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Las mejores escapadas cerca de Marbella

Las mejores escapadas cerca de Marbella

Marbella es una de las joyas de la Costa del Sol, una localidad que se asocia al lujo, a fiestas interminables y a playas fantásticas. Esa fama ha atraído turismo y riqueza, pero también ha sido la sombra que a veces ha impedido ver los muchos encantos que atesora. De hecho, su casco antiguo no ha perdido la magia de esos pequeños pueblos andaluces de callejuelas estrechas, fachadas encaladas y balcones adornados con plantas. Pero más allá de todo lo que hay que visitar en Marbella, es buena idea dejar tiempo para organizar planes alternativos. Estas escapadas cerca de Marbella llevan a descubrir algunos de los lugares más bellos de Andalucía, desde pueblos mágicos a espacios naturales de enorme valor, rutas de senderismo espectaculares o rincones de película.

Los mejores planes en los alrededores de Marbella

Benaoján, puerta de entrada a la Sierra de Grazalema

Parque Natural de la Sierra de Grazalema
Parque Natural de la Sierra de Grazalema. | Shutterstock

El Parque Natural de la Sierra de Grazalema, compartido por las provincias de Málaga y Cádiz, es único por muchos motivos. Tal vez el más curioso sea que este es el lugar más lluvioso de toda la península. Pero dejando a un lado las anécdotas, se trata de una zona de enorme valor no solo natural, sino también geológico. En su territorio se suceden profundos cañones, dolinas y cuevas que representan un pequeño paraíso para los amantes de los deportes de aventuras y, en especial, de la espeleología.

Benaoján, a poco menos de hora y media desde Marbella, es puerta de entrada a este fabuloso espacio natural. Aquí se encuentra la Cueva del Gato, que con sus diez kilómetros de extensión, es uno de los sistemas de galerías más complejos de Andalucía. Un estanque de aguas cristalinas que proceden del manantial que brota en su interior recibe a quien llega hasta este lugar. Cruzar su singular entrada supone adentrarse en un mundo subterráneo que esconde lagos, cascadas, formaciones rocosas y un destacado conjunto de pinturas rupestres.

Setenil de las Bodegas y los pueblos blancos de Cádiz

Setenil de las Bodegas
Setenil de las Bodegas. | Shutterstock

Marbella es un buen punto de partida para realizar la Ruta de los Pueblos Blancos de Cádiz o, al menos, parte de ella. Uno de los más peculiares es Setenil de las Bodegas. Desde lejos solo se aprecia un entramado de casas níveas que se encaraman al tajo horadado por el Río Trejo. Pero hay que acercarse para descubrir ese elemento que diferencia a este de sus pueblos vecinos y hermanos. Son sus casas trogloditas, viviendas que se han construido en cuevas o al abrigo de imponentes salientes rocosos y que dan forma a una postal, cuanto menos, impactante.

Llegar a Setenil de las Bodegas desde Marbella supone un viaje de menos de hora y media, lo que permite prolongar la escapada para disfrutar de otro de esos pueblos blancos de estampa inolvidable: Olvera. Sobre su laberíntico y empinado entramado de calles destacan la imponente Iglesia de la Encarnación y el castillo árabe. Llegar a ellos requiere de un pequeño esfuerzo, pero merece la pena para admirar unas vistas maravillosas de los olivares que rodean a esta localidad.

El Caminito del Rey, una ruta senderista de vértigo

Caminito del Rey
Caminito del Rey. | Shutterstock

El Desfiladero de los Gaitanes ofrece una de las vistas más impresionantes de la provincia de Málaga. Las paredes verticales excavadas por el Río Guadalhorce alcanzan en algunos puntos 300 metros de altura. Y, suspendido sobre esos cortados, un recorrido de pasarelas de madera que corta la respiración. Obligatorio abrir bien los ojos y superar la impresión. Al fin y al cabo, caminar sobre un precipicio es una de esas experiencias que dejan huella.

El Caminito del Rey tiene su origen en la necesidad de construir una vía que comunicara dos pequeñas presas, el Salto de Gaitanejo y el del Chorro. En cuanto a su nombre, lo recibió en honor a Alfonso XIII, encargado de inaugurar esta obra en 1921. Años después cayó en el abandono, pero una vez recuperado, este recorrido se ha convertido en una de las rutas senderistas más espectaculares de España y una de las escapadas desde Marbella casi imprescindibles para quienes buscan aventura, mucho más si tenemos en cuenta que está a solo 70 kilómetros.

Genalguacil, un museo al aire libre

Genalguacil
Genalguacil. | Shutterstock

De lejos podría parecer un pueblo blanco más. Pero solo hay que poner un pie en él para percibir que no es así. Genalguacil es sinónimo de arte en sus más variadas expresiones. De hecho, se le conoce como ‘pueblo museo’. La expresión no es exagerada, puesto que plazas, esquinas, miradores, paredes y hasta tejados muestran un repertorio de obras de arte de lo más variopinto.

Todo comenzó en 1994, cuando se organizaron los primeros Encuentros de Arte del valle del Genal. Cada dos años se invita una decena de artistas para que durante unos días trabajen en esta localidad. El resultado de su arte y creatividad queda para siempre en este pueblo, que atesora ya más de doscientas obras. Es por ello uno de los museos al aire libre más interesantes de la geografía nacional y está a poco más de hora y cuarto de Marbella.

Un lugar de otro planeta: el Torcal de Antequera

Torcal de Antequera
Torcal de Antequera. | Shutterstock

La naturaleza a veces es caprichosa, y el Torcal de Antequera es un ejemplo de cómo la erosión es capaz de crear formas rocosas que parecen imposibles. Numerosos senderos permiten disfrutar de la singularidad de un entorno que por momentos parece irreal. El Torcal es Patrimonio de la Humanidad en conjunto con otros dos de los grandes tesoros de Antequera. El primero es también monumento natural, la Peña de los Enamorados. El segundo es el Sitio de los Dólmenes de Antequera, uno de los conjuntos megalíticos más destacados de España.

Y, por supuesto, es imprescindible recorrer el casco histórico del que es uno de los pueblos más bonitos de Málaga. La Real Colegiata de Santa María la Mayor, la alcazaba, la Iglesia del Carmeno o el Barrio del Portichuelo son solo algunos de sus atractivos. Antes de regresar a Marbella, que está a cien kilómetros, queda degustar alguna de las delicias típicas de la zona: ajoblanco, migas, gazpachuelo, pío de bacalao y, para los más golosos, bienmesabe o sus famosos mantecados.

El embrujo de Ronda

Ronda
Ronda. | Shutterstock

Una hora en coche basta para llegar a uno de los pueblos más bonitos de España. Ronda destila romanticismo y seduce a cada paso que se da. Desde la distancia, su Puente Nuevo da forma a una de las postales más reconocibles e icónicas de Andalucía. Pero hay que adentrarse en su casco histórico para descubrir un rosario de rincones maravillosos, como los baños y las murallas árabes, la Casa del Rey Moro, el Palacio de Mondragón o la plaza de toros.

Ronda es, además, un buen punto de partida para adentrarse en el Parque Nacional Sierra de las Nieves. Es uno de los espacios con mayor diversidad paisajística y ecológica de Andalucía. Aquí despuntan cimas que rozan los dos mil metros y se esconde la sima más profunda de la comunidad, el Sistema Sima Gesm, que supera los mil metros de profundidad. A ello hay que sumar un sinfín de especies vegetales y animales, muchas de ellas protegidas. Para los amantes de la naturaleza, la visita a este parque es uno de los planes que hay que hacer cerca de Marbella sin excepción.

Júzcar, un pueblo azul

Júzcar
Júzcar. | Shutterstock

En 2011 llegaron a esta localidad, situada a poco más de una hora de Marbella, unos simpáticos seres azules que tiñeron sus calles y sus casas de ese color. Júzcar dejó así de ser un pueblo blanco para convertirse en el primer pueblo pitufo. Aquella campaña para publicitar una película pasó, pero los vecinos de esta localidad decidieron no volver a encalar sus casas. Los pitufos no se fueron del todo, algunos murales y enormes muñecos todavía recuerdan su paso por aquí.

Visitar Júzcar es una de las escapadas desde Marbella más entretenidas para los más nostálgicos y para quienes viajan en familia. Pero también lo es para los amantes de la naturaleza. El pueblo se encuentra en plena Serranía de Ronda, en el Valle de Genal. De él parten rutas de senderismo que llevan a rincones tan peculiares como la primera fábrica de hojalata de España o al bosque de cobre, bautizado así por el color que adquieren sus castaños cuando llega el otoño.

Benahavís, paraíso del golf

Benahavís
Benahavís. | Wikimedia

Benahavís es el sueño hecho realidad para los aficionados al golf. Un auténtico paraíso con nada menos que doce campos repartidos en ocho clubes, algunos de ellos entre los mejores de España. También es destino imprescindible para los amantes del buen comer. Solo hay que decir que esta pequeña localidad es conocida por el apodo de ‘comedor de la Costa del Sol’ por su variada y más que amplia oferta gastronómica.

No solo eso, este es además uno de los pueblos más bonitos cerca de Marbella. De hecho, está a solo 22 kilómetros. Más allá de su trazado árabe, su castillo o sus torres vigías, lo que ofrece esta localidad es un entorno de singular belleza. Una serie de senderos permiten disfrutar de vistas magníficas de kilómetros y kilómetros de costa. Algunos llevan, además, a idílicas piscinas naturales que forman los tres ríos que atraviesan su territorio.

Gibraltar, la última colonia en Europa

Gibraltar
Gibraltar. | Shutterstock

Gibraltar está a solo 80 kilómetros de Marbella y ofrece mucho más que pasear por su archiconocida Main Street. Las entrañas del peñón guardan dos singulares tesoros: por un lado, la Cueva de San Miguel y, por otro, los Túneles del Gran Asedio, que se excavaron a finales del siglo XVIII y se extienden a lo largo de 52 kilómetros. Y para quienes no tengan vértigo, nada como admirar el paisaje desde las alturas, bien desde la pasarela de cristal que se construyó sobre una vieja estructura de la Segunda Guerra Mundial, bien desde el puente colgante Windsor.