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Las mejores rutas de senderismo por los Pirineos

Mejores rutas de senderismo por los Pirineos

Los Pirineos son un sistema montañoso al noreste de España que abarca unos 19 000 kilómetros cuadrados a lo largo de Guipúzcoa, Navarra, Huesca, Lleida y Girona. Por tanto, es un lugar en el que se pueden encontrar decenas y decenas de rutas de senderismo, muchas de ellas con unos paisajes de ensueño. Esta selección trata de recoger algunas de las favoritas por los senderistas.

Rutas por el Pirineo aragonés

Ruta hasta el Pico Anayet

Amanecer en el pico Anayet.
Amanecer en el pico Anayet. | Shutterstock

El pico Anayet se encuentra muy al norte de Aragón, casi en la frontera con Francia. Se trata de una ruta de 17 kilómetros con más de 1000 metros de desnivel acumulado, tanto de subida como de bajada, y con una duración de unas cinco horas y media. La ruta empieza en la estación de esquí Formigal – Panticosa. Durante los primeros kilómetros se ve el pico Culivillas y pequeños saltos de agua. Con el final de la ruta llegas a la cima del pico Anayet, que se caracteriza por ser muy puntiagudo y de color rojizo. Desde arriba, las vistas son espectaculares, ya que se trata de un pico con una altitud de 2545 metros.

Ruta de Aguas Tuertas

Valle de Aguas Tuertas Huesca
Una mañana con niebla al pie del valle de Aguas Tuertas. | Shutterstock

La ruta de Aguas Tuertas tiene una distancia de 16 kilómetros que se recorren a lo largo de cuatro horas. Tiene la particularidad de que se sigue el camino del río Aragón Subordán, que nace y va formando meandros. Ese lugar recibe el nombre de valle de Aguas Tuertas y es de carácter glaciar. En cuanto a su dificultad, es una ruta para casi todos los públicos. El único momento en el que hay algo de complejidad técnica es el desnivel del final del recorrido. La ruta de Aguas Tuertas termina en el ibón de Estanés, que es un lago que se encuentra a unos 1900 metros de altitud. Es una de las mejores rutas de senderismo para descubrir la variedad de los Pirineos.

Pasarelas del Vero

Cascada río Vera
Una de las cascadas del río Vero. | Shutterstock

En la provincia de Huesca se puede encontrar una de las rutas de senderismo más originales de todos los Pirineos: las pasarelas del Vero. Se trata de una ruta de cuatro kilómetros y dificultad media cuya duración es de unas cuatro horas. Sin embargo, su particularidad reside en que gran parte del recorrido se realiza por pasarelas junto al río Vero. Asimismo, en algunos tramos se pueden observar cascadas, lo que hace de esta ruta algo más bello aún.

Ruta de la Cola de Caballo

Cascada en el Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido
Cascada en el Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido. | Shutterstock

El Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido es uno de los lugares más mágicos de los Pirineos, así que no podía faltar una de sus rutas. En la ruta de la Cola de Caballo se pueden observar algunas de las mejores vistas de este valle. Además, el recorrido pasa por algunos de los sitios más emblemáticos del valle de Ordesa, como la pradera de Ordesa, el Camino de los Cazadores, el Circo de Cotatuero o la cascada Cola de Caballo, que da nombre a la ruta. Esta tiene una distancia de 20 kilómetros, así que no está indicada para personas que no tengan una preparación física mínima.

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Cañón de Añisclo

Ermita de San Úrbez en el Cañón de Añisclo en el Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido, en Huesca
Ermita de San Úrbez en el Cañón de Añisclo en el Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido, en Huesca. | Shutterstock

En el Pirineo aragonés se puede disfrutar de una ruta muy sencilla y cortita que permite observar uno de los parajes naturales más espectaculares de la geografía española: el Cañón de Añisclo. En primer lugar, desde el pueblo de Escalona se cruza el puente medieval de San Úrbez. Después, se recorre el borde del desfiladero hasta llegar a la ermita de San Úrbez, que está incrustada en la roca. Por último, se desciende hasta el cauce del río Aso, donde se puede ver un molino.

Rutas por el Pirineo navarro

Ruta hasta las cuevas de Zugarramurdi

La cueva de las brujas puede visitarse
La cueva de las brujas de Zugarramurdi puede visitarse. | Shutterstock

Para aquellos que no estén acostumbrados a hacer deporte o que vayan con niños, la ruta de las cuevas de Zugarramurdi es perfecta para ellos. Se trata de unas cuevas situadas en el norte de Navarra en las que, según cuenta la leyenda, hace siglos las brujas se reunían para practicar brujería. Se puede llegar a ellas con un pequeño recorrido relajado y circular mientras se observan los bosques de la comarca de Baztán. Una vez allí, merece la pena entrar en las cuevas. Sin duda, esta es una de las mejores rutas de senderismo por los Pirineos para todas las edades.

Ruta hasta el embalse de Irabia

Reserva de Irabia en el bosque de Irati
Reserva de Irabia en el bosque de Irati. | Shutterstock

También en Navarra, se puede hacer rutas por la Selva de Irati. Este bosque, que se caracteriza por tener hayas, abedules, acebos y tejos en abundancia, es especialmente bonito durante la época otoñal. Entre las numerosas rutas de senderismo que se pueden realizar se encuentra la que conduce al embalse de Irabia. Se trata de una ruta de 10 kilómetros con poco desnivel, así que su dificultad es baja. A lo largo del recorrido se ve el embalse de Irabia en todo momento y se puede encontrar hayas y abetos con formas curiosas. Además, es una ruta circular, así que se acaba donde se inicia.

Rutas por el Pirineo catalán

Ruta de los 7 Lagos

Lago de Estany Plan en la ruta de los 7 Lagos
Lago de Estany Plan en la ruta de los 7 Lagos. | Shutterstock

El nombre de la ruta de los 7 Lagos hace referencia a los lagos del Circo de Colomers que se pueden ver en estos senderos situados en el valle de Boí, justo al lado del valle de Arán, en Lleida. Además, se puede elegir entre la versión corta, de tres o cuatro horas, o la versión larga, de siete u ocho. En el caso de hacer un descanso, uno de los puntos que más merece la pena por sus maravillosas vistas es el lago de Estany Plan. Desde luego, es un recorrido con unos paisajes para pararse a admirarlos. Como sucede con la mayoría de rutas de senderismo por los Pirineos, uno se queda boquiabierto, sin saber si avanzar o detenerse.