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Café asiático: historia, sabor y vida en los desayunos de Cartagena

Desayuno cartagenero a base de café asiático y pan tumaca

El desayuno cartagenero, con su café como protagonista indiscutible, se acompaña también de un delicioso pan tumaca (pa amb tomàquet). Una comida contundente para empezar el día con buen pie. Y sin duda, lo particular de esta comida reside en su café, el asiático. Café, leche condensada, brandy y Licor 43 conforman una mezcla de aromas atrayente y muy singular. Una autentica delicia de la Región de Murcia.

Su origen, como para muchas de las recetas populares, se desdibuja entre mitos y leyendas. Según los propietarios del bar Pedrín en la localidad de El Albujón, fueron ellos quienes lo inventaron para camuflar el mal sabor del café debido a una avería de la cafetera. La otra versión, más romántica, relata como los marineros que desembarcaban en Cartagena provenientes de Asia pedían un café cargado de coñac y leche condensada, de ahí su nombre.

Ingredientes del café asiático

1 café expreso
25 ml de leche condensada
15 ml de licor 43
10 ml de brandy
1 trozo de corteza de limón
1 pizquita de canela molida
Pan tumaca para completar el desayuno

Desayuno cartagenero a base de café asiático y pan tumaca
Desayuno cartagenero a base de café asiático y pan tumaca. | Shutterstock

Preparación del café asiático

  1. Si visitáis Cartagena, lo canónico es servir el café en la copa tradicional, fabricada de la misma manera desde 1908. Aun así, y sin disponer del vaso, preparar el café asiático es muy sencillo. En primer lugar añadir en una copa pequeña la leche condensada a temperatura ambiente, no debe de estar muy fría. Añadir posteriormente el licor 43 y el brandy o coñac.
  2. Aparte, hacer un buen café expreso y añadirlo a la copa despacio, para que no se mezclen todos los ingredientes. Sobre la espuma del café, añadir una pizca de canela y decorar el borde de la copa con un trocito de piel de limón sin parte blanca.
  3. Lo tradicional es desayunar este café acompañando a un buen pan tumaca recién hecho, con algo de jamón para darle el toque definitivo.