Las vacaciones nunca fueron solo para el verano y menos cuando se trata de planear escapadas rurales. Lejos quedan esas épocas en las que toda la familia ahorraba para disfrutar de un largo periodo de asueto una sola vez al año. Viajar es cada vez más económico y accesible para todos, lo que ha extendido un tipo de oferta, la de las escapadas de varios días, que permite apagar el piloto automático de la rutina para disfrutar de un breve cambio de aires. No nos extraña que este tipo de viajes, las escapadas rurales, se hayan consolidado como una de las opciones preferidas de los viajeros españoles debido a la inmensa variedad de pueblos y entornos naturales con los que cuenta nuestro país. He aquí una propuesta de destinos pintorescos para relajarse un fin de semana, a precios muy razonables, además.
Pueblos pintorescos de España: el encanto de lo rural
Albarracín, uno de los pueblos más bonitos de España
Teruel existe, vaya si lo hace. La preciosa localidad de Albarracín es prueba de ello. Candidata a convertirse en Patrimonio de la Humanidad, son muchas las cualidades que la convierten en un destino ideal para una escapada rural: su ubicación única, sobre un peñón y rodeada por el Guadalaviar, su cuantioso patrimonio histórico, en el que sobresalen sus antiguas murallas y su castillo, su sabrosa gastronomía, en la que reina el celebérrimo jamón de Teruel, y su espectacular entorno natural. Un fin de semana completo que puede coronarse con una excursión al Parque Natural de los Pinares de Rodeno.
Taramundi: una escapada natural en Asturias
Planificar un viaje a Asturias es una auténtica odisea por la gran cantidad de pequeños municipios con encanto que salpican el mapa. Llanes, Ribadesella, Cangas de Onís, Cudillero… La lista no tiene fin. Pero merece la pena destacar otras localidades que, aun siendo menos populares, no resultan por ello menos interesantes. Y en una lista de pueblos pintorescos de España, es imposible no incluir Taramundi. Conquistará a todo aquel que vive enamorado de la naturaleza. Se trata del destino perfecto si lo que uno busca es pasear en silencio escuchando el sonido del agua e inspirando aire puro. Es un pueblo para descubrir con calma, que sorprende al paseante con su castro, su iglesia parroquial y su curioso museo de los molinos. Y lo mejor es que la escapada te saldrá más barata que en otras localidades asturianas más concurridas.
El Rompido, la Huelva más caribeña
Si lo que apetece al viajero es pasar unos días de paz disfrutando del ir y venir de las olas, en el pueblo onubense de El Rompido encontrará una escapada rural barata de primera categoría. Su llamativa Flecha, un fenómeno único en el Atlántico que forma parte del Paraje Natural Marismas del Río Piedras, y sus dos faros, curiosamente muy próximos entre sí, aportan carácter a este pueblo costero. Sus aguas no tienen nada que envidiar a las del Caribe. La desconexión puede llegar a ser total.
El encanto medieval de Peratallada, una escapada de ensueño
¿Apetece unos días cerca de la Costa Brava? La siguiente recomendación se encuentra en esta bonita zona, pero no es lo que uno espera. Cataluña esconde bellísimos pueblos medievales entre los que se encuentra Peratallada, uno de los núcleos medievales mejor conservados de la comunidad. Ubicado en el Bajo Ampurdán gerundense, esta localidad es un Conjunto Histórico-Artístico de primer orden. Además de perderse por sus encantadoras calles empedradas y de probar su delicioso recuit de Fonteta, en Peratallada no hay que perderse el palacio-castillo, los dólmenes neolíticos de Tres Cantos y la iglesia de Sant Esteve, un precioso ejemplo del mejor románico catalán. Una escapada rural de ensueño en la que no se echará en falta la playa. Es uno de los pueblos más pintorescos de España.
San Cibrao, un oasis en A Mariña Lucense
En San Cibrao se encontrará uno la calma absoluta si lo que se anda buscando es aislarse del resto del mundo. Situado en el término municipal de Cervo, en la preciosa provincia de Lugo, este pueblo de apenas 2.000 habitantes cuenta con un agradable puerto pesquero y una tranquila costa por la que caminar sin rumbo. En el faro de Punta Atalaia se puede contemplar las vistas a la punta de la península de la Paz, en la que se ubica la localidad, con un suave clima oceánico y unos ricos mariscos. Nada como A Mariña Lucense para desconectar y, al mismo tiempo, volver a conectar con todo.
