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11 destinos ideales para viajar solo por España

Destinos ideales para viajar solo por España

Viajar solo es una experiencia que deben vivir todos aquellos que alguna vez han tenido la intención o la tentativa de lanzarse a ello. Si existe el deseo, si uno considera que es algo que podría disfrutar o que podría marcarle de alguna manera, no hay que tener miedo. Hay que lanzarse y hacerlo. España es un país ideal para viajar solo. En primer lugar, porque es un país tan diverso que uno se quedará maravillado con la cantidad de paisajes diferentes que se pueden ver en un simple viaje por carretera, sin la distracción de la compañía. Porque la compañía puede ser agradable, pero en ella se vuelca una atención que no es necesaria, claro, cuando se viaja solo.

Por otro lado, este conjunto de pueblos y culturas que es España está repleto de personas simpáticas y amables que acogen bien al viajero. Así que a ello: he aquí un recopilatorio de destinos ideales para viajar solo por España.

Destinos ideales para viajar solo por primera vez en España

Hay dos opciones, en líneas generales, a la hora de viajar solo por primera vez. O bien uno tiene en mente un lugar que le interesa visitar y por tanto se lanza a ello, o bien quiere vivir la experiencia pero no tiene demasiado claro por dónde empezar. Para los segundos: estos son destinos excepcionales para viajar solo por primera vez en España, por diversos motivos.

Madrid o Barcelona, las grandes ciudades de España

Barrio gótico de Barcelona
Barrio gótico de Barcelona. | Shutterstock

Tanto Madrid como Barcelona son destinos perfectos para viajar solo si lo que busca el viajero en cuestión son actividades constantes, gente a su alrededor, posibilidades en general. Plantearlo como un viaje cultural puede ser una gran idea, pues tanto la capital como la Ciudad Condal tienen numerosas ofertas en todos los ámbitos, desde el teatro hasta la música pasando por el deporte. Un viaje en soledad de estas características significará no parar. En Madrid y en Barcelona siempre hay algo que hacer.

Santiago de Compostela, para alcanzar la paz interior

Santiago de Compostela
Santiago de Compostela. | Shutterstock

No es que Santiago de Compostela sea una ciudad inferior a las anteriores en algún sentido, es sencillamente diferente. Más tranquila, aunque igualmente con mucho movimiento. Movimiento de peregrinos llegados de diferentes partes del mundo, lo que la convierte en una de las ciudades más globales de España. Pero Santiago de Compostela se mueve de otra manera, todo funciona a otro ritmo, más despacio, más pausado. Así que, aunque sea igualmente un viaje a una ciudad que tiene numerosas ofertas para el viajero, el viaje vivido aquí será diferente. Algo a destacar para estas primeras veces: pocas ciudades son tan acogedoras como esta.

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La luz de Granada

Calles de Granada
Calles de Granada. | Shutterstock

Algo semejante sucede con Granada, más similar a Santiago de Compostela que a Madrid o Barcelona. Si la ofrecemos como alternativa a la anterior es porque es la contraparte andaluza perfecta a la ciudad gallega. Granada es especial, uno de los lugares más completos y bellos de Andalucía, repleta de rincones que visitar. Destaca, por supuesto, su maravillosa Alhambra, declarada Patrimonio de la Humanidad hace casi cuarenta años. No hay que dejar de pasear sus calles en silencio, sin prisa, involucrándose por completo con lo que uno ve, siente o huele.

Parroquia de Cangas de Onís, el corazón de Asturias

Basílica de Covadonga
Basílica de Covadonga. | Shutterstock

Para quien sospeche que su primer destino para viajar solo por España debe ser un entorno más rural, la parroquia de Cangas de Onís es una elección fantástica. El propio pueblo cabeza de la parroquia, Cangas de Onís, es un lugar ideal para descansar y disfrutar. A tan solo un paso, el santuario de Covadonga, con su impresionante basílica, le pondrá el toque histórico y cultural. Si el viajero sigue ascendiendo hacia los Picos de Europa, los lagos de Covadonga ofrecerán naturaleza, senderismo y aire puro. Todo esto es el corazón de Asturias, aunque solo se comprende de verdad una vez que se visita.

Lanzarse a la carretera, una opción fantástica para viajar solo por España

Tomando la estela dejada por Cangas de Onís, donde puede uno moverse en autobús pero lo ideal es hacerlo en vehículo si se quiere tener independencia, pasamos a esos viajes en los que es necesario moverse por carretera. Tanto si uno se ha animado a viajar solo antes como si es su primera vez y siente que es este tipo de viaje el que debe vivir, esa sensación de ir canturreando sin rendir cuentas mientras van sucediéndose los paisajes es inigualable. Y los destinos, claro.

El imprescindible triángulo vasco

El ambiente en Vitoria es fantástico
El ambiente en Vitoria es fantástico. | Shutterstock

No importa el destino por el que se decida empezar ni tampoco la ruta que se desee seguir, solo importa este hecho: esa especie de triángulo que forman las tres grandes ciudades vascas conforman un viaje fantástico. San Sebastián, Bilbao y Vitoria guardan similitudes, pero son diferentes entre sí. El casco histórico de San Sebastián, la ría de Bilbao y el encanto blanco de Vitoria, todas con sus monumentos y su historia particular, ofreciendo la misma gastronomía, es una excelente opción para viajar solo. Para todos aquellos, claro, que tengan claro que quieren una experiencia en la ciudad.

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Llámalo paraíso, llámalo Pirineo

Pueblo de Torla
Pueblo de Torla. | Shutterstock

Para quienes busquen algo diferente, siempre que se atrevan, pueden animarse con las sinuosas carreteras de los Pirineos, esa increíble cadena montañosa que parece proteger España del resto del continente. Adentrarse en los Pirineos significa descubrir pueblos que parecen detenidos en el tiempo, como Broto o Durro. Valles en los que no hay otra cosa que silencio, como sucede con el de Vió. Patrimonios de la Humanidad tan inesperados como las iglesias románicas del valle de Boí. Ese halo de misterio que invade al Baztán… Los Pirineos, en fin, son un paraíso para quien busque un contacto directo con la naturaleza y esa sensación romántica donde las haya de sentirse cercano a otra época.

Las Merindades, la magia castellana

Orbaneja del Castillo
Orbaneja del Castillo. | Shutterstock

En los últimos años han empezado a cobrar relevancia y popularidad, pero Las Merindades es todavía una comarca que vive al margen del turismo masivo. Semejantes a los Pirineos en cuanto a silencio y ritmo de viaje, diferentes con respecto a lo que puede encontrarse en sus rincones. Pueblos como Puentedey, espacios naturales como el salto del Nervión, que es la cascada más alta de España, o el complejo subterráneo que conforma Ojo Guareña, con sus más de 100 kilómetros de cuevas. Ir moviéndose de un lugar a otro es una delicia.

Vida contemplativa en Costa Brava

La preciosa postal de Calella de Palafrugell
La preciosa postal de Calella de Palafrugell. | Shutterstock

Los italianos inventaron una expresión para referirse a este placer que provoca el no hacer nada. Dolce far niente, lo llaman ellos. Playas de Costa Brava, podríamos decir simplemente los españoles. Porque los espacios naturales en los que reposar frente al mar Mediterráneo, en esta región de España, son numerosos y también preciosos. Este es un viaje ideal para quien busque ese descanso frente a las aguas Mediterráneas, aunque Costa Brava es mucho más. El monasterio de Sant Pere de Rodes o pueblos como Peratallada aportar el elemento artístico y cultural. Y medieval, porque esta región está poblada de huellas medievales.

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Cabo de Gata, la salvaje Andalucía

Carboneras, en Cabo de Gata
Carboneras, en Cabo de Gata. | Shutterstock

Cabo de Gata es otro paraíso. Un paraíso andaluz, en este caso. En la playa del Charco o la playa de San Miguel uno se siente diminuto y a la vez inmenso. Los parajes naturales son deslumbrantes y los pueblos en los que descansar cuando llega la noche no son menos sorprendentes. Carboneras, Agua Amarga, Níjar o Rodalquilar ofrecen casas blancas, paseos sin mapa y mucha, mucha tranquilidad. Tomar el coche y recorrer Cabo de Gata de punta a punta es siempre una buena idea.

Lanzarote, como estar en otro mundo

Playa de El Golfo, Lanzarote
Playa de El Golfo, Lanzarote. | Shutterstock

Lanzarote es una isla ideal para recorrer solo en coche. Si bien es grande, no es inabarcable, por lo que los trayectos no son agotadores. Uno puede dejarse arrastrar por ese dolce far niente en playas como la de Papagayo o las calas de Caletón Blanco, pero también puede sentirse un aventurero descubriendo ese otro planeta que es el parque nacional de Timanfaya. Los Jameos del Agua, los Hervideros o pueblos como El Golfo son otros rincones imprescindibles. Eso es Lanzarote: imprescindible para cualquier tipo de viajero.

El Camino de Santiago, otra manera de viajar solo

Uno de los senderos del Camino de Santiago
Uno de los senderos del Camino de Santiago. | Shutterstock

La experiencia que se vive en el Camino de Santiago, sobre todo si uno viaja solo, merece un apartado aparte. Uno no sabe lo que significa hasta que no lo ha vivido. Andar 20, 25 o 30 kilómetros al día, subiendo montañas o cruzando valles, como cantaban Los Tamara allá por los años sesenta en A Santiago Voy, es una experiencia única. Puede terminar resultando mejor o peor, pero será siempre única. Ni siquiera aunque uno recorra un mismo tramo dos veces lo sentirá igual.

Es una propuesta ideal para viajar solo por España para todos aquellos que de verdad quieran sentirse en soledad y en paz, desconectando del mundo y reconectando con uno mismo. El destino en este caso no importa, importa el camino. Pero si uno no se ha cansado de su propia compañía, al llegar a Santiago de Compostela puede empezar ese otro viaje en soledad propuesto al principio.