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Maravillas de Soria que hay que ver al menos una vez en la vida

Maravillas de Soria que hay que ver al menos una vez en la vida

Soria es una provincia con tantos rincones fascinantes que cuesta reducirla a una sola lista. Su territorio reúne un sinfín de espacios naturales donde la naturaleza ha obrado su magia más asombrosa. Y de su pasado legendario dan fe construcciones que han resistido impertérritas no solo encarnizadas batallas, también el paso del tiempo. Las maravillas de Soria son la promesa de un viaje lleno de experiencias inolvidables en forma de monumentos, de pueblos y de paisajes soberbios.

Maravillas de Soria capital

Claustro del Monasterio de San Juan de Duero
Claustro del Monasterio de San Juan de Duero. | Shutterstock

En Soria resuenan poemas de Antonio Machado, de Gerardo Diego y de Gustavo Adolfo Bécquer. Son tres grandes de la literatura que encontraron inspiración en estas tierras y cuyo espíritu no solo se siente, también se ve y se palpa en el homenaje que la ciudad les rindió en forma de esculturas. Son pequeñas sorpresas que se esconden en una capital de provincia modesta, pero con un encantador casco histórico que alberga tesoros como la gótica Concatedral de San Pedro.

Sin embargo, hay que dirigir los pasos hacia las afueras y cruzar el Duero para sumergirse en la magia de dos rincones que son parte imprescindible de la esencia de Soria. El primero de ellos es la Ermita de San Saturio que, suspendida sobre el río, parece querer fundirse con el paisaje. El segundo es el Monasterio de San Juan de Duero, cuyo claustro románico rezuma espiritualidad y da vida a una de las imágenes más icónicas de Soria.

Naturaleza espectacular en Soria

La belleza oscura de la Laguna Negra

Laguna Negra
Laguna Negra. | Shutterstock

Rodeada de pinares que invitan a perderse en ellos y protegida por una imponente muralla natural, la Laguna Negra hace honor a su nombre. Sus oscuras aguas encierran un buen número de leyendas inquietantes y ejercen una extraña atracción sobre quien las contempla.

Este sugerente lago glaciar se esconde en lo más profundo de los Picos de Urbión, otra de las maravillas de Soria. Y si el entorno de la laguna es espectacular, no lo es menos su puerta de entrada: Vinuesa, una pequeña pero encantadora villa donde el tiempo parece haberse detenido hace mucho.

El Cañón del Río Lobos y sus misterios

Parque Natural del Cañón del Río Lobos
Parque Natural del Cañón del Río Lobos. | Shutterstock

Son 25 kilómetros de paredes verticales de hasta 100 metros de altura, de profundas grutas y de un río que serpentea ajeno a esa maravilla a la que ha dado forma durante millones de años. El Parque Natural del Cañón del Río Lobos es una lección de geología donde los sentidos no tienen descanso y donde aguardan algunas sorpresas, como buitres que anidan en los roquedos y que en ocasiones acompañan en el camino. Y en medio de esa naturaleza casi salvaje se alza una construcción envuelta en el misterio: la Ermita de San Bartolomé de Ucero.

Pueblos de Soria con mucha historia

Medinaceli y su pasado romano

Vista aérea de Medinaceli
Vista aérea de Medinaceli. | Shutterstock

Medinaceli fue bastión del temible caudillo árabe Almanzor, que desde esta privilegiada atalaya dominaba el territorio y organizaba campañas contra los reinos cristianos. Pero mucho antes, en tiempos de la antigua Roma, este ya había sido un punto estratégico destacado y parada en las rutas entre Emérita Augusta (Mérida) y Caesar Augusta (Zaragoza). Ese pasado imperial lo recuerda su arco del triunfo, el único de tres vanos que hay en España.

En este punto merece la pena mencionar otra de las maravillas de Soria, aunque esté a muchos kilómetros de Medinaceli, en Garray. Son los restos de Numancia, la aldea de resistencia legendaria que se enfrentó durante 20 años a los ejércitos de Roma y soportó 11 meses de duro asedio hasta caer de forma dramática.

La esencia medieval de Calatañazor

Calatañazor
Calatañazor. | Shutterstock

Calatañazor es una villa de aires medievales, de calles empedradas y construcciones típicas que rememoran tiempos lejanos y episodios legendarios. Sus murallas y su castillo dan fe de que estas tierras fueron escenario de grandes batallas, como la que acabó con la derrota de Almanzor, cuyo nombre quedó para siempre unido al de este pequeño pueblo.

Muy cerca de esta localidad esperan otras dos de las maravillas de Soria, en este caso naturales. La primera es el Monumento Natural de La Fuentona, un manantial de aguas cristalinas y colores imposibles que es el nacedero del río Abión y que esconde una red de galerías todavía inexplorada en su totalidad. La otra joya es la Reserva Natural del Sabinar de Calatañazor, un espacio mágico de árboles centenarios que es el bosque de Europa más denso y mejor conservado de esta especie.

El Burgo de Osma, una villa fortificada

Catedral de Santa María de la Asunción
Catedral de Santa María de la Asunción. | Shutterstock

El Burgo de Osma es una localidad noble y monumental que muestra orgullosa su pasado. Ya en la distancia se aprecia la silueta de la Catedral de Santa María de la Asunción, una construcción soberbia que sorprende y maravilla a partes iguales por la elegancia de sus portadas, por una torre que, con 72 metros de altura, parece rozar el cielo o por un interior lleno de detalles de enorme belleza.

Pero de su época de esplendor El Burgo de Osma conserva otras muchas construcciones, como esa muralla medieval que lo abraza, el ayuntamiento, el Hospital de San Agustín, el Palacio Episcopal o la Universidad de Santa Catalina. Y, tras una visita siempre intensa, aún quedará por disfrutar de otro de sus tesoros: su excelente gastronomía, en la que los reyes son los deliciosos y calóricos torreznos.

Otras maravillas de Soria

La belleza mozárabe de la Ermita de San Baudelio

Ermita de San Baudelio
Ermita de San Baudelio. | Shutterstock

Aparentemente modesta, esta ermita prerrománica situada en Casillas de Berlanga es conocida como la ‘Capilla Sixtina mozárabe’. El motivo es el extraordinario conjunto de pinturas que decoraban todo su interior. Lamentablemente no están todas, puesto que el suyo es un ejemplo más de obras expoliadas.

Muchas de esas pinturas se arrancaron hace un siglo, acabaron en Estados Unidos y solo una parte volvió, aunque al Museo del Prado. A pesar de ello, San Baudelio conserva un ambiente místico al que es difícil resistirse.

El Castillo de Gormaz, una fortaleza soberbia

Castillo de Gormaz
Castillo de Gormaz. | Shutterstock

Soria es tierra de castillos, algunos tan imponentes como el de Berlanga de Duero, rodeado de una espectacular muralla; o el de Almenar, el mejor conservado de la provincia. Pero el Castillo de Gormaz destaca porque es la fortaleza califal más grande de Europa.

Sus dimensiones son colosales: 1200 metros de perímetro amurallado, casi 450 de longitud en su eje más largo y 28 torres defensivas repartidas entre los lienzos de la muralla. Muros que han visto pasar ante ellos más de mil años de historia y también a personajes históricos como el Cid, que fue señor de esta fortaleza.

La serena belleza del Monasterio de Santa María de Huerta

Monasterio de Santa María de Huerta
Monasterio de Santa María de Huerta. | Shutterstock

El Monasterio de Santa María de Huerta es un remanso de paz donde el tiempo pasa despacio. Con 900 años de historia, es el único monasterio cisterciense de Soria, una magnífica construcción que muestra trazos románicos, aunque su arquitectura es sobre todo gótica.

El refectorio, sus dos claustros o la sala de conversos envuelven al visitante en un ambiente recogimiento que invita a la introspección y al retiro espiritual. De hecho, en él vive una comunidad de monjes benedictinos que regenta una pequeña hospedería.

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