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Once escapadas rurales auténticas a menos de dos horas de Madrid

Pedraza de la Sierra escapadas rurales menos dos horas madrid

Cuando llega el frío uno de los mejores planes que hay es acurrucarse envuelto en una manta frente a una buena hoguera. Este plan basado en chimeneas tiene en las casas rurales su mejor aliado. Además, tales viajes sirven para desconectar de la ciudad y disfrutar de la tranquilidad y el silencio, una necesidad mayor si la urbe en cuestión es la capital de España. Por eso te ofrecemos once escapadas rurales auténticas a menos de dos horas de Madrid. Estupendas opciones para un fin de semana entre sierras, bosques y agro.

El Olivar (Guadalajara)

Iglesia de El Olivar
Iglesia de El Olivar. | Wikimedia

La parte de la Alcarria en que se sitúa El Olivar destaca por su producción aceitera. Precisamente de ahí viene su nombre. Pese a ello, este típico pueblo alcarreño tiene en su arquitectura local uno de sus mayores fuertes. Para conseguirlo las reformas de sus casas han seguido un mismo patrón que ha conseguido hacer de la localidad una de las más bonitas de la zona.

Muy cerca cuenta con el pantano de Entrepeñas, uno de los principales de la provincia de Guadalajara junto al de Buendía. En cuanto a poblaciones para visitar, Sacedón se encuentra asociada al primero de los embalses antes mencionados. Al norte, por su parte, queda Brihuega. Sin embargo, es posible pasar un fin de semana entero paseando por los alrededores y disfrutando de la gastronomía local.

Hay 105 kilómetros desde Madrid hasta El Olivar, una hora y media de viaje.

Patones de Arriba (Madrid)

Patones de Arriba
Patones de Arriba, una de las escapadas rurales auténticas a menos de dos horas de Madrid.

Uno de los pueblos estrella de Madrid es Patones de Arriba. Su situación en una zona serrana provocó que viviera bastante aislada durante siglos. Esto ha permitido que su arquitectura negra perviva hasta la actualidad. Un aire medieval y antiguo que combina especialmente con las dos últimas estaciones del año. A este respecto, en invierno es probable que nieve, por lo que se debe estar atento para evitar quedarse atrapado. A tiro de piedra se encuentran otras localidades con un gran sabor rural, como Buitrago de Lozoya o Torrelaguna. Ambas son un gran complemento a la tranquilidad y paseos patoneros.

Hay 70 kilómetros desde Madrid hasta Patones de Arriba , una hora de viaje.

Maderuelo (Segovia)

Maderuelo
Maderuelo. | Wikimedia

Siguiendo la A-1 y tras un desvío de apenas 20 kilómetros se llega a Maderuelo. Una escapada rural auténtica a menos de dos horas de Madrid que permite conocer las Hoces del río Riaza. Este lugar permite observar aves tan interesantes como el buitre leonado. Por su parte, el anexo embalse de Linares del Arroyo aporta planes de aventura en verano y bonitas rutas en épocas más frías. Además, el propio Maderuelo tiene un gran atractivo, sus murallas. Tal hito contribuye al ambiente medieval y auténtico del lugar. Diversas ermitas e iglesias, algunas de estilo románico, aderezan las viviendas en madera y piedra.

Hay 142 kilómetros desde Madrid hasta Maderuelo, una hora y 45 minutos de viaje.

Campillo de Ranas (Guadalajara)

Campillo de Ranas, uno de los pueblos negros
Campillo de Ranas, uno de los pueblos negros. | Shutterstock

De vuelta a Guadalajara toca ir a la Serranía, concretamente al municipio de Campillo de Ranas. Se trata de uno de los ejes centrales de la conocida ruta por los pueblos negros. Ya sea con el ocre del otoño o el habitual blanco del invierno, la localidad sirve como una gran base para conocer la zona. Tras degustar los asados y licores locales, se puede visitar Majaelrayo o Valverde de los Arroyos.

En el plano natural, el hayedo de Tejera Negra es siempre una opción recomendable. Además cerca hay cascadas tan espectaculares como la del Aljibe. Por otro lado, el ascenso al pico Ocejón es uno de los favoritos de los alcarreños. Una alternativa perfecta a no ser que esté nevado. En todo caso, con informarse del tiempo unos días antes suele valer.

Hay 123 kilómetros desde Madrid hasta Campillo de Ranas, una hora y 45 minutos de viaje.

Rascafría (Madrid)

Monasterio de El Paular en Rascafría
Monasterio de El Paular en Rascafría. | Shutterstock

El valle del Lozoya acoge a Rascafría. Peñalara y la Sierra de Guadarrama ponen fondo a esta localidad madrileña. Las montañas ofrecen múltiples posibilidades de turismo activo. Así, es posible realizar rutas a pie o caballo, así como practicar deportes de invierno en Valdesquí en la temporada correspondiente. Por otro lado, el Bosque de Finlandia y el Arboreto Ginés de los Ríos son también sobresalientes. El primero contiene especies escandinavas y el segundo árboles de los distintos continentes.

Asimismo, en el ámbito cultural la arquitectura local es un buen ejemplo del estilo serrano madrileño. Sin embargo, el Monasterio de El Paular y su cercano puente del Perdón son las grandes estrellas. El cenobio tuvo un origen cartujo en el siglo XIV, aunque hoy lo rige la orden benedictina. Se trata de un impresionante complejo gótico que no se debe pasar por alto en la escapada a Rascafría.

Hay 90 kilómetros desde Madrid hasta Rascafría, una hora y 20 minutos de viaje.

Arenas de San Pedro (Ávila)

Puente en Arenas de San Pedro
Puente en Arenas de San Pedro. | Shutterstock

En esta ocasión hay que dirigirse a la sierra de Gredos para conocer la próxima escapada rural auténtica a menos de dos horas de Madrid. Arenas de San Pedro es la cabeza del Tiétar. Su valle es uno de los más bonitos de España en otoño. Solo por eso merece la pena recorrer las casi dos horas de viaje en coche hasta la localidad de Ávila. La villa tiene además picos de gran altura de fondo, como La Mira, que ofrecen planes de gran interés a los aficionados a la montaña. Además, sus calles poseen coloridas viviendas, cuyos balcones florados y arquitectura típica llaman la atención. Por si fuera poco, un castillo, un palacio y un antiguo hospital completan la experiencia.

Hay 148 kilómetros desde Madrid hasta Arenas de San Pedro, dos horas de viaje.

Pedraza de la Sierra (Segovia)

Pedraza de la Sierra
Pedraza de la Sierra. | Shutterstock

Tres arroyos bañan esta villa medieval, presidida por una imponente fortaleza. Más escabrosa es su cárcel, también del medievo, que está entre las mejor conservadas de Europa. Es fácil evadirse entre los edificios de piedra del pueblo segoviano. De hecho, el encanto de Pedraza atrajo por ejemplo al pintor Ignacio Zuloaga. Un ambiente tranquilo en el que degustar los excelentes asados locales, típicos castellanos. Finalmente, cabe destacar las Noches de las Velas. Dos sábados de julio, el pueblo se ilumina con velas y se ofrecen conciertos nocturnos.

Hay 90 kilómetros desde Madrid hasta Pedraza de la Sierra, una hora y 20 minutos de viaje.

Escalona (Toledo)

Escalona vista desde su playa fluvial
Escalona vista desde su playa fluvial. | Facebook Turismo Escalona

En la provincia de Toledo, aunque muy cerca de la triple frontera con Madrid y Ávila, se halla Escalona. Domina el río Alberche desde un alto en el que se pueden otear las áreas de cultivo que rodean el lugar. Sobre el conjunto resalta un castillo, más tarde hecho palacio, de origen medieval. En algunas partes ruinoso, es el mayor monumento del lugar. Sin embargo, lo más reconfortante de esta escapada rural cerca de Madrid es deambular por los hitos del lugar, como el convento de la Encarnación o la playa fluvial. Desde esta se obtienen grandes vistas del conjunto de la localidad.

Hay 100 kilómetros desde Madrid hasta Escalona, una hora y diez minutos de viaje.

Riaza (Segovia)

Plaza mayor de Riaza
Plaza mayor de Riaza. | Wikimedia

La gastronomía clásica castellana y los atractivos pueblos de colores que le rodean hacen de este pueblo de Segovia una gran opción de turismo rural. Bajo la presencia del macizo de Ayllón, esta localidad posee una curiosa plaza mayor. Redonda, tiene una reproducción en el Poble Espanyol de Barcelona. Al tiempo, el río que le da nombre forma interesantes paisajes, especialmente si se sigue hacia el norte, en dirección a Maderuelo y las Hoces del Riaza. Por último, es posible asistir a la estación de la Pinilla en invierno para practicar esquí.

Hay 120 kilómetros desde Madrid hasta Riaza, una hora y media de viaje.

El Tiemblo (Ávila)

Castañar de El Tiemblo en otoño
Castañar de El Tiemblo en otoño. | Shutterstock

Viajar a El Tiemblo supone una de las escapadas rurales cercanas a Madrid más completas. Por ejemplo, en el municipio se encuentran los Toros de Guisando, una gran muestra de arte prerromano que desarrollaron los vetones. Al lado persisten las ruinas del monasterio de los Jerónimos, una visión fantasmal pero muy atractiva. En lo natural, el cercano embalse del Burguillo es bueno para realizar senderismo. Con todo, el entorno más bonito es el castañar de El Tiemblo, especialmente en otoño, cuando se torna ocre.

Hay 90 kilómetros desde Madrid hasta El Tiemblo, una hora y cuarto de viaje.

Puebla de la Sierra (Madrid)

Ayuntamiento de Puebla de la Sierra
Ayuntamiento de Puebla de la Sierra. | Wikimedia

Multitud de sendas parten de Puebla de la Sierra, en el extremo noreste de la Comunidad de Madrid. Estas recorren el valle de la Puebla y la sierra del Rincón, un entorno de gran belleza y hasta cierto punto aislado. Asimismo, el hayedo de Montejo, uno de los mejores bosques de hayas para visitar en otoño, queda a tiro de piedra. Que las carreteras para llegar al lugar no sean del todo buenas no ha impedido que el pueblo posea elementos culturales interesantes que ver, como un parque escultórico. Como curiosidad, la localidad se llamó hasta los años 40 Puebla de la Mujer Muerta. Esto se debe a que un hito geológico de los montes cercanos recordaba a una dama fallecida.

Hay 102 kilómetros desde Madrid hasta Puebla de la Sierra, una hora y cuarenta minutos de viaje.