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Maravillas de Alicante que hay que ver al menos una vez en la vida

Maravillas de Alicante que hay que ver al menos una vez en la vida

Localidades costeras como Benidorm, Calpe o Torrevieja han convertido Alicante en destino turístico internacional de primer orden. Pero más allá de esa fachada de ocio, diversión y descanso, Alicante es también historia, naturaleza y tradiciones. A lo largo y ancho de la provincia hay infinidad de maravillas en Alicante que merece la pena descubrir. Son rincones que conservan la auténtica esencia mediterránea, descubren paisajes fascinantes o nos recuerdan antiguas batallas.

Por tierra y por mar: las maravillas naturales de Alicante

El Peñón de Ifach es el gran emblema de la Costa Blanca y las Fuentes del Algar su particular paraíso acuático. Pero más allá de estos dos espacios emblemáticos, Alicante cuenta con lugares donde la naturaleza ha sido más que generosa. Son espacios singulares en los que el agua, de una manera o de otra, es protagonista.

Sierra Mariola, senderismo en el corazón de Alicante

Nacimiento del Vinalopó
Nacimiento del Vinalopó. | Shutterstock

Alicante es mar, pero es también montaña. El Parque Natural de Sierra Mariola alberga una extraordinaria riqueza vegetal y faunística. Infinidad de senderos lo atraviesan y llevan a rincones tan fotogénicos como el nacimiento del río Vinalopó o la cascada de Toll Blau. Pero esa riqueza no es solo natural porque en el camino aún es posible encontrar antiguas masías y pozos de nieve que nos hablan de tiempos pasados, sin olvidar pueblos de aires medievales como Bocairent o Banyeres de Mariola.

Las salinas de Torrevieja, el gran humedal de Alicante

Salinas de Torrevieja
Salinas de Torrevieja. | Shutterstock

El singular color de las aguas de la Laguna Rosa de Torrevieja ejerce un poder casi hipnótico. Pero este lugar esconde mucho más que un color fruto de la elevada salinidad y la acción de una especie de alga. Es el ejemplo de cómo la conservación medioambiental y la explotación de recursos no son incompatibles. El Parque Natural Lagunas de la Mata-Torrevieja es hogar de infinidad de aves acuáticas, un inmenso humedal que ofrece uno de los atardeceres más espectaculares de España.

Tabarca y su tesoro submarino

El diverso mundo subacuático de Tabarca
El diverso mundo subacuático de Tabarca. | Shutterstock

Piratas berberiscos hicieron de ella su refugio, hasta que Carlos III decidió repoblarla y fortificarla. Tabarca es una isla diminuta, pero no exenta de encantos. En superficie, su pequeño pero sugerente casco histórico evoca tiempos pasados. Pero su gran tesoro se descubre bajo esas aguas cristalinas que la rodean: la primera reserva marina de España. Sumergirse en ella es descubrir fantásticas praderas de posidonia donde reinan especies como el mero, la langosta o las estrellas de mar.

Rincones de la costa casi vírgenes

Cala del Moraig
Cala del Moraig. | Shutterstock

No todo el litoral de Alicante sucumbió al urbanismo desenfrenado de los años 70 y 80. Aunque parezca sorprendente, aún se pueden encontrar pequeñas maravillas en forma de calas de aguas turquesas donde con un poco de suerte es posible disfrutar de un baño tranquilo y un entorno que se ha mantenido casi inalterable. Es el caso de la Cala del Moraig o En Caló, a la que solo se puede llegar por mar.

Patrimonio de Alicante que no hay que perderse

El patrimonio histórico y cultural de la provincia de Alicante es más que abundante. Imponentes castillos salpican su territorio y nos recuerdan que esta fue tierra de batallas y conquistas. Pero hay otro patrimonio que nos invita a sosegarnos y a recordar antiguas tradiciones.

El Castillo de Santa Bárbara, guardián de Alicante

Castillo de Santa Bárbara
Castillo de Santa Bárbara. | Shutterstock

Encaramado al Monte Benacantil, el Castillo de Santa Bárbara es desde hace siglos el guardián de la ciudad de Alicante. Fueron los árabes quienes en el siglo IX levantaron una primera fortificación en este lugar. La construcción actual, sin embargo, la componen tres recintos levantados en épocas posteriores. La visita es imprescindible no solo para conocer una de las fortalezas medievales más grandes de España, también para contemplar unas vistas privilegiadas de la Bahía de Alicante.

El castillo esconde además una leyenda de amores imposibles protagonizada por una princesa musulmana. Esa leyenda explica por qué una zona del monte sobre el que se alza recibe el sobrenombre de Cara del Moro. Para contemplar ese singular perfil lo mejor es dirigir la vista al castillo desde el peculiar Barrio de Santa Cruz, que es otra de las maravillas de la ciudad.

Elche y sus Patrimonios de la Humanidad

Palmeral de Elche
Palmeral de Elche. | Shutterstock

Elche es la única ciudad española con tres distinciones como Patrimonio de la Humanidad. La primera corresponde a ese mar de palmeras de un valor tan inmenso como su extensión. La segunda es el Misterio de Elche, que se representa desde mediados del siglo XV coincidiendo con el día de la Virgen de la Asunción. Y la tercera corresponde al Museo Escolar de Pusol, que propone un viaje al pasado para evitar que el recuerdo de viejos oficios y tradiciones se pierda para siempre. Cualquiera de esas inscripciones en el Patrimonio de la Humanidad convierten a la segunda ciudad de Alicante en visita obligada.

Pueblos con encanto en Alicante

Muchos pueblos alicantinos crecieron de manera vertiginosa durante el pasado siglo. Algunos se adaptaron a los nuevos tiempos, pero conservando su espíritu. Son pueblos de esencia marinera que siguen mirando al mar o de aires medievales que desafían a las montañas.

Altea, la cúpula del Mediterráneo

Altea
Altea. | Shutterstock

Caminar por Altea es respirar la auténtica esencia mediterránea. Calles estrechas y empinadas, fachadas blancas y un rosario de miradores dan forma a un casco antiguo coronado por la Iglesia de Nuestra Señora del Consuelo, inconfundible por sus cúpulas revestidas de azulejos blancos y azules. El casco antiguo de Altea invita a pasear con calma, a dejarse llevar para alcanzar el templo y regresar a la orilla del mar. Y si quedan fuerzas, una pequeña caminata lleva a un lugar de acantilados vertiginosos y vistas espectaculares: el Parque Natural Serra Gelada, que además esconde en sus aguas una fabulosa reserva marina.

Villajoyosa, aroma a chocolate

Villajoyosa
Villajoyosa. | Shutterstock

Hubo una época en la que Villajoyosa no vivía solo del mar, sino también del chocolate. Fueron marineros de la localidad quienes introdujeron aquí el cacao que llegaba de América a los puertos andaluces. Nació así una tradición chocolatera que ha cumplido ya más de dos siglos. Pero Villajoyosa guarda otros tesoros, como sus casas de colores, las del barrio de pescadores del Arsenal y las que se asoman al río Amadorio desde la vieja muralla.

Villena y su pasado medieval

Castillo de Villena
Castillo de Villena. | Shutterstock

Alicante es tierra de castillos y Villena puede presumir de contar con uno de los más espectaculares y mejor conservados de la provincia. Su torre del homenaje impone ya desde la distancia, pero hay que acercarse para percibir las señales que nos hablan de su origen y de su historia. Las dos primeras plantas son de época almohade, mientras que los superiores se construyeron ya bajo la dominación cristiana. Señales que se repiten en las murallas, la interior bastante más antigua que las exteriores.

Pero no es el castillo el que custodia la otra gran joya de la localidad, sino el MUVI, el Museo Arqueológico de Villena. Esa joya es el Tesoro de Villena, una fabulosa vajilla de 60 piezas de oro, además de algunas otras de plata, ámbar y hierro que dan forma a uno de los hallazgos de mayor valor histórico de la Edad del Bronce no solo en España, también en Europa.

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