo. Por eso a quienes se dirigen al monasterio de Santo Toribio de Liébana se les conoce como peregrinos de la Cruz o crucenos.

El monasterio estaba compuesto de construcciones sencillas de estilo prerrománico. Durante los siglos X y XII se expandió, hasta que en el año 1256 se construyó la actual iglesia. Existen cuatro vías principales de peregrinación al monasterio, señalizadas recientemente como rutas de pequeño recorrido dentro de la red de senderos de Liébana. El documento acreditativo que certifica la peregrinación es conocido como La Lebaniega.

Caravaca de la Cruz, Ciudad Santa

Panorámica de Caravaca de la Cruz
Panorámica de Caravaca de la Cruz. | Shutterstock

El Camino de la Cruz es un antiguo itinerario de 900 kilómetros que enlaza el Camino de Santiago a la altura de Roncesvalles con el Santuario de la Vera Cruz, en Murcia, a través de senderos completamente señalizados. Esto ilustra bien la importancia de este templo que se encuentra en una ciudad que el Papa Juan Pablo II reconoció como Ciudad Santa. Fue la quinta en el mundo en obtener el jubileo perpetuo.

Además de ese Camino de la Cruz, el Camino de Levante une Orihuela con Caravaca de la Cruz a través de cinco etapas de entre 20 y 25 kilómetros cada uno. Es un camino transitado y apreciado que tiene como destino final este núcleo de población ubicado entre Murcia y Granada. En él se encuentra el mencionado Santuario de la Vera Cruz, donde, se dice, dos ángeles depositaron parte del también aludido Lignum Crucis. Hoy se conserva una de las astillas de la cruz donde se crucificó a Jesucristo.

Ruta Teresiana, por la meseta castellana

En el Monasterio de la Anunciación de Nuestra Señora de Carmelitas Descalzas de Alba de Tormes descansa el sepulcro de Santa Teresa
En el Monasterio de la Anunciación de Nuestra Señora de Carmelitas Descalzas de Alba de Tormes descansa el sepulcro de Santa Teresa. | Shutterstock

Santa Teresa de Jesús nació en Ávila y allí pasó la mayor parte de su vida. Murió en Alba de Tormes, donde fundó su octavo convento, en 1571, y donde finalmente se retiró, enferma, en otoño de 1582. La Ruta Teresiana une el lugar de nacimiento y el sepulcro de Santa Teresa, recorriendo de esta manera la provincia de Ávila y parte de la provincia de Salamanca, pasando por lugares importantes en su vida y obra.

Es una ruta distribuida en un total de cinco etapas que puede hacerse a pie, en bicicleta, a caballo o en carro. El Camino del Sur recorre 107 kilómetros mientras que si el peregrino escoge el Camino del Norte recorrerá 117 kilómetros. La Andariega es la acreditación que certifica el viaje.

Camino Real de Guadalupe, la Virgen de la Hispanidad

El Real Monasterio de Nuestra Señora de Guadalupe y el núcldeo de población que se formó alrededor
El Real Monasterio de Nuestra Señora de Guadalupe y el núcldeo de población que se formó alrededor. | Shutterstock

Fue en 1928 cuando la Virgen de Guadalupe recibió el título de Reina de las Españas o de la Hispanidad. Cinco años más tarde, en 1933, el Real Monasterio de Nuestra Señora de Guadalupe fue declarado Patrimonio de la Humanidad. Este edificio religioso es una mezcla de estilos (gótico, mudéjar, renacentista, barroco y neoclásico) que ya obsesionó a los Reyes Católicos. La reina viajó dieciséis veces hasta Guadalupe, muchas de ellas siguiendo este camino. Fue, durante mucho tiempo, el camino de peregrinación más popular de la geografía española.

Hoy en día, la peregrinación tiene dos puntos de origen principales: Madrid y Toledo. Desde Madrid, un total de 257 kilómetros separan al peregrino del templo sagrado. Completadas todas las etapas, el documento que acreditará el viaje será la Guadalupense, entregada por parte de la comunidad Franciscana.

Camino Ignaciano, siguiendo los pasos de un caballero

Santuario de Loyola
Santuario de Loyola. | Shutterstock

Ignacio de Loyola nació en el año 1522 en Azpeitia, Gipuzkoa. Fue caballero al servicio de los Reyes Católicos y del Emperador Carlos I de España y V de Alemania. En un momento determinado, una fractura en la pierna le dejó convaleciente y, falto de novelas de caballeros, comenzó a leer la vida de Cristo y de los Santos. Entonces inició, por el sentimiento reconfortante que encontró en esta experiencia, una auténtica conversión hacia el cristianismo, tomando la decisión de partir hacia Jerusalén como peregrino. Ignacio de Loyola, tras esta experiencia, fundó la Compañía de Jesús, más popularmente conocidos como los Jesuitas.

El Camino Ignaciano sigue los pasos que le llevaron desde la puerta de su casa hasta la Cova de Sant Ignasi, en Manresa, desde donde inició los trámites hacia Tierra Santa. Este viaje atraviesa cinco comunidades autónomas (Euskadi, Navarra, La Rioja, Aragón y Cataluña) a lo largo de 27 etapas que cubren un total de 700 kilómetros. Suelen hacerse en unos treinta días pero, como en todas las peregrinaciones, el propio peregrino puede escoger su ritmo. Este camino se ha trazado a partir de las anotaciones personales del santo.

Ruta Mariana, templos sagrados entre Pirineos

La basílica de Nuestra Señora del Pilar, en Zaragoza
La basílica de Nuestra Señora del Pilar, en Zaragoza. | Shutterstock

Es sin duda una de las rutas más interesantes que uno puede tomar como peregrino, pero la orografía de los Pirineos, donde se asienta el viaje, pone una nota extra de dificultad, ya sea en la modalidad en bicicleta o a pie. Por ello, hoy en día está fundamentalmente indicada para hacerla en coche, moto o bus. Lo importante de esta Ruta Mariana es que une cinco importantes santuarios situados entre España, Francia y Andorra.

Los lugares que se propone recorrer son, por este orden, Torreciudad, Lourdes, Meritxell, Montserrat y El Pilar, en Zaragoza. Cientos de kilómetros separan unos rincones de otros, por lo que muchas personas optan por tomar alguna de estas etapas para tratar de realizarla combinando en la medida de lo posible vehículo y sendero a pie.