La gastronomía española es tan variada que ofrece un amplio abanico de niveles de dificultad a la hora de cocinar. Gracias a eso, es posible dedicar tiempo y esfuerzo a preparar un plato elaborado, o buscar una opción sencilla y disfrutar igualmente de un resultado delicioso. Con estas recetas de cocina fáciles, cocinar rápido y comer bien no están reñidos en absoluto. Además de ser sencillas y prácticas, sus ingredientes se encuentran en cualquier cocina y ofrecen la posibilidad de aprovechar los alimentos al máximo. Eficacia, ahorro y muchísimo sabor. ¿Qué más se puede pedir?
Recetas fáciles y trucos de cocina para ahorrar tiempo y recursos
Tapas caseras y picoteo en pocos minutos
A veces estamos en casa y simplemente queremos comer algo rápido y apetecible. Nada de primer y segundo plato. El pan con tomate y aceite de oliva, un aperitivo típico en regiones como Cataluña y Valencia, es una opción fresca y saludable para esas ocasiones. También es posible preparar diferentes tipos de tostadas saladas, como las de aguacate o salmón. Lo bueno de este tipo de aperitivos es que se pueden utilizar para aprovechar sobras. Por ejemplo, podemos complementar el pan con verduras, restos de un revuelto, ensaladilla rusa… Si los bares tienen tapas de todo tipo, ¿por qué no hacer lo mismo en casa?
Es obligatorio mencionar las sopas frías como el gazpacho o el salmorejo, platos refrescantes y nutritivos donde los haya. Si buscamos algo más saciante y apetitoso, siempre podemos preparar unos aros de cebolla o patatas fritas.
Los platos principales que nunca fallan
Si algo destaca a nivel internacional en la gastronomía española, es sin duda la paella valenciana. Sin embargo, hay otros platos de arroz mucho más rápidos que son perfectos para el día a día. Por ejemplo, el arroz a la cubana puede salvarnos una comida o una cena en la que falte la inspiración. Es delicioso, y a los niños les encanta.
Otro alimento que nunca falta en la dieta española es la pasta. Está rica sola o con tomate, pero hay formas muy sencillas de convertirla en un plato diferente y sabroso. Es el caso de los espaguetis a la boloñesa, los macarrones gratinados al horno o los macarrones con bechamel y queso. Además, las sobras se pueden utilizar para preparar una refrescante ensalada de pasta.
En lo que respecta a los platos de carne y pescado, hay fórmulas que nunca fallan. Un ejemplo de ello es el pollo al horno con patata, cebolla y especias al gusto. También es posible elaborar diferentes guisos de carne y pescado con los ingredientes que tengamos por casa, y el caldo se puede utilizar para dar sabor a sopas y arroces.
Las verduras son incluso más versátiles, ya que la mayoría puede cocinarse a la sartén o al horno con un poco de aceite de oliva, sal y especias. Otra opción exquisita es hacer empanadas de verduras. Si compramos la masa, simplemente hay que rellenarla con un sofrito de verduras o sobras del día anterior. Lo mismo pasa con los hojaldres y burritos, donde los condimentos y las salsas son casi más importantes que los propios ingredientes.
En el caso de que haya una olla a presión en casa, las posibilidades aumentan. No hay nada como un puré de verduras variadas, cuyo caldo también podemos reutilizar. Las legumbres se cocinan en unos 15 minutos, por lo que son rápidas de hacer y se pueden congelar sin problemas.
Artículo escrito en colaboración con Cocina Casera y Fácil.
