Muchas personas acuden a Torrevieja como el destino turístico de primera que es, para disfrutar de la playa y del buen tiempo del Levante. Pero muchas obvian la existencia de esta joya natural única en España, la laguna rosa de Torrevieja. Un paraje enclavado en el Parque Natural Lagunas de la Mata-Torrevieja que sorprende por sus vibrantes tonos rosas y fucsias.
Situada al oeste de la ciudad costera, el llamado “mar muerto valenciano” ha sobrevivido hasta nuestros días en bastante buen estado de conservación. A pesar de la explotación salinera documentada desde el siglo XIV y de las plantaciones agrícolas aledañas, el entorno sigue ofreciendo vistas y sensaciones espectaculares.
El mar muerto valenciano, un lugar para descubrir a pié
El ya mencionado Parque Natural Lagunas de la Mata-Torrevieja tiene varios senderos bien señalizados que permiten al viajero visitar los rincones de este paraje de manera sencilla y segura. Y merece sin duda la pena. La panorámica de la laguna, sobre todo en agosto y septiembre, ofrece su mejor versión al atardecer. Ello se debe a la mayor concentración de sal en el agua y la mayor actividad en verano de las bacterias y algas que producen el color rosa. Grandes aliadas, sin duda.
A pesar de que esté prohibido el baño por razones de seguridad personal y medioambiental, sigue mereciendo la pena su visita. Es un complemento ideal a los tradicionales baños de sol mediterráneo que pueden disfrutarse en las playas de Torrevieja. Un atractivo más de la localidad para todas aquellas personas deseosas de exprimir al máximo todo lo que esta ofrece.
Aves, sal y belleza natural
Además de la impresionante panorámica del lugar, la laguna es una reserva de aves de gran importancia ecológica en la zona. No en vano, en el parque se encuentra una de las mayores poblaciones de flamenco común de toda Europa. Son muchas otras aves las que escogen a este paraje como su lugar de residencia, un idilio para todos aquellos amantes de los espectáculos naturales en vivo y en directo.
