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Maravillas de Murcia que hay que ver al menos una vez en la vida

Maravillas de Murcia que hay que ver al menos una vez en la vida

Aunque se trate de un territorio algo remoto o lejano para muchos, lo cierto es que Murcia esconde muchas maravillas que merece la pena descubrir si se tiene ocasión. Disfrutar de todas ellas es sinónimo de tachar esta comunidad autónoma de la lista, con todas las experiencias y aventuras inolvidables que eso conlleva. Estos lugares de visita obligatoria ilustran a la perfección el abanico de riqueza que esconde Murcia.

Joyas naturales de Murcia

No es ningún secreto que en Murcia hay enclaves naturales de renombre. Uno de ellos es el Mar Menor, un destino que, desgraciadamente, está sufriendo los efectos del turismo masivo y del cambio climático. Sin embargo, hay otros rincones de interior que dejan con la boca abierta a cualquier turista de la zona: el Parque Natural de Calblanque, Sierra Espuña… ¡Hay un sinfín de posibilidades!

El Desierto de Mahoya-Abanilla

Desierto de Mahoya-Abanilla
Desierto de Mahoya-Abanilla. | Shutterstock

¿Alguna vez has oído hablar de la Capadocia, en Turquía? Pues el Desierto de Mahoya-Abanilla no tiene nada que envidiarle. Hace miles de millones de años, este paisaje lunar fue un fondo marino. Es digno de admirar y tan solo se tarda media hora en coche desde Murcia capital. Además, hay diferentes rutas de senderismo para descubrir este paraje a fondo, aunque también se permite la exploración libre. Para obtener una vista panorámica del lugar, es recomendable acercarse al Mirador de los Barrancos. Por si fuera poco, en el pueblo de Mahoya hay restaurantes que permiten disfrutar de la gastronomía murciana con unas vistas de cine.

Poza de Somogil

Moratalla
Moratalla. | Shutterstock

También es posible visitar Murcia en invierno y disfrutar de algún que otro plan agradable. Un claro ejemplo es la Poza de Somogil, ubicada en Moratalla. Aquí se filtra el calor interno de la montaña y se forman unas piscinas naturales cuya temperatura es muy agradable. Además, la corriente está controlada, por lo que los niños pueden bañarse sin problema. Eso sí: conviene llamar antes al ayuntamiento de la localidad porque esta poza tiene otra peculiaridad: no siempre hay agua. Esta mana según la filtración del entorno y de las lluvias estacionales.

Cueva Horadada, en Yecla

Cueva Horadada
Cueva Horadada. | Shutterstock

La primera joya natural que nadie puede perderse en su paso por Murcia es la Cueva Horadada, situada en el Monte Arabí. Se encuentra en el municipio de Yecla, a una hora y cuarto en coche de Murcia. Además de su innegable belleza geológica, este rincón esconde otros secretos y leyendas. En esta cueva y sus alrededores se pueden ver pinturas rupestres y restos arqueológicos de antiguos yacimientos. Además, se dice que hay un tesoro oculto entre sus grutas que los árabes escondieron a su paso.

Edificios históricos y vestigios culturales

Aunque existen dudas sobre la fundación de Murcia tal y como la conocemos hoy, hay indicios de que los romanos, los íberos y los musulmanes utilizaron su salida al mar como un punto estratégico. Por ello, hay múltiples edificios históricos y vestigios culturales que nos ayudan a conocer un poco más sobre la historia de esta comunidad autónoma.

La iglesia renacentista de Caravaca de la Cruz

Iglesia del Salvador
Iglesia del Salvador. | Shutterstock

Uno de los pueblos más famosos de Murcia es Caravaca de la Cruz, conocido por su imponente castillo. Sin embargo, entre sus calles también se esconde otra joya de gran valor arquitectónico: la Iglesia del Salvador. A unos 75 km en coche desde Murcia se puede disfrutar de la primera iglesia de esta comunidad autónoma que incorporó el arco de triunfo en su portada. Este elemento contrasta notablemente con las tradicionales muestras de arte barroco levantino de la zona.

La Ruta de las Norias de Abarán

Rueda de agua en Albarán
Rueda de agua en Albarán. | Shutterstock

Uno de los mejores planes para hacer en familia en Murcia está a apenas 40 kilómetros por carretera de la capital, a una media hora. Se trata de la Ruta de las Norias de Abarán, un sendero local en pleno casco urbano que muestra las norias (aún en funcionamiento) que recogen agua del Río Segura. Entre ellas se puede ver la noria de mayor diámetro de Europa en funcionamiento, que data de 1805 y mide casi doce metros. Se tratan, además, de un Bien de Interés Cultural.

El Cristo de Monteagudo

Cristo de Monteagudo
Cristo de Monteagudo. | Shutterstock

De nuevo, la provincia de Murcia tiene otra joya que nos teletransporta a miles de kilómetros de distancia. En este caso, el Cristo de Monteagudo nos evoca el famoso Cristo Redentor de Brasil. Sin embargo, esta primera escultura, ubicada a tan solo cinco kilómetros de la capital, tiene algo que el brasileño nunca poseerá: un castillo en el que residió Alfonso X el Sabio. Este data del periodo islámico y, aunque ya no es posible visitar ni el cristo ni el castillo a pie, hay múltiples miradores y rutas de senderismo por la zona para contemplar su inigualable belleza.

Estos son solo algunos ejemplos de lo especial que puede ser un viaje a Murcia. Como siempre, una de las mejores opciones para conocer a fondo cualquier zona es hacer una ruta en coche o moto y perderse por las carreteras nacionales o regionales. De este modo, se llega a descubrir la verdadera esencia de la comunidad, lejos de la masificación turística. En cualquier caso, no está de más anotar estas maravillas de Murcia en la lista de los rincones de España que hay que ver al menos una vez en la vida.