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Las mejores escapadas cerca de Vigo

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Aunque sea la ciudad más populosa de Galicia, Vigo no ha perdido su vocación marinera. Es una ciudad que mira a una ría donde resuenan ecos de episodios épicos y que esconde rincones sorprendentes. Es también una magnífica base de operaciones para descubrir parte de la belleza de las Rías Baixas y de otros muchos lugares mágicos. Todo ello sin necesidad de grandes desplazamientos porque las mejores escapadas desde Vigo se disfrutan a menos de una hora.

Escapadas desde Vigo inolvidables

Los planes desde Vigo pueden incluir la visita a otras grandes ciudades gallegas como Santiago de Compostela, Pontevedra y Ourense. Pero hay otras muchas propuestas que se disfrutan tanto o más y que ofrecen alternativas diferentes y para todos los gustos.

Islas Cíes, un pequeño paraíso

Islas Cíes.
Islas Cíes. | Shutterstock

Decir que el paraíso se encuentra en Galicia, y más exactamente frente a la ría de Vigo, no es exagerado. De hecho, hace unos años un prestigioso diario inglés eligió a la playa de Rodas como la mejor playa del mundo. Es la joya de las Islas Cíes y tiene todos los ingredientes para ello: aguas cristalinas, una arena fina y dorada y un entorno más que espectacular.

Este archipiélago esconde otras pequeñas maravillas, como una riqueza natural extraordinaria y una variedad de paisajes que corta la respiración. De hecho, forma parte del Parque Nacional de las Islas Atlánticas. Todo ello hace que sea una de las escapadas desde Vigo imprescindibles, aunque hay que tener en cuenta que existe un límite de visitas al día para preservar este tesoro.

La península de O Grove, para disfrutar con todos los sentidos

La Lanzada, O Grove.
La Lanzada, O Grove. | Shutterstock

Muchos de los mejores planes desde Vigo se pueden concentrar en un solo lugar: la península de O Grove. Su puerta de entrada es una de las playas más espectaculares de Galicia, la de A Lanzada. Es un kilométrico paraíso de arenas blancas y aguas claras, perfecto para relajarse, darse un chapuzón o practicar los más variados deportes acuáticos. Para los que busquen algo más de intimidad, toda la península está salpicada de calas y playas pequeñas y semisalvajes, como las de Castiñeira, Pateiro o Barreiriño.

Manera bien distinta de relajarse es la que nos espera en la isla de A Toxa, famosa por sus aguas termales, sus balnearios y esos jabones que le dieron fama internacional. La isla tiene otros encantos, como la icónica capilla recubierta millares de conchas o una aldea donde habitan unos pequeños y fantásticos seres, los Grobbits, y que es en realidad un parque que hace las delicias de los más pequeños.

Quedan aún por mencionar la historia de O Grove, representada en el castro de Adro Vello, unos paisajes maravillosos donde piedra y pinares se confunden y su gastronomía, puesto que esta es zona de buen pescado y mejor marisco, que se pueden acompañar con un albariño con Denominación de Origen Rías Baixas.

Un paseo por la historia: A Guarda y Baiona

Castro de Santa Trega.
Castro de Santa Trega. | Shutterstock

Desde Vigo hasta la frontera con Portugal hay apenas 64 kilómetros, pero esa pequeña franja costera esconde innumerables encantos y dos lugares de especial relevancia histórica. A Baiona llegó la carabela Pinta el 1 de marzo de 1493 y con ella las primeras noticas del Descubrimiento. La réplica de la embarcación es solo uno de los atractivos de una localidad con un casco antiguo delicioso y joyas como la fortaleza de Monterreal o la iglesia de Santa María de Baiona.

Solo un poco más allá, A Guarda mira a Portugal desde la otra orilla del Miño y desde el monte Trega. Esa elevación es una espectacular atalaya para contemplar una de las mejores vistas de Galicia y unos atardeceres que hacen creer en esos seres mitológicos que pueblan estas tierras. Ese es también el lugar donde se descubre una de las joyas históricas de Galicia, el castro de Santa Trega.

Una ruta fantástica por Cabo Home

Cabo Home.
Cabo Home. | Shutterstock

Cabo Home ofrece unas sensacionales panorámicas de la costa gallega, en las que parece que casi se pueden rozar con la mano las Islas Cíes. Una de las mejores formas de disfrutar de esa belleza es seguir la ruta que une los faros de Cabo Home, Punta Robaleira y Punta Subrido. La otra es subir al pequeño Monte O Facho. Para quienes prefieran otro tipo de aventuras, la Costa de la Vela, a la que pertenece este territorio, es un lugar fantástico para practicar submarinismo.

Muy cerca de Cabo Home se esconde el bosque encantado de Aldán, un lugar de ambiente tan misterioso como cautivador que invita a perderse en él. La densa vegetación, una luz que crea efectos mágicos y un pequeño castillo dan forma a un escenario que no parece de este mundo, sino de otro de fantasía habitado por meigas, mouras y trasgos.

Tui, parada del Camino de Santiago

Tui.
Tui. | Shutterstock

El Camino de Santiago Portugués entra a territorio gallego por esta pequeña ciudad que se asoma al Miño y que tiene un precioso casco antiguo medieval, recuerdo de viejos tiempos de gloria. Esa espiritualidad, que a pesar de los tiempos no ha perdido, se siente en su robusta catedral románica y en iglesias como las de San Bartolomé o San Telmo.

Pero los tesoros de Tui no acaban en esa piedra que da forma a su conjunto histórico. A sus espaldas se alza el monte Aloia, que fue el primer parque natural de Galicia. Su red de caminos es perfecta para disfrutar de pequeñas caminatas en las que esperan sorpresas en forma de miradores con vistas grandiosas. También hay merenderos, por si apetece un descanso antes de regresar a Vigo, que está a solo media hora.

Combarro, hórreos y cruceros

Combarro.
Combarro. | Shutterstock

Que Combarro es uno de los pueblos más bonitos de las Rías Baixas no es ningún secreto, de ahí que sea una de las escapadas cerca de Vigo que no hay que perderse. Es un pueblo que resume lo que es Galicia. Lo hace con sus casas marineras, con esos hórreos que representan lo mejor de arquitectura tradicional gallega y con los cruceiros, símbolo de su profunda espiritualidad.

Combarro está a apenas media hora de Vigo, lo que da tiempo para descubrir algunos otros rincones fascinantes, como la isla de Tambo, hasta no hace mucho inaccesible por su uso militar. Para los más románticos, parada casi obligatoria es el Pazo de Lourizán, que tiene un maravilloso jardín en el que las protagonistas son las camelias. Además, Pontevedra está de camino, así que no hay excusa para no parar y disfrutar de sus mil encantos.

El Museo Meirande y los misterios de la ría de Vigo

Isla de San Simón.
Isla de San Simón. | Shutterstock

La ría de Vigo ha sido escenario de grandes episodios históricos y en sus aguas se esconde algún que otro tesoro, al menos según cuentan las leyendas. El Museo Meirande propone un viaje a principios del siglo XVIII, cuando aquí tuvo lugar la batalla de Rande. En ella se vieron envueltos varios galeones cargados de metales preciosos y otras mercancías de gran valor que procedían de América y que acabaron en el fondo de la ría.

Además, el museo dedica espacio a la búsqueda de un tesoro que nunca se encontró. Sí lo hizo el Capitán Nemo, aunque de forma imaginaria, en las 20.000 leguas de viaje submarino de Julio Verne. Esa es la explicación de que una escultura de este personaje literario se eleve sobre la ría justo enfrente de la isla de San Simón y de su hermana, la San Antón. Estas, por cierto, también merecen una visita por sus singulares historias, sus misterios y su belleza.

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