Todo lo que ver en Montserrat conforma una visita fascinante. La Basílica hubo de ser rehecha en buena medida tras la Guerra de la Independencia. Por otra parte, aún mantiene elementos primitivos de su fábrica del siglo XVI. Está adaptada a las complejas características orográficas del escarpado lugar en que se enclava
En su atrio del XVIII destaca el trabajo escultórico realizado por el artista Josep Clarà, quien representó a San Juan Bautista y San José. Esta iglesia que ver en Montserrat, de una nave, aún ofrece rasgos de transición del gótico al renacimiento.
La parte principal es el camarín, al que se llega mediante una monumental escalera. Se construyó entre 1867 y 1884 siguiendo una planta circular y un estilo historicista medievalizante. Allí está la imagen de la Patrona. Se conoce popularmente como “La Moreneta” debido a su color negruzco (por el deterioro y el paso del tiempo). La escultura es una sobresaliente pieza de estilo románico datada a finales del siglo XII.
Entre las dependencias monásticas que ver en Montserrat que siguen en uso están la Sala Capitular, el gran Refectorio (s. XVII), reinterpretado por el arquitecto Puig i Cadafalch en 1925, y el original claustro hecho en estilo neorrománico en esas fechas. En la Biblioteca se custodia el célebre Libro Vermell (ss. XIV-XV) además de un rico fondo en que destacan los cuatrocientos incunables.
En el conjunto que ver en Montserrat se encuentra un destacado Museo con una sección dedicada a la iconografía de la Virgen de Montserra. También objetos bíblicos traídos de Tierra Santa y una obra del pintor italiano Caravaggio. Por otro lado, obras de impresionistas y postimpresionistas franceses (Degas, Monet o Pisarro). Y por último, pintura catalana de los siglos XIX y XX (Rusiñol, Casas, Picasso, Dalí) y no catalanes como Regoyos etc…
El Parque Natural de Montserrat (el nombre proviene de “montaña aserrada”) posee un gran interés geológico, botánico y faunístico que ver en Montserrat. Su brusco y rocoso aspecto convive con extensos bosques de encinas, pinos, tilos o tejos. Están poblados además por jabalíes, lobos, águilas, corzos, salamandras y ardillas. Entre las cumbres de mediana dificultad que ver en Montserrat destaca Gorro Frigi (1152 m). Desde ella se observa la abadía enmarcada por su grandioso entorno.
Así mismo, la montaña contiene hasta quince ermitas. Son de interés las de Sant Benet, Sant Jaume, Sant Onofre y Santa Ana. Todas ellas sufrieron graves daños durante la ocupación napoleónica. Además, a apenas unos kilómetros del gran santuario, se halla el Monasterio de Santa Cecilia (s. X). Se trata de una de las joyas del primer románico catalán que ver en Montserrat. Desde el siglo XVI, pasó a depender de la abadía benedictina de Montserrat.
Aparte es conveniente pasear por las calles de Monistrol de Montserrat, donde destaca el Palau Prioral, una magnífica construcción que ver en Montserrat (s. XIV). Sobresale su claustro gótico. De la misma época es el Puente de los Peregrinos, también hecho por iniciativa de la abadía de Montserrat y que sorprende por sus dimensiones.
El aire antiguo de la localidad se mantiene en la vecina calle de San Juan. Aquí aún se puede ver un arco-pasadizo con ventana gótica en la parte superior y muy cerca, la Plaza del Bo-Bo. Fue epicentro del mercado en tiempos medievales y resalta por sus hermosas portaladas.
Por último, cabe señalar que al tiempo que se alzaba la basílica de Montserrat se construyó la Iglesia Parroquial de San Pedro. Es una iglesia renacentista que ocupa el solar de una anterior. Y precisamente hacia la poderosa abadía llevaba el antiguo paso cubierto de los Espilons, también de origen medieval.
En conclusión, esto es lo principal que ver en Montserrat.