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Recetas frescas, fáciles y rápidas para sobrevivir a las olas de calor

Recetas contra el calor, Recetas frescas, fáciles y rápidas para sobrevivir a las olas de calor

Hace calor, eso lo sabemos, es lo que tiene el verano y más en España. Cuando las altas temperaturas empiezan a derretir el asfalto apetecen, y mucho, esos platos fríos tan nuestros, tan de playa y de camping. Quién no se ha comido alguna vez una tortilla, puede que demasiado cuajada, en la orilla de un río cuando el calor acecha con intensidad. O un buen bocata de filetes empanados, tal vez un poco resecos, cuando el clima atenta contra la integridad física. Aquí os dejamos con las mejores recetas para combatir las olas de calor y mirarle a los ojos al termómetro de manera desafiante. Que no se diga.

Platos para combatir las altas temperaturas del verano

Esgarraet, una receta valenciana sencilla pero con estilo

Esgarraet tradicional de Valencia
Esgarraet tradicional de Valencia. | Shutterstock

Empezamos la lista con dos de los ingredientes más típicos en las recetas veraniegas del país, el bacalao y los pimientos. Un común denominador inteligente ya que ambas cosas se pueden comprar ya preparadas. Para no encender el horno en estos meses de calor achicharrante, lo mejor es coger unos pimientos asados de buena calidad. Al fin y al cabo es el alma del plato.

Empedrat catalán, una solución inteligente

Empedrat catalán
Empedrat catalán. | Shutterstock

Una ensalada de judías blancas con bacalao como agente diferenciador. Una receta perfecta para tenerla en la nevera al llegar del trabajo y socorrerse del golpe de calor. Esta receta mejora muchísimo si se prepara un par de días antes de consumirla, así todos los sabores se mezclan para crear algo sublime.

Gazpacho y salmorejo, Zipi y Zape

Gazpacho y salmorejo, dos caras de la misma moneda
Gazpacho y salmorejo, dos caras de la misma moneda. | Shutterstock

¿Qué se puede decir del combustible que da vida en tantas cenas veraniegas? Gazpacho y salmorejo, hermanos de madre con sus diferencias pero iguales en esencia. El que más suele variar es el gazpacho. Hay quien lo hace quitando el pan y añadiendo zanahoria en su lugar (queda algo más dulzón) o quien le echa comino. Dicen que así queda más digestivo.

Ensalada murciana, algo más que lechuga y cebolla (menos mal)

Ensalada murciana
Ensalada murciana. | Shutterstock

Cada ensalada en su momento. Un buen cordero lechal en Burgos se come con una ensalada sencilla de lechuga y cebolla. Pero, claro, un cordero a 40 grados te deja en un estado complicado. Para solucionarlo hay pocas ensaladas tan completas y deliciosas como la murciana. Tomates, huevo duro, atún… Una maravilla.

El zorongollo extremeño, que vivan los pimientos

Zorongollo extremeño
Zorongollo extremeño. | Shutterstock

En Extremadura, al igual que en muchas otras zonas de España, saben lo que es el calor. Por eso allí es tan típico el zorongollo. Una receta sencillísima y eficaz. Al igual que para el esgarraet, lo suyo es comprar unos pimientos asados de la mayor calidad. Un truco: para los pimientos de bote que no están muy allá, se pueden confitar despacio en bastante aceite de oliva con un par de dientes de ajo. Así dan el pego.

Tortilla española, fundamental

Tortilla española
Tortilla española. | Shutterstock

Con cebolla, por favor. Una tortilla española sin cebolla es una tortilla francesa confundida que no sabe lo que hace. Es como el arroz con cosas. ¿Una receta más de toda la vida? Imposible. Si es para llevar a la playa o al campo lo suyo es llevarla refrigerada, bien fresquita y bastante cuajada. Siempre es mejor evitar problemas.

Ajoblanco, una soupe froide elegantona

Ajoblanco
Ajoblanco. | Shutterstock

El ajoblanco es una sopa fría elegante y fácil, sorprendente todavía para muchos. No suele ser muy común prepararla fuera de Andalucía y del sur de Extremadura. Muchos dicen que es el padre del gazpacho, de una época anterior a la llegada del tomate desde América. El toque de las almendras es algo que catapulta a esta receta al olimpo gastronómico.

Ensaladilla rusa, a quién no le va a gustar

Ensaladilla rusa
Ensaladilla rusa. | Shutterstock

Tan maltratada a veces, la ensaladilla rusa se defiende bien en casa, con pocos ingredientes pero preparados con cariño. Importante cocer las patatas enteras y con piel para evitar que absorban mucha agua. Lo suyo es hacer una mayonesa casera (con algo de ajo), pero para llevar fuera siempre es mejor utilizar una buena mayonesa comercial. Seguridad ante todo.

Ensalada de judías blancas, infancia en una nevera portátil

Ensalada de judías blancas
Ensalada de judías blancas. | Shutterstock

La ensalada de judías blancas es una solución nacional contra el calor en la playa, en el lago o hasta en la piscina municipal. No hay mejor momento para comerse una buena ensalada de judías blancas que cuando se sale del agua en pleno julio. Esta receta debería ser patrimonio inmaterial de la humanidad. Pocos ingredientes y sanos a rabiar. Si queréis darle un toque diferente y exótico se puede usar un poco de salsa Lea Perrins, muy especial.

Natillas (P. D. : Gracias, abuela)

Natillas
Natillas. | Shutterstock

Poco se puede decir de uno de los postres más tradicionales y queridos de nuestra gastronomía. Sencillo, delicioso y barato. Por algo era el postre que hacían muchas de nuestras abuelas a menudo. Y aquí sí que hay debate de verdad, no como en el caso de la tortilla: ¿con o sin galleta?

Intxaursalsa, el postre vasco para darle un toque dulzón al verano

Intxaursalsa
Intxaursalsa. | Shutterstock

Puede que mucha gente no conozca esta receta tan interesante, nutritiva y dulzona, como lo suelen ser los postres tradicionales. La intxaur-saltsa o intxaursalsa (salsa de nueces en euskera) es una crema a base de leche, nata, azúcar y harina de nueces. Un postre muy sabroso y contundente que puede comerse frío o caliente. Una forma sencilla de transportarse a los caseríos de Gipuzkoa a través de sabores tan antiguos.