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El misterio de Goya en ‘Retrato de la duquesa de Alba de negro’

Retrato de la duquesa de Alba de negro

Francisco José de Goya y Lucientes, conocido como Francisco de Goya, retrató en dos ocasiones a María del Pilar Teresa Cayetana de Silva Álvarez de Toledo, la XIII Duquesa de Alba. Retrato de la duquesa de Alba de blanco es un óleo sobre tela que el pintor realizó en 1795. Dos años mas tarde, la representaría de manera completamente diferente en Retrato de la duquesa de Alba de negro y añadiría un detalle que es todavía hoy un misterio.

“Solo Goya”, el misterio de Retrato de la duquesa de Alba de negro

Retrato de la duquesa de Alba de negro
Retrato de la duquesa de Alba de negro. | Dominio público, Wikimedia

Corría el año 1797 cuando Francisco de Goya y la duquesa de Alba pasaron una temporada juntos en el palacio que esta tenía en Doñana. Este escenario ha quedado también retratado, aunque el paisaje, en esta ocasión, solo es un telón de fondo de importancia mínima. Los colores del mismo son grises y están difuminados, en contraste con los intensos colores de la protagonista, cuyo vestido negro ocupa la parte central del retrato. A la altura de la cintura también destaca un fajín rojo. Este y el blanco son los colores de la Casa de Alba y con ellos la retrató en su primera obra.

Para esta segunda, sin embargo, la duquesa está de luto, pues hacía unos meses que su marido había fallecido. Aquí es donde empiezan los rumores de relación entre retratista y retratada, rumores que se hicieron grandes precisamente a raíz del detalle que monopoliza la atención en el cuadro. La duquesa señala con su mano derecha hacia el suelo, donde está escrito “solo Goya”. Aparece al revés, de tal manera que es ella y no el espectador del cuadro quien puede leerlo con claridad. En los dedos de la mano con la que señala puede leerse, en dos sortijas, las palabras “Goya” y “Alba”.

Lo cierto es que estas habladurías son infundadas en tanto que nunca han existido pruebas más allá de la estrecha relación entre ambos, que también era profesional, pues la duquesa fue una de sus principales mecenas. Goya se trasladó a estas marismas del Guadalquivir durante un cierto periodo de tiempo durante el que pintó, entre otras cosas, este retrato. Hoy en día, Retrato de la duquesa de Alba de negro descansa en The Hispanic Society of America, en Nueva York.