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Los pueblos más bonitos de Girona

Los pueblos más bonitos de Girona

Girona es considerada una de las provincias más bonitas y atractivas de Cataluña dentro del turismo rural. Pueden encontrarse auténticos tesoros que año tras año atraen a miles de visitantes en busca de paisajes únicos y llenos de encanto. Desde costas de ensueño con agua cristalinas y casas blancas, hasta pueblos del interior anclados en la época medieval y construidos en piedra. Estos son algunos de los pueblos más bonitos de Girona.

Girona fascinante: sus pueblos más bonitos

Calella de Palafrugell

Calella de Palafrugell
Calella de Palafrugell. | Shutterstock

Uno de esos pueblecitos que no se olvidan. Ubicado a las orillas del Mediterráneo, en plena Costa Brava, este pueblo costero se ha llevado todo el reconocimiento cultural debido a sus pintorescas casas blancas construidas en la falda de la ladera. Uno de los momentos más esperados por los turistas es la llegada y salida de todos los barcos pesqueros que dan vida al pueblo. Además, otro de sus principales atractivos es la oferta de rutas y senderos que tiene. Uno de ellos, el Camino de la Ronda, rodea el pueblo y ofrece unas vistas espectaculares del mar y de todo el paisaje costero que tiene Calella de Palafrugell.

Cadaqués

Cadaqués
Cadaqués. | Shutterstock

Otro de los pueblos costeros imprescindibles de Girona es Cadaqués. Además de conquistar con su paisaje pesquero y su playa de aguas limpias y arena blanca, este pueblo posee un enorme patrimonio cultural entre sus calles. Su casco histórico es considerado uno de los más bonitos de la zona. La Parroquia de Santa María, de estilo gótico, destaca entre todos los edificios, dando carácter a la ciudad y adaptándose a la estética costera. Así mismo, la Casa Blaua es otro de sus grandes atractivos, un edifico de estilo modernista que no pasa desapercibido. No hay que pasar por alto, claro, su relación con Salvador Dalí.

Castellfollit de la Roca

Castellfollit de la Roca
Castellfollit de la Roca. | Shutterstock

Entrando más en el interior de la región se encuentra Castellfollit de la Roca, un espectacular pueblo construido en el borde de un enorme precipicio que proporciona unas vistas espectaculares. El risco de roca basáltica, de más 50 metros de altura, está rozando el río Fluvià y da la sensación de que las casas de piedra del pueblo están mirando al borde del precipicio. Simplemente pasear sus calles o descubrir los restos de la antigua calzada romana es todo un espectáculo digno de ver y de ser visitado.

Tossa de Mar

Tossa de Mar
Tossa de Mar. | Shutterstock

Ha sido nombrado uno de los pueblos más bonitos de Cataluña al ser considerada la mezcla perfecta entre el paisaje costero y la ciudad medieval. Fue la actriz internacional Ava Gardner la que dio renombre a este espectacular lugar. Las murallas del castillo de Tossa de Mar generan una simbiosis con el paisaje natural y delimitan la playa con el casco antiguo de la ciudad, generando múltiples escenarios que no dejan a nadie indiferente.

Peratallada

Peratallada
Peratallada. | Shutterstock

Muchos de los pueblos de Girona con más encanto parecen estar hechos para ser descubiertos y absorbidos por sus callejuelas dignas de otro tiempo. Peratallada es uno de esos lugares. Este pueblo es uno de los que más ha logrado mantener la esencia y el ambiente medieval que tanto caracteriza a esta región. Con sus callejones y casas de piedra, es un pueblo por el que merece la pena perderse. A pesar de su pequeño tamaño, Peratallada posee una emblemática iglesia del románico del siglo XIII, la Iglesia de San Esteban, y la plaza de las Voltes, lugar de reunión de todos los habitantes del pueblo.

Besalú

Besalú
Besalú. | Shutterstock

Es una de las ciudades medievales por excelencia en Girona y en toda Cataluña. Con un imponente puente de piedra, se da la bienvenida a todos los visitantes que quieren descubrir en este pueblo un trocito de historia de la región. Algunas de las paradas obligatorias dentro de Besalú son la iglesia de Sant Vicenç, la casa de Cornellà y la característica fachada de la antigua iglesia hospital de Sant Julià. También dispone de una judería de la época medieval cuyo Miqvé es una de las únicas dos casas de baños judías que se han descubierto en España.

Camprodón

Camprodón
Camprodón. | Shutterstock

Situado en el valle que le da nombre, Camprondón es uno de los pueblos más visitados de la zona, y no es para menos. Este pueblo tiene un enorme patrimonio cultural e histórico, empezando por su impresionante puente, el Pont Romà, que conserva un gran conjunto histórico de la época medieval. Otros lugares de interés a tener en cuenta son el monasterio de Sant Pere y el museo dedicado a Isaac Albéniz, el prestigioso compositor y pianista que, precisamente, nació allí.

Monells

Monells
Monells. | Shutterstock

Es un pequeño pueblo de Girona que, en la actualidad, pertenece a un conjunto regional cuyo núcleo es Cruilles, Monells y Sant Sadurní de l’Heura. Sin embargo, este pueblo es uno de los más antiguos que se conocen en Cataluña, ya que los primeros registros lo sitúan en el siglo X. Este es precisamente uno de sus mayores atractivos. Recorrer las calles de un lugar tan antiguo ya puede ser una experiencia que enamora pero, además, sus casas de piedra, la antigua muralla y la plaza del pueblo ponen el colofón final.

Pals

Pals
Pals. | Shutterstock

Está considero como un Lugar de Interés Histórico ya que es uno de los pueblos más grandes y que mejor conserva todo su legado medieval. El simple hecho de pasear por sus calles ya transporta en el tiempo. Pals es un lugar lleno de historia y de restos que enamorarán a los amantes de pasado. Una de sus visitas obligatorias es la Torre de las Horas, el único resto que se conserva de un antiguo castillo y, por supuesto, la Iglesia de Sant Pere cuyos más de 1000 años de antigüedad le hacen reunir retazos de todos los estilos arquitectónicos.

Santa Pau

Sant Pau
Santa Pau. | Shutterstock

Otro de los numerosos pueblos medievales del interior de Girona. Además, se caracteriza por su ubicación, en pleno Parque Natural de la Garrotxa. Esta localización dota a Santa Pau de unas envidiables vistas y de un paisaje vegetal que le dan un toque especial, notándose el contraste de la piedra de los edificios con el verde de la reserva. Además de poder disfrutar de su gastronomía y de hacer una visita por el casco antiguo y su castillo, Santa Pau ofrece a sus visitantes un sinfín de rutas y senderos adaptados a todo tipo de personas y experiencias.

Beget

Beget
Beget. | Shutterstock

Para terminar esta lista de los pueblos más bonitos de Girona, no se podía quedar en el tintero el pueblo de Beget, en el municipio de Camprodon. Beget está rodeado del valle que da nombre al municipio y conserva perfectamente el encanto y el paisaje medieval tan frecuente de la zona. Con dos puentes medievales de entrada y salida y un claro estilo románico en sus construcciones, este pueblo también es capaz de llevar al visitante a otra época. Una de las paradas imprescindibles es la iglesia de Sant Cristòfor, uno de los templos románicos mejor conservados de la zona.

También puedes leer este artículo en inglés y francés.