El Valle de Ordesa es un lugar tan fantástico como espectacular para realizar una escapadita rural. Con los Pirineos de fondo, ha demostrado ser todo un paraíso norteño tanto para aquellos que buscan la tranquilidad de las montañas como para los que quieren explorar cada rincón de España. Por eso es importante conocer los lugares más emblemáticos y las mejores rutas senderistas para exprimir al máximo una escapada al norte de Aragón.
Conociendo a fondo el Valle de Ordesa
El Valle de Ordesa es un increíble paraje ubicado en el Parque Natural de Ordesa y Monte Perdido, en Aragón. Ubicado en la provincia de Huesca, está formado por diferentes valles y barrancos, aunque el principal es un valle glaciar que está dominado por la presencia del río Arazas.
Los límites del Valle de Ordesa se extienden hasta el norte de la península, haciendo frontera con Francia, en el sur con la Sierra Custodia-Acuta y en el oeste con el Valle del Ara. Dirección al este colinda con el Parque Natural Posets Maladeta, muy próximo al Pico Aneto.
Cuenta con altiplanicies y picos de más de 3000 metros de altura, de las que destacan en la cresta norte el Monte Perdido, con 3355 metros, y Gabietos, con 3034 metros. Siempre de fondo, logran que el Valle de Ordesa ofrezca un paisaje ideal para desconectar de la rutina y la urbanidad. Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, el fondo del valle fue declarado Parque Nacional en el año 1918. De esta forma quedaban protegidas 2.066 hectáreas en el Sobrarbe aragonés.
El parque se amplió en 1981 para extender las hectáreas, hasta un total de 15.608. Así cubrió lugares tan emblemáticos como la garganta de Escuaín, el cañón de Añisclo y todo el macizo de Monte Perdido. A pesar de ello, el Valle de Ordesa sigue siendo la principal atracción turística, ideal para hacer una escapada en otoño.
Rutas senderistas del Valle de Ordesa
A través del corazón del Valle de Ordesa se encuentran diferentes senderos e itinerarios que permiten descubrir lugares tan encantadores como curiosos. En especial, hay dos rutas de gran popularidad que son las más adecuadas para una primera visita.
Ruta de la Cola de Caballo
Una de las más clásicas, esta ruta lleva directamente a uno de los atractivos más espectaculares del Valle de Ordesa: la cascada de la Cola de Caballo. Se atraviesan bosques, prados y ríos, disfrutando de la belleza de este rincón aragonés. El itinerario tiene unas dos horas de duración, un poco menos de vuelta, y los caminantes se cruzan con el río Arazas, las gradas de Soaso y la cascada de Arripas. Es ideal para toda la familia debido a su reducida dificultad.
Ruta de Torla a la Pradera de Ordesa por Turieto Bajo
Se aprovecha el viejo camino que une Torla y Ordesa, con un recorrido muy sencillo que permite contemplar todos los posibles paisajes que se encuentran en el Valle de Ordesa. Se avanza tanto por camino como por pista forestal. Tiene una duración similar a la ruta anterior. Por este camino se puede disfrutar de hitos como el Puente de la Ereta, el Puente de los Navarros, la Cascada de Molinieto y el monumento a Lucien Briet, un escritor, fotógrafo y pirineista francés.
¿Qué se puede ver en el Valle de Ordesa y cercanías?
Además de una flora y fauna maravillosa, hay algunos puntos geográficos en el Valle de Ordesa en los que merece la pena detenerse.
Cascada del Estrecho
Se trata de una de las cascadas más espectaculares de las que se puede disfrutar. El agua se desliza entre varias paredes encañonadas para aterrizar en un calmado riachuelo. Tanto las vistas como el rugido que produce acompañan durante todo el camino de vuelta.
Cascada de La Cola de Caballo
El nombre viene que ni pintado debido a la forma en que el agua cae por esta cascada. Cola de Caballo es espectacular gracias a su entorno, siendo uno de los principales alicientes de una de las rutas más clásicas del Valle de Ordesa.
Gradas de Soaso
Ubicadas en un lugar muy agradable, se trata de un conjunto de pequeñas cascadas a diferentes alturas que se asimilan a un conjunto de gradas. Esta sucesión acompaña al río durante un largo tramo, con diferentes miradores para disfrutar del espectáculo.
Bosque de las Hayas
Uno de los muchos bosques de España con una gran familia de hayas, en otoño toma un color rojizo y marrón asombroso. Esto es debido a que es un árbol de hoja caduca, mudando sus copas para ofrecer un paraje tan bucólico como pintoresco.
Cañón de Añisclo
Un recorrido espectacular repleto de flora, fauna y cascadas. El río que discurre por su interior, el Bellos, demuestra cómo la erosión del agua es capaz de formar uno de los paisajes más increíbles del norte peninsular.
Garganta de Escuaín
Uno de los valles más desconocidos dentro del Parque Natural, la Garganta de Escuaín se formó en un terreno calizo que ha sido agujereado por la erosión del agua. Esto ha provocado una formación similar a una esponja, con simas y sumideros muy bonitos. También se pueden observar ejemplares de aves, como el quebrantahuesos.
El Tozal del Mallo
Espectacular risco que se alza 300 metros en vertical de tal forma que no puede observarse la punta sin abrir la boca. Se ubica al inicio de una de las paredes del Valle de Ordesa. Además, su cara sur es reconocida como una de las mecas de la escalada en España.
Cascada Cotatuero
El agua es uno de los protagonistas principales en este lugar, no sólo por haberlo creado, sino por las cascadas que se encuentran. Quizá la más impresionante de ellas es la de Cotatuero, con unos 222 metros de altura.
Torla
Ubicado en la entrada al Valle de Ordesa, es una parada obligatoria para empezar a disfrutar de una ruta de pueblos del Pirineo aragonés. Cuenta con una preciosa arquitectura medieval, además del Museo Etnológico y el Centro de visitantes del Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido.
