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Como principal exponente del modernismo catalán, Antoni Gaudí es reconocido mundialmente por su peculiar forma de trabajar los espacios. Tanto es así, que su legado cuenta con una categoría propia en el registro de Patrimonio de la Humanidad de la Unesco: Works of Antoni Gaudí. Siete obras del arquitecto conforman dicha categoría, que acogió tres edificios en 1984 y el resto en 2005. En este paseo por la herencia de un artista con una visión del mundo extraordinaria, repasamos esas obras que han trascendido todas las fronteras.
Las obras de Antoni Gaudí reconocidas como Patrimonio de la Humanidad
Park Güell
El Park Güell es, probablemente, una de las obras de Gaudí más sonadas a nivel internacional. Son muchas las personas que acuden cada año a explorar la Escalinata del Dragón, la Sala Hipóstila y la Plaza de la Naturaleza, lugares que han pasado a ser algunas de las postales más emblemáticas de la ciudad de Barcelona. Sea o no la primera vez que se visita este parque repleto de rincones sorprendentes, siempre es un placer pasear por sus jardines, sus pasadizos con aspecto de grutas y sus curiosos edificios.
Palau Güell
Al igual que el Park Güell, el Palau fue encargado a Gaudí por el político y mecenas Eusebi Güell. Fue construido entre 1886 y 1890, y se encuentra en la calle Nou de la Rambla de Barcelona. En este edificio se puede observar el reconocido estilo arquitectónico de Gaudí aplicado al ámbito doméstico. Destacan los juegos de luces y las formas curiosas que decoran sus tejados, ventanas y puertas.
Casa Batlló
Esta ejemplar construcción ubicada en el Paseo de Gracia no necesita ninguna presentación. La Casa Batlló permite internarse en los fantasiosos mundos de Gaudí en todo su esplendor, como bien se puede comprobar en espacios como la Planta Noble, el patio de luces, el futurista desván y la azotea adornada con ondulantes chimeneas policromadas. Por supuesto, merece mención especial la fachada de la Casa Batlló, una labor artística de formas serpenteantes y escamas que relucen con tonalidades turquesa.
Casa Milà
También en el Paseo de Gracia, a unos cinco minutos a pie, descansa la elegante Casa Milà, también conocida como La Pedrera. Llama la atención su fachada blanca y sinuosa, complementada con una forja compleja y 32 balcones. El interior de la Casa Milà tampoco decepciona, puesto que los patios, las pinturas murales y la distribución creativa de los espacios generan una atmósfera original y sorprendente. Asimismo, la azotea presenta una serie de chimeneas vistosas que parecen contar con vida propia.
Casa Vicens
La construcción de la Casa Vicens fue el primer encargo importante que recibió Antoni Gaudí. Se encuentra también en Barcelona, en el distrito de Gracia, y cuenta con tres espacios principales: la construcción original, la ampliación de 1925 y la zona de jardín. En sus coloridas formas se aprecia un estilo orientalista que combina a la perfección con el sello personal del arquitecto modernista.
La cripta de la Colonia Güell
La cripta de la Colonia Güell es el único componente de la lista que no se encuentra en la ciudad de Barcelona. Para visitarla hay que desplazarse a Santa Coloma de Cervelló, a pocos kilómetros de la capital de Cataluña. A pesar de ser menos conocida que otras de sus obras, la cripta de Gaudí ofrece una fantástica muestra de la maestría del venerado arquitecto catalán.
La Fachada del Nacimiento y la cripta de la Sagrada Familia
El Templo Expiatorio de la Sagrada Familia es una de las creaciones más reconocidas de Gaudí. En esta obra extremadamente compleja, la arquitectura, la espiritualidad y el culto al mundo natural se funden en un universo de altas columnas, espectáculos de luces y detalles hilados al milímetro que no dejan a nadie indiferente.
De sus tres fachadas sobrecogedoras, la del Nacimiento es la más antigua y la que figura en la lista de la Unesco. Presenta un intrincado entramado escultórico que se divide en tres portales: el de la Esperanza, el de la Fe y el de la Caridad. Como curiosidad, esta fachada constituye la única parte de la Sagrada Familia que Gaudí vio materializarse antes de morir.
La otra construcción de la Sagrada Familia que fue reconocida por la Unesco en 2005 es la cripta, ubicada bajo el ábside. El suelo está decorado con un bello mosaico de estilo romano, y el lugar se asemeja a un bosque místico de columnas, vidrieras y arcos. Es aquí donde descansa el cuerpo de Gaudí, que vela por su valioso tesoro inacabado.
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