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Maravillas de La Rioja que hay que ver al menos una vez en la vida

Maravillas de La Rioja que hay que ver al menos una vez en la vida

Nadie duda que La Rioja sea un destino perfecto para las personas que disfrutan del turismo enológico. La extraordinaria fama de sus vinos ha eclipsado un poco el resto de los encantos con los que cuenta esta región uniprovincial, pero hay mucho más para ver y para vivir en ella. Pese a la reducida extensión de esta comunidad, podemos ver paisajes variados, incluyendo el verdor propio del norte, así como bastantes pueblos con mucha personalidad.

Naturaleza con los cinco sentidos

Buena parte del paisaje riojano está moldeado por la actividad que la humanidad ha ejercido en él durante siglos, por ejemplo, en los viñedos. Sin embargo, La Rioja también cuenta con paisajes de esplendor natural en los que realizar caminatas inolvidables.

Peñas de Arnedillo, Peñalmonte y Peña Isasa

Préjano
Préjano. | Shutterstock

Estas sierras en torno al Río Cidacos constituyen un espacio protegido ideal para conocer el lado más agreste de La Rioja. Realizando alguna ruta como la Vía Verde Cidacos podremos ver rapaces y otras especies de aves, en un entorno de matorral mediterráneo salpicado de jaras y salviares. También es una zona ideal para acercarse a pueblos cautivadores como Arnedillo, donde bañarse en sus pozas de aguas termales, o Préjano.

Sierra Cebollera

Cascadas de Puente Ra en la Sierra Cebollera
Cascadas de Puente Ra en la Sierra Cebollera. | Shutterstock

La vertiente norte de esta sierra forma el Parque Natural de Sierra Cebollera, que hará las delicias de los senderistas por su verdor de pinos, hayas y robles, pero también por las pequeñas sorpresas que esconde, como cascadas y saltos de agua. La importancia del pastoreo en tiempos pasados ha dejado su huella en forma de corrales, ermitas y chozos de pastores. Actualmente es un santuario natural muy poco poblado, protegido por cumbres monumentales de más de dos mil metros.

El patrimonio de La Rioja que no debes perderte

La riqueza cultural de La Rioja es sobresaliente, y de ella destaca tanto el tipismo de muchos de sus pueblos como la impresión que producen algunos monasterios y catedrales riojanos.

Santo Domingo de la Calzada

Catedral de Santo Domingo de la Calzada
Catedral de Santo Domingo de la Calzada. | Shutterstock

Esta pequeña ciudad está muy vinculada al Camino de Santiago, que propició su nacimiento y esplendor en la Edad Media. Ese esplendor se percibe en cuanto divisamos la catedral, originalmente una iglesia de peregrinación con aires de fortaleza, que posee uno de los mejores retablos renacentistas de España. Otros atractivos de Santo Domingo de la Calzada son las murallas, las casonas del casco antiguo y la Plaza de España, cuyos soportales le otorgan una inconfundible personalidad.

San Millán de la Cogolla

Monasterio de Yuso
Monasterio de Yuso. | Shutterstock

Estos dos monasterios, el de Suso y el de Yuso, están declarados Patrimonio de la Humanidad y son famosos por recoger las primeras muestras escritas tanto de la lengua romance como de la lengua vasca en España.

El Monasterio de Suso es antiquísimo, del siglo VI, y una muestra magnífica de elementos visigodos, mozárabes y románicos. Entrar en este templo adosado a la roca es sumergirse en una sugerente penumbra, en un mundo de espiritualidad en el que destacan el cenobio, lugar de enterramiento, y la escultura del cenotafio de San Millán. El de Yuso, por su parte, es un majestuoso edificio renacentista y barroco, cuya elegancia armoniza maravillosamente con las verdes colinas de alrededor.

Ezcaray

Ezcaray
Ezcaray. | Shutterstock

Ezcaray, nombrada ‘primera villa turística de La Rioja’, es una localidad de poco más de 2000 habitantes que ofrece una autenticidad incomparable. Su parte antigua permite disfrutar de muchos ejemplos de arquitectura tradicional, además de soportales, plazuelas porticadas y palacios. También destaca la Real Fábrica de Paños de Santa Bárbara, fundada en 1752, que actualmente alberga el ayuntamiento y el teatro municipal, así como la bella parroquia de Santa María la Mayor. Después de deleitarnos con el patrimonio de Ezcaray, nada mejor que contemplar su paisaje único o disfrutar de la deliciosa gastronomía local.

El vino, una cultura del disfrute

La Rioja es sinónimo de buenos vinos, y conocer de cerca su elaboración es una experiencia que en esta región es especialmente recomendable e interesante. Aunque son muchas las localidades con bodegas que se pueden visitar, hemos elegido dos que añaden otros muchos encantos.

Briones

Briones
Briones. | Shutterstock

Situado en una colina y presidido por el campanario de su iglesia, en Briones se suma el carácter medieval de sus calles a la abundancia de excelentes vinos. Todo el pueblo está rodeado de viñedos, y cuenta con unas cuantas bodegas en las que te explicarán la elaboración del vino y podrás probar alguno que te enamorará. Los más aficionados a la enología harán bien en visitar, también, el Museo Vivanco de la Cultura del Vino.

Haro

Viñedos con Haro de fondo
Viñedos con Haro de fondo. | Shutterstock

Haro es la capital de la llamada Rioja Alta y también, para muchos, del vino Rioja. Las numerosas bodegas atraen cada año a miles de amantes del vino, pero también su casco histórico y, cómo no, su rica gastronomía. Una Fiesta de Interés Turístico Nacional que no debes perderte es la Batalla del Vino, la estrella de la romería de San Felices. Esta peculiar batalla realizada con vino es un espectáculo insólito, cuyos participantes se van tiñendo del color morado del tinto a medida que avanza la contienda entre risas y gritos.

Otras sorpresas que guarda La Rioja

Además de lo anterior, la comunidad riojana cuenta con varios atractivos curiosos e interesantes que no deberían faltar en una visita.

La Senda de los Dinosaurios

Figuras de dinosaurios en Enciso
Figuras de dinosaurios en Enciso. | Shutterstock

En torno a la villa de Enciso, en el sur de La Rioja, se encuentra una zona con hasta tres yacimientos que dan testimonio de la Tierra hace millones de años. Para visitarlos y conocer de cerca a los dinosaurios, hay un itinerario de senderismo de 7 kilómetros, con figuras a tamaño real de esas criaturas, miradores y un parque temático que encanta a los niños, El Barranco Perdido.

Las Cuevas de los Cien Pilares

Cuevas de los Cien Pilares
Cuevas de los Cien Pilares. | Wikimedia

Estas cuevas de origen humano forman uno de los paisajes riojanos que querrás disfrutar en persona, un conjunto rupestre de lo más intrincado y sugerente, donde se instaló una comunidad de habitantes en la Edad Media, buscando refugio bajo la montaña. Igual de impresionante, en el mismo estilo, es la Cueva de los Palomares, en Nalda, cuya superficie llena de hornacinas es difícil de olvidar.