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Villajoyosa, el colorido pueblo de Alicante que huele a chocolate

Villajoyosa

Villajoyosa, la histórica capital de la Marina Baixa, es una localidad de pintorescas casas coloridas y tradición marinera. Pueblo de pescadores desde hace siglos, Villajoyosa jugó un papel muy importante en la defensa de la costa contra los piratas berberiscos. Tiene, ejemplificando esto de alguna manera, más de diez playas en su territorio. Es también conocida por la celebración de la Fiesta de Moros y Cristianos, en el calendario desde 1694 y declarada de Interés Turístico Internacional. Motivos no le faltan para ser célebre a pueblo repleto de colores, entre otros que sus calles huele a chocolate…

Predilección por el cacao

La tradición chocolatera también le viene desde hace siglos. Los marineros que practicaban el comercio de cabotaje en Cádiz, ya en el siglo XVII, recogían en sus trayectos productos de la exótica América. Entre ellos, mazorcas de cacao.

Las casas pintorescas de Villajoyosa
Las casas pintorescas de Villajoyosa | Shutterstock

Así llegó el chocolate a este rincón de la costa mediterránea, aunque no fue hasta principios del siglo XIX cuando se registró en el censo el primer chocolatero. A mediados de siglo, se abrió la primera fábrica de cacao artesanal. La distribución y venta del chocolate se realizaba, antaño, puerta a puerta. El producto endulzó la costa valenciana, la costa murciana y la Andalucía más oriental. Así se popularizó y así consiguió quedarse.

Este comercio se extiende hasta la actualidad. Las diferentes fábricas que pueden descubrirse en la localidad, esas que consiguen que Villajoyosa huela a chocolate, incluyen visitas guiadas gratuitas para que los forasteros conozcan el vínculo que une ciudad y delicia. Además, el ayuntamiento promueve un evento anual, Xocolatíssima, con el que pretende evidenciar aún más esta relación.

Desde que Agustín Vinaches, natural de Villajoyosa, abriera su primera fábrica, llamada La perfección, han cambiado muchas cosas, pero parece que una se mantiene. La predilección de los habitantes de la localidad por el chocolate y de los maestros de este por estas calles marineras.