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La acampada libre en España, eterna encrucijada

Una tienda de campaña en Picos de Europa bajo el cielo estrellado

Una joven se acaba de despertar. Del exterior llegan unos rayos de sol que se difuminan en colores naranjas y tenues. Es el efecto de la luz al atravesar la tienda. La chica abre la cremallera de la vivienda improvisada y la luz la recibe. El sol aún no quema, ni siquiera se nota en el cuerpo. Es aún muy temprano. Un rebaño de cabras montesas salta de una roca a otra justo en frente suya. Acaba de amanecer y los colores cálidos del cielo inquieren a las montañas que la rodean un cariz espectacular. De repente, en la escena, suena el sonido como de un disco rayado o un vaso rompiéndose. La joven despierta. Todo era un sueño.

Acampar en España en unas condiciones como estas es, en realidad, casi un espejismo. La imagen que se puede tener de ello en la cabeza resulta idílica, espectacular… Pero para llegar a ello hay que tener claro una cosa: es una actividad que requerirá de tiempo de investigación. Vamos, que no será como ir a dar una vuelta y plantar la tienda en el primer sitio que se presente. La acampada libre es posible, sí, pero con muchas y muy intrincadas condiciones. En este artículo se responderán algunas preguntas y se guiará al excursionista para que pueda planear una escapada sin peligro de multa.

Acampada, pernocta y vivac

Vivac en sierra Nevada
Una persona hace vivac en sierra Nevada | Shutterstock

Para empezar, antes de organizar una actividad de este calibre deben tenerse en cuenta una serie de conceptos que, a veces, llevan a la confusión. Así, se puede distinguir entre acampada, pernocta y vivac. En primer lugar, la acampada sería aquella actividad en la que una o varias personas colocan una tienda o una estructura durante unos días. El vivac o vivaquear consiste en pasar la noche al raso, bajo el techo estrellado. Por último, el concepto de pernoctar se refiere a pasar una noche fuera del domicilio. Podría ser bajo una tienda de campaña o vivaqueando. La diferencia con la acampada es que no serían varios días, sino solo una noche, recogiendo al amanecer.

Una aventura planificada

Una vez claros estos conceptos, hay que pasar a las normativas. Aquí es donde reside el problema, el follón… La cuestión es que no hay una sola regla que regule la cuestión, sino cientos. El motivo es que en el año 2010 se suprimieron todas las normativas estatales sobre la materia, ya que desde la Constitución de 1978, como ya es sabido, muchas competencias se transfirieron a las autonomías. Entre ellas, las de turismo. A su vez, las normativas de acampada y pernoctación han pasado a ser parte de la jurisdicción de los municipios. Así que literalmente hay cientos de normativas sobre la materia.

Tienda de campaña en Picos de Europa
Una tienda de campaña en Picos de Europa bajo el cielo estrellado | Shutterstock

Por todo ello, a la hora de ir de acampada hay que, en primer lugar, elegir la provincia y, después, la zona a la que se quiere ir para identificar el municipio. Una vez localizado el emplazamiento en cuestión lo mejor será llamar al ayuntamiento de la zona o a la policía municipal para preguntar por la normativa vigente, ya que esta cambia con frecuencia. Con todos los datos sobre la mesa, ya sí, se podría proceder a la aventura.

Por norma general…

De todas formas, por carácter general, la acampada, teniendo por definición lo descrito anteriormente, está prohibida en España. En su lugar, sí hay espacios acotados por las autoridades pertinentes para acampar gratuitamente o por un precio meramente simbólico. También hay algunos lugares en los que se permite acampar, previa autorización. Como se ha dicho: lo más seguro es llamar.

Tienda de campaña Pirineos
Una tienda de campaña en las alturas de los Pirineos | Shutterstock

La pernocta y el vivac suelen contar con una mayor permisividad, aunque también están sujetas a un montón de normas. En muchos casos para pasar la noche fuera hay que dormir por encima de una determinada altura, la cual varía dependiendo de cada municipio. Otras de las leyes que se suelen aplicar es que la pernocta deba hacerse a cierta distancia de un núcleo urbano y de campings turísticos, entre la franja de tiempo que discurre entre la puesta de sol y el amanecer. Por supuesto, tampoco se puede estar cerca de ríos o lagos y lo de acampar en la playa pues como que no.

Conclusión: si se planifica y se pregunta se pueden encontrar espacios donde recrear escenas parecidas a la descrita al principio del artículo y cumplir el sueño realidad, solo que habrá que currárselo.