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La preciosa ruta de pueblos rojos y negros en Segovia

La preciosa ruta de pueblos rojos y negros en Segovia

A los pies de la Sierra de Ayllón, en el municipio de Riaza, Segovia, se ubican unas pequeñas poblaciones que son de una indudable belleza. Su mayor atractivo es la arquitectura y los colores de las casas. El reclamo de estos singulares espacios forman una estupenda ruta a través de los pueblos rojos, negros y amarillos. Las diversas tonalidades se deben a los distintos materiales de la zona que han utilizado para estas construcciones: rojos de arenisca ferruginosa, negros de pizarra y amarillos de cuarcita. Nos sumergimos en una paleta de colores de lo más singular.

Pueblos rojos que enamoran

Alquité

Iglesia de San Pedro en Alquité
Iglesia de San Pedro en Alquité. | Shutterstock

Será nuestra primera parada y el color que descubriremos es el amarillo. En esta pequeña aldea, de tan solo 4 habitantes, destaca su iglesia románica de San Pedro del siglo XII, sin duda una de las más singulares de toda la provincia. La portalada es el elemento más importante la cual recuerda a la Sala Capitular de la Catedral de Burgos de Osma y el Monasterio de Santo Domingo de Silos.

Podríamos decir que se trata de un pueblo amarillo, aunque el rojo ha ido cogiendo protagonismo, por lo que se entremezclan varios colores. De hecho, en Alquité también veremos negro, ya que la pizarra forma parte de la construcción tanto de los muros como de los tejados. Como curiosidad,  las canteras de pizarra del entorno fueron utilizadas para la cubierta del Palacio de la Granja y para el suelo de la Catedral de Segovia.

Villacorta

Villacorta
Villacorta. | Shutterstock

Este será el primer poblado perteneciente a los pueblos rojos y sorprenderá que hasta el suelo sea de este color. Además de su imponente colorido, tenemos varias zonas de interés por descubrir: la Iglesia de Santa Catalina, dos Palomares, un puente romano, y la Ermita de San Roque. Tras un paseo por sus calles, nada mejor que relajarse en su agradable plaza.

Madriguera

Madriguera
Madriguera. | Shutterstock

Es uno de los puntos más emblemáticos de esta ruta. Esto se debe principalmente a  que, gracias a una reciente rehabilitación de las casas, es uno de los mejor conservados, donde cada detalle está cuidado y el color rojo prevalece frente a cualquier otro. ¿Lo mejor? Pasear y deleitarse con cada particularidad.

El encanto de los pueblos negros

Becerril

Becerril
Becerril. | Shutterstock

Comienza a partir de este momento un recorrido más sombrío a través de los pueblos negros. Tras pasear por sus irregulares y laberínticas calles, destacará  una imponente plaza que encontraremos junto a su Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción.

Serracín

Restos de una iglesia en Serracín
Restos de una iglesia en Serracín. | Shutterstock

Aquí la nostalgia está asegurada por un ambiente creado por la despoblación, ya que aquí solo viven 12 habitantes. La mayoría de las construcciones están abandonadas, aunque sigue habiendo belleza en sus edificaciones, de pizarra negra, acompañada de piedras rojizas en ventanas y puertas.

El Muyo

Calles de El Muyo
Calles de El Muyo. | Shutterstock

Este es el mejor ejemplo de la arquitectura negra ya que las casas al completo (muros, tejados…) están construidas con pizarras, y las calles también son negras.  La uniformidad de este color es un reclamo para el visitante y, gracias a ello, se están comenzando a hacer trabajos de restauración para que no caiga en el abandono.

También puedes leer este artículo en inglés.

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