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Maravillas de Jaén que hay que ver al menos una vez en la vida

Maravillas de Jaén que hay que ver al menos una vez en la vida

Jaén es belleza salvaje, una naturaleza indómita como pocas. Al mismo tiempo, es un valioso escenario histórico donde han dejado marca multitud de culturas diferentes. Una provincia que sorprende a quien no la conoce por la cantidad de encantos que despliega. Acompáñanos en esta aventura de desenterrar las maravillas de Jaén que esperan a ser descubiertas.

Un legado histórico envidiable

Arqueología deslumbrante

Ruinas del castillo de Giribaile
Ruinas del castillo de Giribaile. | Shutterstock

Los sitios arqueológicos de Jaén son numerosos y todos de primer nivel. Una excelente manera de conocer este legado es visitar el Museo de Jaén en la capital, pero si queremos recorrer esos escenarios de leyenda, hay rincones fascinantes como Giribaile, un área que engloba un santuario prehistórico, un gran poblado ibérico e incluso un antiguo cenobio y un castillo almohade, en medio de los característicos olivares.

Otro lugar que no deja indiferente es la cámara funeraria de Toya, gran tumba principesca de carácter monumental. Esta construcción ciclópea nos traslada al mundo de la aristocracia íbera, sus ritos funerarios y sus creencias sobre el más allá. Hay, por ejemplo, receptáculos donde depositaban ajuares y urnas, y nichos para dejar ofrendas. Además, han sobrevivido cerámicas griegas y otros elementos que nos sumergen en aquel mundo lejano.

Jaén, tierra de castillos

Castillo de La Iruela
Castillo de La Iruela. | Shutterstock

Desde las guerras entre romanos y cartagineses hasta la Batalla de Bailén, sin olvidar la Reconquista y episodios épicos como las Navas de Tolosa, Jaén ha sido escenario de un sinfín de batallas históricas. No extraña que sea la provincia española con más castillos. Algunos son verdaderos iconos del paisaje, como el de la Iruela, encaramado a un risco sobre el pueblo, en plena Sierra de Cazorla.

Otro castillo alucinante es el de Burgalimar, el más antiguo de España de cuantos se mantienen aún en pie. Localizado en la localidad de Baños de la Encina, destaca por su magnífico estado de conservación, pero sobre todo por la figura imponente de las 14 torres que ostenta. Es todo un símbolo de la época del califato, pero lo cierto es que sus orígenes se remontan aún más allá, hasta la legendaria cultura de El Argar.

Las joyas del Renacimiento

Catedral de Baeza
Catedral de Baeza. | Shutterstock

De la crudeza de los tiempos antiguos y medievales, Jaén pasó a ser uno de los epicentros del refinamiento renacentista. Prueba de ello son las dos ciudades declaradas Patrimonio de la Humanidad por sus espléndidos edificios de ese período: Úbeda y Baeza.

La primera, ciudad boyante en el siglo XVI, cuenta con maravillas como la Sacra Capilla del Salvador, una de las iglesias más bonitas de España. Otros hitos de la ciudad son Santa María de los Reales Alcázares o el Oratorio de San Juan de la Cruz, magnos ejemplos del esplendor pasado. En Baeza es obligado admirar la catedral, erguida tras la hermosa Fuente de Santa María, así como las otras muchas iglesias que salpican la ciudad llamada ‘nido real de gavilanes’.

Pueblos de Jaén que enamoran

Cazorla
Cazorla. | Shutterstock

Jaén atesora pueblos preciosos que conservan un sabor único, a menudo con lejanas raíces árabes y paisajes llenos de fuerza. Uno de los más imponentes es Sabiote, cuyas murallas almenadas encierran un conjunto histórico muy notable, en el que no falta un sensacional castillo que se puede visitar.

También cabe mencionar Segura de la Sierra, declarado Conjunto Histórico-Artístico. Es una localidad que nos permite viajar del mundo árabe, con baños incluidos, hasta la casa nada menos que del poeta Jorge Manrique, sin olvidar otro de los castillos grandiosos de la provincia.

En la zona más cercana a la Sierra de Cazorla hay dos pueblos que añaden el poder de la naturaleza a su innegable belleza. Uno es el que da nombre a la sierra, Cazorla, evocador de leyendas y poseedor de excepcional arquitectura. El otro ya ha aparecido por aquí y es La Iruela, pequeño y muy cercano al primero, donde además del castillo vale la pena pasear por sus calles blancas y disfrutar de unas vistas inmejorables sobre el entorno.

Maravillas naturales de Jaén: vida salvaje por explorar

Parque Natural de Despeñaperros

Parque Natural de Despeñaperros
Parque Natural de Despeñaperros. | Shutterstock

Despeñaperros, además de paso tradicional hacia Andalucía, es un valioso parque natural con casi 8000 hectáreas de terreno protegido, atravesado por el famoso desfiladero de más de 500 metros de alto junto al río. Las abundantes encinas, alcornoques y pinos sirven de hogar para algunos representantes de la fauna ibérica más espectacular, como el lince y el lobo.

Dentro del espacio protegido hay grutas tan interesantes como la Cueva de los Muñecos, de gran valor geológico, y otros lugares que han conservado pinturas rupestres del Neolítico.

La Cascada de Cimbarra

Cascada de Cimbarra
Cascada de Cimbarra. | Shutterstock

No lejos de Despeñaperros, en el norte de la provincia, encontramos uno de los paisajes más seductores salpicado por la Cascada de la Cimbarra, declarada paraje natural. El río Guarrizas tiene un salto que llega a los 20 metros, en el punto donde cruza una falla que es además como un libro abierto de geología. La belleza de este confín de Sierra Morena cobra vida con el sonido del agua en su caída, y sin duda también por la presencia de la nutria, el martín pescador y otras especies.

Sierras de Cazorla, Segura y Las Villas

Parque Natural de las Sierras de Cazorla, Segura y Las Villas
Parque Natural de las Sierras de Cazorla, Segura y Las Villas. | Shutterstock

El Parque Natural de las Sierras de Cazorla, Segura y Las Villas es el mayor espacio protegido de España, y el segundo de Europa. Por su vastedad, engloba zonas tan diferentes como poblaciones, montañas y profundos cañones, en un paisaje lleno de resonancias míticas.

No faltan hermosos saltos de agua, como la Cascada de las Calaveras. Tampoco portentos naturales tales como la Cueva del Agua de Tíscar o la Cueva de los Anguijones, entornos sobrenaturales más propios de un cuento fantástico.

Sierra Mágina

Parque Natural de Sierra Mágina
Parque Natural de Sierra Mágina. | Shutterstock

A escasa distancia de la capital, el paisaje cambia dramáticamente y se alza el pico más alto de la provincia, el Mágina, de más de 2000 metros. La magnitud del desnivel da lugar a una gran variedad de ecosistemas que se pueden recorrer a través de un gran número de sendas y caminos.

En el Parque Natural de Sierra Mágina hay también cascadas, como la del Zurreón, que a veces llega a helarse, miradores portentosos y, por supuesto, castillos. El cercano manantial riega una bonita área de cerezos e higueras, pero a poca distancia la vida salvaje se impone, y es posible ver cabras monteses y un buen número de rapaces.

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