En el antiguo Egipto, las tumbas tenían más importancia que las casas, pues en las segundas los egipcios pasarían solo su vida mortal, efímera… Pero en las primeras, pasarían el resto de la eternidad. Los faraones tenían, cómo no, su propio palacio fúnebre: las pirámides, edificios que se convertían en el centro de auténticos complejos …