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La torre del Oro, el símbolo dorado de Sevilla

Torre del Oro de Sevilla

La torre del Oro es uno de los monumentos más característicos de la ciudad de Sevilla, ubicada en el margen izquierdo del río Guadalquivir y junto a la plaza de toros de la Real Maestranza. Construida en el año 1220, tenía la misión de defender el puerto de la ciudad y el paso a lo que, en la actualidad, es el casco antiguo.

Ahora es todo un emblema en la capital andaluza. Sus 36 metros de altura no dejan indiferente a ningún visitante. Especialmente al contemplarla desde el puente de San Telmo, siendo la panorámica perfecta para tapear en la zona de Triana. Fue declarada Monumento Histórico-Artístico en 1931.

La torre del… ¿oro?

Torre del Oro
Torre del Oro. | Shutterstock

La torre del Oro ha sido conocida por este nombre desde la época almohade, siendo posible que se llamara bury al-dahab. A pesar de ello, son muchas las personas que se preguntan por qué se llama así. Es fácil suponer que fue así porque en sus orígenes estaba recubierta con este material dorado. Lo cierto es que existen muchas teorías sobre el nombre del monumento.

Una de las ellas, hasta hace poco la más probable, indica que la cubierta de azulejos le hacía brillar con la luz del sol como si de oro se tratase. Otra de las más mencionadas es que el rey Pedro I guardó en la torre tesoros de oro y plata. Pero en 2005, durante unas obras de restauración, los expertos descubrieron que los brillos de su fachada se deben a una mezcla de mortero de cal y paja prensada.

Tres cuerpos, tres períodos perfectamente distinguibles

Torre del Oro
Torre del Oro. | Shutterstock

La torre del Oro cuenta con tres cuerpos, realizados mediante sillares de piedra, con una altura de 36 metros y 15 de anchura. Se pueden distinguir unos de otros a la perfección, pues cada uno de ellos fue construido en un período diferente. El primer cuerpo fue construido entre 1220 y 1221 por orden del gobernador de Sevilla almohade Abù I-Ulà. Fue una torre defensiva unida a la muralla para proteger el puerto y cerrar el paso al Arenal sevillano. Era una torre albarrana, puesto que formaba parte del sistema defensivo de la ciudad y estaba conectada con la torre de Plata, aún en pie pero en estado de abandono.

El segundo cuerpo fue añadido por Pedro I el Cruel en el siglo XIV. Por último, el cuerpo superior, cilíndrico y rematado en cúpula, fue ejecutado por el ingeniero militar Sebastián Van der Borcht en 1760, tras los desperfectos ocasionados por el terremoto de Lisboa. La parte interior de la torre del Oro se divide, por tanto, en tres plantas, y están comunicadas por una escalera dodecagonal.

De torre defensiva a museo: más de 800 años de historia

Museo Marítimo en la torre del Oro
Museo Marítimo en la torre del Oro. | Shutterstock

Este emblemático monumento ha tenido más de un uso. No es de extrañar, puesto que cuenta con más de 800 años de antigüedad. Durante sus primeros años fue la torre defensiva de la ciudad y el control del acceso de naves enemigas por el río. Pero tras la conquista cristiana, la torre comenzó a utilizarse como una capilla dedicada a San Isidoro de Sevilla, antiguo arzobispo de la ciudad. En siglos posteriores, la atalaya sirvió como prisión para miembros de la nobleza, almacén de pólvora, así como oficinas de la Capitanía de Puerto y Comandancia Naval. Algunas leyendas también cuentan que el rey Pedro I empleaba el edificio para llevar a las doncellas que cortejaba. La más conocida era Doña Aldonza, quien se comenta que vivió en la torre.

En 1931 la atalaya fue declarada Monumento Histórico-Artístico. Fue restaurada en varias ocasiones durante el siglo XX debido a su mal estado de conservación. Desde 1944 alberga el Museo Marítimo y cuenta con una interesante exposición formada por 400 piezas del Museo Naval de Madrid.

La exposición está organizada en sus dos plantas y es un recorrido por la historia de la Armada española. En ella se pueden contemplar maquetas de barcos históricos, cartas de navegación e instrumentos náuticos. La visita finaliza en su terraza panorámica con unas vistas excelentes de Sevilla y el precioso reflejo del río Guadalquivir.

Hogar de leyendas y mitos

Torre del Oro junto al Guadalquivir
Torre del Oro junto al Guadalquivir. | Shutterstock

Los mitos sobre su nombre son solo el comienzo de las leyendas que han surgido durante años a su alrededor. Por ejemplo, se dice que la torre del Oro y su hermana gemela la torre de Plata estaban conectadas con cadenas a través del río. Se ha pensado que esto era así para impedir que los barcos pudiesen atravesarla, pero no es del todo cierto. Los historiadores mencionan que sí había una barrera, pero formada por barcazas amarradas entre sí. Esta fue inexpugnable hasta que en 1248 el almirante cántabro Ramón Bonifaz remontó el Guadalquivir aprovechando la fuerza de la marea que subía y atravesó la barrera para conquistar Sevilla. Esta hazaña es la razón de que la torre del Oro aparezca en la bandera de Cantabria, con una cadena rota, dos musulmanes y un navío.

La torre del Oro es un monumento imprescindible para conocer la historia de Sevilla, siendo una de las atracciones turísticas más fascinantes de la zona de Santa Cruz y el Arenal. Una joya cuya historia y arquitectura la convierten en visita obligatoria.