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Las mejores escapadas románticas en Cataluña

Las mejores escapadas románticas en Cataluña

No importa si a tu pareja le gusta la playa o la montaña, el campo o la ciudad: en Cataluña hay de todo, y quienes busquen regalos románticos o viajes para parejas, difícilmente se equivocarán. La mezcla de la sensualidad del Mediterráneo con la naturaleza abundante del interior hace de esta tierra un magnífico catálogo de tesoros para visitar junto a una persona especial. Estas son algunas de las mejores escapadas románticas que ofrece Cataluña.

Viajes románticos en Cataluña para una experiencia memorable

Sin necesidad de recorrer grandes distancias, en Cataluña es posible encontrar atmósferas mágicas y sugerentes que elevan una escapada en pareja a otro nivel. Si a eso le sumamos la calidad de su gastronomía y lo benigno del clima, las posibilidades de alcanzar la escapada romántica perfecta son muy altas.

Jardines a la orilla del mar en Blanes

Jardín de Marimurtra
Jardín de Marimurtra. | Shutterstock

A poco más de 70 kilómetros de Barcelona y unos 45 desde Girona, hay dos jardines botánicos que son un pequeño clásico de la zona, por su belleza incomparable y las fotos imbatibles que proporcionan. El más conocido de los dos es el de Marimurtra, una delicia en la que encontrar especies vegetales de todo el mundo en medio de escenografías inolvidables y vistas magníficas sobre los acantilados. Blanes, antaño un pueblo de pescadores, es la puerta de la Costa Brava, y ese paisaje único ya se deja notar en las panorámicas. El toque definitivo lo aportan las elegantes formas del templete dedicado a Carlos Linneo, con vistas impresionantes sobre la escarpada costa, y el colorido de los loros que vuelan libremente por la zona y hacen de estos jardines un lugar de ensueño.

Los otros jardines que hay que ver en Blanes son los de Pinya de Rosa, una maravilla de jardín tropical en la que podéis trasladaros a tierras exóticas. Aquí los protagonistas son los cactus y las suculentas, de los que hay miles de especies. Pasear por estos jardines permite conocer también una de las poblaciones más destacadas de esta costa como es Blanes, pero si os quedan ganas de más jardines de cuento, muy cerca están los de Santa Clotilde, en Lloret de Mar.

Sant Miquel del Fai, las entrañas de la tierra

Sant Miquel del Fai
Sant Miquel del Fai. | Shutterstock

Un monasterio enclavado en la roca, grutas, cascadas, bosques… Todo eso es Sant Miquel del Fai, a una hora de Barcelona. Un rincón donde la naturaleza y la acción humana van de la mano y forman una obra única que no podía faltar en esta lista de escapadas románticas por Cataluña.

Todo este entorno forma parte de los Cingles de Bertí, un espacio protegido del que destacan los escarpados riscos, una fantasía geológica que añade más magia al lugar. La espectacular cascada del Río Tenes, de 300 metros, esconde una galería con estalactitas y estalagmitas donde podemos acceder para ver caer el agua justo delante de nosotros. Ahí arranca un camino que va hacia la antiquísima ermita de Sant Martí, y que enlaza con el acceso al recinto del monasterio, un conjunto monumental impresionante que nos sumerge en otro mundo.

Muy cerca está también la cueva de Les Tosques, otro espectáculo de rocas y agua, las protagonistas de este lugar. La huella humana se ha integrado en el paisaje a lo largo de los siglos, como se puede observar en el puente románico del Río Rossinyol o en el arco que da acceso a la Casa Prioral, asentada sobre las rocas. Si ha llovido con abundancia, es posible ver el salto del Rossinyol, otra hipnótica cascada, justo encima de la Cueva de Sant Miquel. Después de admirar tanta belleza, sienta bien descansar en la Plaza del Repòs, junto a la estatua del escritor Josep Pla. Justo ahí, medio oculto, se divisa el lago de Les Monges.

El embrujo medieval de Girona

Girona
Girona. | Shutterstock

Girona es una ciudad, lo que conlleva movimiento, bullicio y ajetreo. Pero Girona no es una ciudad como las demás. Pocas capitales de provincia tienen un barrio antiguo tan maravilloso como el de Girona. En el momento en que entras en el Barri Vell, el silencio lo invade todo y da la sensación de viajar a un cuento medieval. Lo mejor puede ser simplemente perderse de la mano en el laberinto de calles antiguas del casco histórico, lleno de rincones que parecen imposibles y estampas sacadas de la historia. Imprescindible subir la inacabable escalinata que conduce a la hermosa catedral.

Otra visita que no puede faltar es la de los baños árabes, una deliciosa síntesis de arte cristiano y musulmán que os sumergirá en una atmósfera íntima y sensual. Por suerte, la ciudad ofrece balnearios modernos donde relajar el cuerpo y el espíritu, emulando a los antiguos habitantes. Desde Barcelona hay una hora y cuarto en coche, que puede reducirse a 40 minutos en el tren de alta velocidad.

Brindar en la sierra de Montsant

Siurana
Siurana. | Shutterstock

En el corazón de Cataluña, a una hora de la ciudad de Tarragona y dos de Barcelona, hay un paraje de tierras rojizas y atardeceres de los que dejan huella. La Sierra de Montsant forma un parque natural caracterizado por sus rocas sobrenaturales y la abundancia de paisajes sugestivos. La zona es todo un paraíso para las parejas amantes de la naturaleza, pero el atractivo no acaba ahí. Nos encontramos en medio de un triángulo que alberga algunos de los más espectaculares monasterios medievales, como son Poblet y Santes Creus. Más cerca, la Cartuja de Escaladei ofrece un escenario de decadente belleza, la sublime unión del patrimonio y la tierra.

Toda esta comarca está llena de pueblos fascinantes donde respirar el aroma del lugar, pero uno de los más populares y recomendables es probablemente Siurana, emplazado junto a un embalse y lleno de posibilidades, incluso alguna ideal para los amantes de la escalada y otras actividades más dinámicas. Lo que no puede faltar en esta tierra mágica es un brindis por el amor, y es que Montsant es también una denominación de origen que engloba algunos de los mejores vinos que se producen en toda Cataluña.