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¿Qué hace una cúpula de la Alhambra en Berlín?

cúpula de la alhambra berlín

El Museo de Pérgamo, integrado en el complejo conocido como la Isla de los Museos de Berlín, es uno de los museos más importantes no solo de la ciudad alemana, sino del país. Su originalidad radica en que no se trata, como viene siendo lo habitual, de un edificio hecho para albergar obras de arte. En su caso, fue al revés: primero vinieron las obras de arte y, después, se construyó el inmueble. Una rareza que hace posible que cada rincón del museo sea una obra de arte en sí mismo: paredes, puertas, e incluso techos, están sustentados y formados por trocitos de la historia del mundo.

Otra de las peculiaridades del mismo es que aúna tres museos en uno. Por un lado, está la Colección de antigüedades clásicas, con obras tan impresionantes como el Altar de Pérgamo o la puerta del mercado de Mileto. En segundo lugar, el Museo del Antiguo Oriente Próximo alberga la obra quizás más representativa del Museo de Pérgamo: la puerta de Ishtar. El último de los museos es el Museo de Arte Islámico, el cual aúna piezas de arte islámico de entre los siglos VIII y XIX.

Museo de pérgamo
Puerta de Ishtar del Museo de Pérgamo. | Shutterstock

El recorrido de la cúpula de la Alhambra hasta Berlín

Es en esta última colección donde el viajero puede encontrar una cúpula de la mismísima Alhambra de Granada como techo de una pequeña habitación. Al viajero español probablemente le sorprenda encontrarse aquí, en este rincón de Alemania, un trozo de este valioso monumento de su país, ubicado en una sala sobre el Islam en la península Ibérica. Junto a la cúpula, una ventana de madera cordobesa o cerámicas andalusíes son algunos de los elementos de la colección. Pero volvamos a la cúpula. ¿Qué hace aquí? ¿Por qué está aquí?

La cúpula del Museo de Pérgamo pertenecía, originariamente, al Palacio del Partal, uno de los palacios nazaríes de la Alhambra y el Generalife. Se construyó alrededor de 1320, techando la parte superior de la Torre de las Damas hasta finales del siglo XIX. Durante dicho siglo el palacio, uno de los más antiguos del complejo andalusí y también el más maltratado, perteneció al banquero alemán Arthur von Gwinner en una época en la que el orientalismo estaba de moda y en la que algunas de las partes del complejo eran privadas.

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Cúpula de la Alhambra, integrada en la sala del Islam en la península Ibérica. | Shutterstock

Sin embargo, a su vuelta a Berlín, von Gwinner cedió al Estado español sus terrenos. Eso sí, no sin llevarse algo consigo: la cúpula. Y no para llevarla a ningún museo (el de Pérgamo no se construyó hasta 1930), sino para decorar su piso. Así lo hizo hasta 1978, cuando la familia del banquero se la vendió al Museo de Pérgamo y donde ahora el visitante puede contemplar un valioso ejemplo de arte andalusí.

La cúpula mide 1,90 metros de altura y su diámetro alcanza los 3,5 metros. Se trata de una bóveda hecha de madera de cedro y álamo, originalmente coloreada de rojo, azul y verde, tal como muestran los restos de pintura. En varias de las estrellas octogonales destaca la frase, escrita en árabe, “No hay más vencedor que Dios”.