fbpx

Tres rutas para conocer Peñalara: escapar de Madrid en Madrid

Rutas Peñalara

Parece mentira, pero muy cerca de la ciudad aún quedan espacios donde respirar un aire un poco más limpio. En el noroeste de la comunidad madrileña vigila desde las alturas la sierra de Guadarrama, cuyo vértice más alto es el de Peñalara. Esta cumbre pertenece, a su vez, al Parque Natural de Peñalara. Además de la cima ya citada, el parque natural, declarado como tal desde 1990, alberga otros cinco picos: el risco de los Pájaros, el risco de los Claveles, la Hermana Mayor, la Hermana Menor y la Peña de los Quesos. Pero en este artículo la información se acotará a las tres rutas más famosas en torno al pico de Peñalara, tres formas diferentes de conocer un entorno natural de gran riqueza. Un destino perfecto para escapar de Madrid en Madrid.

Vistas de Peñalara
Vistas del macizo de Peñalara nevado. | Shutterstock

Tres rutas de Peñalara, un mismo inicio

Vale. Lo primero de todo. ¿Cómo llegar aquí? ¿Dónde iniciar la ruta? ¿Cuál de todos los caminos es el mejor? Paso a paso. Las tres rutas más célebres de este mítico parque parten todas del mismo sitio: el puerto de Cotos. Aquí hay un amplio aparcamiento donde poder dejar el coche. También está muy cerca la estación de Renfe de Cotos, a la cuál se puede llegar, con paciencia y temple, desde el centro de la capital. Eso sí, si se va en coche mejor llegar pronto porque el parking se llena enseguida.

Frente al aparcamiento se sitúa, bien visible, el Centro de Visitantes de Peñalara. Cualquier pregunta que pueda surgir antes de iniciar la senda se puede resolver aquí sin problemas. Algunas de las más frecuentes son las que siguen. ¿Se pueden llevar perros? Sí, pero deben ir atados, ya que se trata de un espacio protegido. ¿Se puede acampar en la zona? Rotundamente no. ¿Se puede dormir al raso en el parque? Sí, pero con restricciones: ni en el pico, ni en las lagunas y solo a partir de determinada altura. Como la normativa cambia constantemente, si se va a pernoctar en la zona lo mejor es preguntar.

También te puede interesar  10 cosas normales en Madrid que en otros lugares no lo son

La laguna Grande, la ruta más fácil

Laguna Grande
La laguna Grande de Peñalara cubierta de nieve. | Shutterstock

Con todo ya claro, el sendero empieza. El camino más fácil, corto y familiar para hacer en la zona es el que desemboca en la laguna Grande. Se trata de un sendero de unos tres kilómetros, sin contar la vuelta. El camino no tiene pérdida, entre otras cosas porque está muy bien señalizado. En los primeros metros aguarda una pequeña subida, la única de la ruta. Tras atravesar un frondoso bosque de pinos silvestres y dejar atrás la fuente Cubeiro, se abre paso el conocido como mirador de la Gitana.

Después, un sendero ancho continúa hacia la derecha, bordeando la peña de los Quesos. Al final de este tramo hay dos opciones. Se puede o bien continuar el camino hasta los pies de la laguna Grande, o bien aventurarse a la laguna de los Pájaros, un camino mucho más largo. En esta ocasión, se optará por la primera alternativa. Tan solo hay que caminar unos 500 metros más hasta llegar a la laguna por una pasarela de madera.

La laguna Grande de Peñalara se sitúa en un circo glaciar a 2017 metros de altitud. Rodeada por las montañas de Peñalara, su pico más alto incluido, la meta del camino presenta un aspecto espectacular. De las lagunas glaciares que se reparten a lo largo del parque, esta es la más transitada. La vuelta puede hacerse por el mismo sitio por donde se ha venido o por otro camino que engarza con el principio, convirtiéndose así en una ruta circular.

La laguna de los Pájaros

Laguna de los Pájaros
Laguna de los Pájaros de Peñalara. | Shutterstock

El ascenso a la laguna de los Pájaros es, en realidad, una prolongación de la ruta de la laguna Grande. Por eso, a estas rutas se las suele condensar con el nombre de ruta de las lagunas de Peñalara. Pero, ojo, que el camino a los Pájaros es mucho más largo y la dificultad también aumenta. En este caso se alcanzan los 11 kilómetros entre la ida y la vuelta, siempre partiendo desde Cotos. Pero es posible que el desnivel acumulado de 540 metros haga que parezca más. Entre 5 y 6 horas de paseo aguardan.

También te puede interesar  El monasterio más pequeño del mundo

Volviendo al punto en el que el camino se bifurcaba en la ruta a la laguna Grande, en este caso se escogerá la dirección que señala hacia la laguna de los Pájaros. Comienza entonces una dura subida de 400 metros, quizás la parte más difícil del día. Este ascenso culmina en el mirador de Javier. Después, el camino sigue entre más lagunas glaciares, hoyas e inmensas praderas alpinas. Entre medias no es raro que se cruce alguna imponente cabra montesa.

Cabras montesas en Peñalara
Dos cabras montesas que se pelean en Peñalara. Esta imagen no es rara de ver. | Shutterstock

La culminación del sendero llega con la laguna de los Pájaros a 2170 metros de altitud. En los meses de verano, sus aguas nunca llegan a desaparecer. En los meses de invierno, permanece congelada. Debido a ello, sus únicos habitantes ocasionales son los anfibios y las aves. Para volver, sencillamente hay que desandar lo andado hasta llegar a la intersección que lleva a la laguna Grande. Allí se engarza de nuevo con el camino opuesto al que discurría por Peña de los Quesos. Vamos, que se vuelve igual que si se regresara de la laguna Grande.

El ascenso al pico de Peñalara

La ruta al pico de Peñalara sigue un itinerario diferente al de las dos anteriores. Sin embargo, el punto de partida es el mismo. En este caso el sendero consta de 10 kilómetros entre la ida y la vuelta, que acumulan casi 600 metros de desnivel. La dificultad para hacerlo es moderada, quizá un poco mayor que en el caso de la laguna de los Pájaros.

Pico de Peñalara
Pico de Peñalara. | Shutterstock

La única parte del ascenso que es común con la ruta de las lagunas es la primera. Después, a partir del Mirador de la Gitana, el camino es totalmente diferente. En esta ocasión se toma el camino de la izquierda, dejando a la derecha el mirador. Llega un momento en el que los pinos desaparecen para dejar paso a la vegetación más propia de la alta montaña. Poco después, el camino lleva al excursionista hacia su parte más difícil, conocida como las zetas de la Hermana Menor. Consisten en un zigzag de ascensión que se extiende dos horas. Eso sí, el entorno lo hace más fácil.

También te puede interesar  Las mejores joyas naturales de Galicia

Una vez superado este tramo, aguarda ya la cima. Un monolito de granito confirma la hazaña. El viajero ha llegado al pico de Peñalara, el más alto de la sierra de la Comunidad de Madrid y de Segovia, a 2428 metros de altitud. Desde allí, la vista alcanza pueblos colindantes, lagunas, montañas, la sierra de Gredos, el embalse de Pinilla… Ahora queda la vuelta, más corta y fácil debido al descenso. Eso sí, primero a reponer fuerzas y a disfrutar un poco de la victoria.