Anterior capítulo
Murcia es una de esas ciudades que consigue sorprender a quienes llegan a ella con pocas expectativas. Más allá de la exquisita arquitectura de su catedral, la ciudad alberga tesoros como el Casino, el Teatro Romea o el Museo Salzillo. Y ya en las afueras, miradores privilegiados como el Santuario de la Fuensanta o el Castillo de Monteagudo, donde se alza la colosal escultura de un Cristo con los brazos extendidos.
Pero, a la hora de organizar planes en Murcia, merece la pena ir un poco más allá de lo que la vista alcanza desde esos miradores. A solo unos kilómetros, no muchos, hay espacios naturales, rincones mágicos y pueblos maravillosos. Son lugares perfectos para una escapada de unas horas o, mucho mejor, de un día completo.
Planes en los alrededores de Murcia para todos los gustos
La lista de lugares increíbles que se pueden visitar a menos de hora y media de Murcia es inmensa: Cartagena o Lorca sin salir de la región; Elche, ya en la provincia de Alicante; Vélez-Blanco, en tierras de Almería; o Ayna, en el corazón de Albacete. Pero más allá de estos destinos, hay otros que prometen experiencias diferentes e inolvidables.
Murcia minera: Sierra de La Unión y Minas de Mazarrón
Murcia tiene un antiquísimo pasado minero. Ya en la Antigüedad aquí se extraían de las entrañas de la tierra plata, plomo y otros minerales. Tal era la importancia de esta actividad, que testimonios de la época cuentan que solo en las explotaciones de la Sierra de La Unión trabajaban cuarenta mil esclavos romanos. Luego llegó una época de abandono y olvido, hasta que en el siglo XIX la fiebre minera regresó con tanta fuerza que a esta zona se la bautizó como la ‘nueva California’.
El Parque Minero de La Unión ofrece un entretenido viaje en el tiempo. Adentrarse en las minas, descubrir cómo era el trabajo en ellas y ver los ingenios que se empleaban en la extracción de los metales es casi como una lección de historia en vivo y uno de los planes en Murcia más entretenidos para visitar en familia. Plan que se puede completar con un recorrido por los paisajes marcianos que la extracción de mineral dejó en Mazarrón, a solo tres cuartos de hora de la capital murciana.
Monte Arabí, un lugar mágico
En el monte Arabí la naturaleza ha sido caprichosa. Aquí la erosión ha moldeado singulares formaciones geológicas en forma de panales, de cuevas, de abrigos y de oquedades inmensas, como la cueva Horadada. Y en esos abrigos encontraron refugio los hombres de la Prehistoria, que dejaron su huella en forma de unas pinturas rupestres que forman parte del Patrimonio de la Humanidad.
Para los amantes de la geología y de la historia, este es uno de los lugares que hay que ver en Murcia sin excusas. Pero también lo es para quienes sienten cierta fascinación por los fenómenos paranormales porque del Monte Arabí se dice que tiene poderes mágicos. Se encuentra en territorio de Yecla, a cien kilómetros de Murcia. Y sea cual sea el motivo de la visita, no hay que marcharse de la localidad sin dar un paseo por su casco histórico y sin probar sus reconocidos vinos.
La floración de los melocotoneros en Cieza
Cuando se acerca la primavera, el paisaje de Cieza se transforma. Los miles y miles de melocotoneros que cubren su territorio se visten de un color rosáceo que da vida a postales maravillosas. Aunque el de la floración no es solo un espectáculo visual, es toda una fiesta que aquí se vive con enorme intensidad y con actividades de lo más variado.
Sin embargo, cualquier época del año es perfecta para hacer una escapada a Cieza, que está a solo media hora de Murcia. Entre sus muchos atractivos hay que mencionar su Semana Santa, que es Fiesta de Interés Turístico Internacional. Además, alberga interesantes yacimientos prehistóricos y esconde lugares tan espectaculares como el cañón de los Almadenes, donde el río Segura discurre por una profunda garganta que se puede recorrer en kayak.
La ciudad santa de Caravaca
Caravaca de la Cruz no es solo uno de los pueblos más bonitos de Murcia, es también centro espiritual en la Región de Murcia. Domina el paisaje la imponente silueta del Santuario de la Vera Cruz, levantado en el interior del viejo castillo. En su interior se custodia un pequeño tesoro en forma de reliquia: una cruz que, según la leyenda, depositaron en este lugar los ángeles mucho antes, eso sí, de que se alzara este magnífico templo del que destaca su portada barroca.
Caravaca de la Cruz, a menos de una hora de Murcia, es una de las cinco ciudades santas cristianas, junto a Roma, Jerusalén, Santiago de Compostela y Santo Toribio de Liébana. Significa que tiene el privilegio de celebrar a perpetuidad el Año Jubilar cada siete años; el próximo, en 2024.
Pero más allá del religioso, hay otros motivos de peso para visitar esta localidad. Uno es su encantador casco histórico. Otro, una fiesta muy particular que es Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, la fiesta de los Caballos del Vino, que se celebra a principios de mayo.
Calblanque: un paraíso virgen
A un paso del hiperurbanizado Mar Menor hay un paraíso de naturaleza y aguas turquesas donde aún es posible pasear por playas vírgenes: el Parque Regional de Calblanque. Enormes arenales, pequeñas calas entre acantilados y dunas fósiles se alternan en un espacio natural donde no solo es posible disfrutar de un día de playa de lo más relajado, también de rutas senderistas que llevan a rincones de lo más fotogénicos.Calblanque, a solo 70 kilómetros de Murcia, es un lugar estupendo para practicar esnórquel. Pero quienes prefieran aguas más profundas y con más secretos, las del Cabo de Palos, y más concretamente las de la Reserva Marina Integral de las Islas Hormigas, están muy cerca. Sus aguas tranquilas, su biodiversidad y los numerosos barcos hundidos que descansan en sus fondos marinos hacen de esta zona un pequeño paraíso para los amantes del submarinismo.
Una escapada enoturística en Jumilla
A setenta kilómetros de Murcia, Jumilla es tierra de viñedos, de bodegas y de excelentes caldos con Denominación de Origen. La Ruta del Vino de Jumilla propone una experiencia que se disfruta con todos los sentidos. Permite, además, sumergirse en una forma de vida que ha marcado la historia de toda una comarca en la que Murcia y Albacete comparten territorio.Conocer esos vinos es una buena excusa para descubrir Jumilla, a la que los árabes bautizaron como ‘la Bella’. Sigue siéndolo; de hecho, ahí está su fantástico castillo para recordarlo o un entorno natural de enorme riqueza que se puede recorrer a través de un buen número de senderos. Y aún quedará por saborear su gastronomía, con delicias como el gazpacho jumillano o las gachasmigas.
Desierto Abanilla, un paisaje de otro planeta
La suya es una postal que recuerda a los escenarios de las películas del Lejano Oeste, pero está a apenas media hora de Murcia. El paisaje árido y sobrecogedor del desierto de Abanilla fue un día lecho marino. Al quedar al descubierto, la erosión se encargó de moldear un paisaje casi marciano donde reina el silencio y cuya singular belleza se puede observar desde el mirador de los Barrancos.
Y no muy lejos se puede visitar un rincón completamente diferente, la cabecera del Río Chícamo. Desde ella, y a lo largo del cauce, se descubren cañones, cárcavas, barrancos y ramblas que dan forma a la Reserva Natural Fluvial de la Región de Murcia. Desierto y agua se dan así la mano para dar sentido a una de las escapadas desde Murcia más singulares.
Actividades para todos en la sierra de Espuña
La Sierra de Espuña se puede recorrer y disfrutar de mil maneras diferentes. En su territorio se descubren senderos como la Senda del Caracol, una peculiar escalera que asciende hasta alcanzar una meseta desde la que se obtienen unas fantásticas vistas de toda la sierra, poblada de pinos. También es posible escalar en las Paredes de Leyva o practicar paddle surf en el Embalse de la Cierva.
Y aún esperan muchas más experiencias en un parque regional avalado por la Carta Europea de Turismo Sostenible: rutas arqueológicas, espeleología, barranquismo o vías ferratas, entre muchas otras. Pero si hay una experiencia inolvidable es la de contemplar este espacio desde las alturas, en globo aerostático o surcando el cielo en parapente. Para quienes busquen emociones fuertes, la sierra de Espuña es uno de los mejores lugares que visitar en Murcia, y está a menos de una hora de la capital.
Sigue nuestro canal de WhatsApp para descubrir lo más fascinante de España.
