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Las mejores escapadas cerca de Almuñécar

Las mejores escapadas cerca de Almuñécar

Almuñécar es una de las joyas de la Costa Tropical granadina, una localidad donde se entremezclan mar y montaña, diversión, buena gastronomía, historia y tradición. Más allá de la visita obligada a esa ciudad maravillosa que es Granada, se pueden organizar otras muchas escapadas desde Almuñécar. Son planes para disfrutar en cualquier época del año, para todos los gustos y para todas las edades.

Escapadas inolvidables desde Almuñécar

Mil y un planes en Nerja

Balcón de Europa en Nerja
Balcón de Europa en Nerja. | Shutterstock

Nerja esconde un mundo subterráneo maravilloso. Los 5 kilómetros de recorrido de su famosa cueva proponen un viaje por un auténtico capricho de la naturaleza. Sus salas y pasillos son un derroche de fantasía en forma de estalactitas y de estalagmitas. Algunas de ellas no solo se tocan, sino que han dado lugar a formaciones tan impresionantes como la columna más grande del mundo, que tiene nada menos que 32 metros de altura.

Pero la escapada a Nerja, que está menos de media hora de Almuñécar, da para mucho más. Parada imprescindible es el Balcón de Europa, al que hay que asomarse para contemplar unas vistas fabulosas en las que en días claros se adivina el continente africano.

También para practicar submarinismo a los pies de los acantilados de Mara. Y si queda tiempo, un plan diferente es visitar el acueducto del Águila, una singular obra de ingeniería que se construyó a finales del siglo XIX para lleva agua a una fábrica azucarera.

Una ruta de vértigo: Torrenueva Costa

Pasarela de Jolúcar
Pasarela de Jolúcar. | Shutterstock

Practicar senderismo con el mar casi a los pies es una experiencia singular. La Ruta de los Acantilados y Miradores de Torrenueva Costa es un paseo de 10 kilómetros que se recorren con la brisa marina acariciando el rostro y al que se llega en media hora desde Almuñécar. El nombre con el que se ha bautizado este sendero ya lo dice casi todo, pero queda añadir que las vistas de la costa de Granada son espectaculares y que esta es, además, una zona de una enorme biodiversidad.

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Por si fuera poco, la ruta esconde una sorpresa: la primera pasarela sobre el mar de la costa mediterránea española. La Pasarela de Jolúcar tiene 60 metros de longitud y está suspendida a 32 metros sobre la cristalina superficie del mar de Alborán. Para completar esa vertiginosa experiencia, una parte del suelo es de cristal. Y no es todo, puesto que, cuando cae la noche, los acantilados que la rodean se iluminan y crean una de esas imágenes que es difícil olvidar.

Soportújar, el pueblo de las brujas

Mirador en Soportújar
Mirador en Soportújar. | Shutterstock

Soportújar era un pequeño pueblo de la Alpujarra de Granada amenazado por la despoblación, hasta que brujas, duendes y otros seres mágicos se adueñaron de él. Ahora esos singulares vecinos se dejan ver en sus calles y en un sinfín de rincones como la Fuente del Dragón o el Mirador del Embrujo. No hay que temer porque, además de ser inofensivos, han conseguido devolver la vida a esta pequeña localidad. Por cierto, a sus habitantes, a los de carne y hueso, se les llama desde hace siglos brujos, de ahí la curiosa iniciativa de repoblar Soportújar con esos seres fantásticos.

Pero merece la pena continuar el recorrido por la comarca de la Alpujarra para disfrutar de un rosario de pueblos maravillosos de herencia morisca y fachadas blancas como Órgiva o Pampaneira. No hay que olvidar dos pequeños paraísos: por un lado, el pueblo del agua, Lanjarón; por otro, Trevélez, otro donde el protagonista es el buen jamón.

Senderismo en el Parque Natural de las Sierras de Tejeda, Almijara y Alhama

Parque Natural de las Sierras de Tejeda, Almijara y Alhama
Parque Natural de las Sierras de Tejeda, Almijara y Alhama. | Shutterstock

Granada comparte con Málaga este espacio natural que es un auténtico baúl de sorpresas. En él es posible ascender al pico de Tejeda para disfrutar de unas vistas magníficas de la costa por un lado y del relieve montañoso de la sierra por otro. O se puede seguir el curso de ríos y arroyos que lo atraviesan y que han dado lugar a profundos cañones o rincones idílicos, como la Poza del Romance, un pequeño remanso de aguas cristalinas en el cauce del río Bacal.

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En el Parque Natural de la Sierra de Tejeda, Almijara y Alhama, además, se encuentra la Ruta del Saltillo, el ‘Caminito del Rey de la Axarquía’. Es un pequeño recorrido de pasarelas de madera colgantes, de escalones en la roca y de barrancos como el que salva uno de los puentes suspendidos más largos de España. Atravesarlo, y mucho más asomarse desde él, es una experiencia de vértigo, ya que son 80 metros de caída libre. La ruta parte de Canillas de Aceituno, a una hora de Almuñécar.

Frigiliana, un lujo para los sentidos

Panorámica de Frigiliana
Panorámica de Frigiliana. | Shutterstock

Frigiliana casi se da la mano con Nerja, pero tiene atractivos suficientes como para ser protagonista única de una de las escapadas desde Almuñécar. Este es un pueblo blanco que destaca entre el azul de las aguas de Mediterráneo y el verde de la Sierra Almijara, en cuya ladera se asienta. Su casco urbano, en especial su barrio mudéjar, es un pequeño laberinto de callejuelas y de pasadizos que recuerdan su pasado morisco y que seducen a cada paso.

Y en cada recodo, en cada rincón de Frigiliana, espera una pequeña sorpresa. Puede ser alguno de los azulejos que narran los episodios más representativos de la historia del pueblo. O puede ser un edificio de aspecto palaciego que en realidad esconde la única fábrica de Europa donde se produce miel de caña de forma artesanal. Incluso es posible encontrar galerías de arte siempre interesantes. En definitiva, un plan perfecto para todos los gustos y a solo media hora de Almuñécar.

Rincón de la Victoria y su Cueva del Tesoro

Cueva del Tesoro
Cueva del Tesoro. | Shutterstock

La Cueva del Tesoro de Rincón de la Victoria hace honor a su nombre, pero no porque esconda un botín robado, sino porque es una cueva especial. Es la única cueva de origen marino de Europa. Como ella solo se han descubierto otras dos en el mundo, pero en otros continentes. En su interior el agua ha moldeado caprichosas formas en la roca hasta crear un espacio mágico. Y, aunque no se ha descubierto ningún tesoro en ella, lo cierto es que alguna que otra leyenda sí hace referencia a él.

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No es la única cueva de Rincón de la Victoria, que es un pequeño paraíso para los amantes de la geología y también de la historia, puesto que en esas cuevas se han descubierto desde una magnífica colección de pinturas rupestres a objetos de pobladores fenicios o de la época de dominación árabe. Esas cuevas se esconden en el Cantal, una zona de acantilados que en superficie tiene un agradable paseo con unas vistas de infarto de la costa.

Un plan diferente: esquiar en Sierra Nevada

Sierra Nevada
Sierra Nevada. | Shutterstock

Almuñécar suena a sol y playa y, de hecho, la localidad disfruta de una media de 320 días de sol al año. No obstante, cuando llega el invierno y un manto blanco cubre Sierra Nevada, en hora y media es posible calzarse los esquíes para deslizarse por las laderas de la estación de esquí más meridional de Europa.

Incluso si no se tiene una gran afición por los deportes de invierno, merece la pena hacer la excursión para contemplar uno de los paisajes andaluces más espectaculares. No hay que olvidar que en Sierra Nevada está el techo de la península, el Mulhacén, con casi 3500 metros.

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