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Maravillas de Cataluña que hay que ver al menos una vez en la vida

Maravillas de Cataluña que hay que ver al menos una vez en la vida

Cataluña se abre del Pirineo hacia el Mediterráneo como un gran abanico lleno de encantos que han seducido a miles de visitantes. Y es que Cataluña tiene la suerte de contar con paisajes de lo más variado, desde la alta montaña a sus playas paradisíacas, además de ofrecer un patrimonio histórico y cultural de primer orden. Aunque la actividad humana en estos paisajes arranca en un pasado remoto, dando lugar a estampas de una armonía incomparable, aún es posible hoy adentrarse en plena naturaleza gracias a sus extensos bosques o a sus afamadas montañas. Descubre las mejores maravillas de Cataluña en este paseo por la región.

Barcelona, un estallido de colores y arte

La arquitectura modernista

Casa Batlló
Casa Batlló. | Shutterstock

Pese a que Barcelona ofrece prácticamente todos los atractivos de Cataluña en poco espacio, la gran estrella sigue siendo el legado artístico de los grandes arquitectos modernistas. Las creaciones de Gaudí, Patrimonio de la Humanidad, son imprescindibles, empezando por la Sagrada Familia y la maravilla colorista de sus vitrales, como también la Casa Batlló, la Pedrera o el Park Güell. Otras de las mejores casas modernistas de Barcelona son la Casa Amatller o la Casa de les Punxes, ambas de Puig i Cadafalch, mientras que del tercer grande del modernismo, Domènech i Montaner, hay que ver el mayor recinto modernista, el Hospital de Sant Pau, y el Palau de la Música Catalana. Todos estos edificios permiten revivir una época de pujanza económica y artística, pero sobre todo de buen gusto.

Montserrat

Montserrat
Montserrat. | Shutterstock

Montserrat es el macizo montañoso que se alza con sus extrañas formas en medio de un llano y que ha fascinado desde siempre a toda Cataluña, que tiene como patrona a la famosa virgen negra, cuyo santuario es un lugar tan cargado de significado que es imposible no sentir algo especial en él. Visitar Monsterrat es una experiencia completa, por su valor espiritual pero también artístico y cultural, además de ser un destacado parque natural, reducto de fauna salvaje y paraíso de senderistas y escaladores.

La Patum

Fiesta de La Patum
Fiesta de La Patum. | Shutterstock

Berga es una pequeña ciudad en el corazón de Cataluña, y cada año, coincidiendo con el Corpus, alberga uno de los mayores espectáculos de todas las fiestas populares. La Patum es la madre de todas las celebraciones relacionadas con el fuego que se dan en Cataluña, una explosión de luz y pirotecnia que conecta a cada participante con su lado más ancestral. Los protagonistas de esta fiesta con más de 600 años de historia son el baile y el fuego, pero también hay pasacalles, comparsas y “bestias” inquietantes como el águila, los gigantes o las Guites. Junto a la desmesura hay también espacio para espectáculos fascinantes como el salt de plens, un baile en que los participantes dan vueltas a la plaza bajo una multitud de bengalas centelleantes.

Descubrir el patrimonio de Tarragona

Poblet

Monasterio de Poblet
Monasterio de Poblet. | Shutterstock

Como Montserrat, Poblet suma uno de los mayores tesoros patrimoniales de Cataluña, el monasterio del mismo nombre, con un parque natural que disfruta de una ubicación inmejorable. El Parc Natural de Poblet se sitúa en la vertiente norte de las Montañas de Prades, corazón verde de la provincia, y es un lujo para el turismo activo. El Monasterio de Poblet, fundado en el siglo XII, es un hito del arte cisterciense, Patrimonio de la Humanidad y otro de esos enclaves de enorme valor simbólico en Cataluña. El claustro gótico, la sala capitular o las diferentes capillas son una gloriosa visión de un mundo de recogimiento y silencio que sigue vivo después de siglos.

Tarragona romana

Anfiteatro romano de Tarragona
Anfiteatro romano de Tarragona. | Shutterstock

Tarraco, una de las principales ciudades romanas en la Península, nos queda como un prominente legado de esta civilización en Cataluña. Los mejores puntos de la actual ciudad para sumergirnos de lleno en la antigua Roma son muchos, pero uno de los más destacables es el llamado Paseo Arqueológico, un camino ajardinado desde donde podemos ver las murallas, la Torre de Minerva y algunas estatuas de aquellos tiempos. Los otros lugares imprescindibles son el Museo Arqueológico de Tarragona, el foro y, por supuesto, el anfiteatro, desde el cual podemos trasladarnos fácilmente al terrible mundo de los gladiadores.

Las maravillas de Girona

Barri Vell de Girona

Barri Vell de Girona
Barri Vell de Girona. | Shutterstock

La capital gerundense tiene uno de los cascos históricos mejor conservados de Europa, y caminar por sus calles es viajar a una ciudad medieval llena de rincones, callejuelas y estampas inolvidables. Sin olvidarnos de besar el culo de la leona románica como es tradición, la visita nos descubre maravillas como la catedral, con su monumental escalinata, el Monasterio de Sant Pere de Galligants o los Baños Árabes, mezcla de estilo románico y andalusí. La judería de Girona, por su parte, es uno de los barrios más bonitos de España, y prueba de la relevancia que la comunidad hebrea tuvo en nuestra sociedad.

La Costa Brava

Camino de Ronda en Lloret de Mar
Camino de Ronda en Lloret de Mar. | Shutterstock

La Costa Brava abarca prácticamente todo el litoral de la provincia, y cuenta con tantas maravillas que es imposible elegir una. Por eso, la mejor manera de adentrarse en sus encantos es recorrer algún tramo de sus Caminos de Ronda, los antiguos senderos que servían para vigilar las posibles incursiones piratas y que hoy nos permiten admirar este litoral a menudo abrupto, pero siempre lleno de belleza y calas extraordinarias. Desde Lloret o Tossa hasta el Cabo de Creus, toda esta ruta depara vistas soberbias y playas sin igual.

Lérida, paraíso natural y arquitectónico

Aigüestortes y Estany de Sant Maurici

Parque Nacional de Aigüestortes y Estany de Sant Maurici
Parque Nacional de Aigüestortes y Estany de Sant Maurici. | Shutterstock

El Parque Nacional de Aigüestortes y Estany de Sant Maurici es el único de su clase en Cataluña, un sensacional entorno natural de alta montaña con casi 200 lagos. Las rutas que se pueden realizar por la zona son innumerables, y esconden tesoros como las iglesias románicas del valle de Bohí, declaradas Patrimonio de la Humanidad, y que permiten asomarnos a la espiritualidad milenaria de estas poblaciones. No es preciso ser fanáticos del románico para enamorarnos del encanto de estas iglesias, y es que el entorno ayuda mucho, con la cercanía imponente de las montañas y unos paisajes sobrecogedores.

Seu Vella de Lleida

Catedral Seu Vella
Catedral Seu Vella. | Shutterstock

Levantada sobre una colina, la Seu Vella o catedral vieja domina toda la ciudad de Lleida y es su icono más famoso, junto al Río Segre. Aunque abandonó sus funciones religiosas hace tiempo, es una de las catedrales más impresionantes de España, y el antiguo templo sigue impactando por su grandioso sentido de la religiosidad y la belleza arquitectónica que despliega, mezcla de líneas románicas y góticas. En particular, la rica tracería de los arcos del claustro es uno de sus elementos más logrados, y además permiten contemplar toda la extensión de campos alrededor. Por eso, aunque Lleida sea conocida como la ciudad de la niebla, la Seu Vella estará para siempre asociada a la luz.