fbpx

Las maravillas de Hispania, diario de viaje II

Maravillas hispania

Tras dejar atrás Segontina, marché a Corduba, tal y como tenía pensado. Sin embargo, en el camino cambié de parecer. El motivo: el rumor de un extraño e inquietante monumento. Pero antes de pasar a hablar de la que sin duda se ha de convertir en la cuarta maravilla de Hispania, me gustaría contar los acontecimientos que me llevaron a ella y me desviaron del trazado inicial.

Llevaba ya viajando varios días por las tierras de Oretania (una región que conformaba parte de Ciudad Real, Albacete y Jaén) cuando me topé con una extraña construcción. Se trataba, según me contaron, de un oppidum, un antiguo asentamiento de los bárbaros que antes poblaban estos lares. Algunos de estos oppidum han quedado deshabitados y abandonados al paso del tiempo, mientras que otros han sido sustituidos por villas romanas, que aprovechan inteligentemente la riqueza agrícola de la zona.

Fue aquí, en uno de los oppidum deshabitados junto a la cuenca del río Guadiana, donde me salió al paso una extraña mujer de acento extranjero que me ofreció por ventura una poción que me protegería, decía, de los males del camino. Desconfíe de inmediato de la que era sin duda una sagae que practicaba la magia negra, pero entonces me dijo:

– Encontrarás tu cuarta maravilla algo más al sur, junto al río Azuer.

Impresionado por todo lo que sabía la bruja acerca de mi viaje, acepté su frasco y me encomendé a los dioses para continuar mi camino. De todas formas, ya antes de la aparición de la desconocida, me iba dando cuenta de una cosa: no todas las maravillas que incluyera en la lista debían de estar construidas por Roma. La antigüedad y el tiempo son igualmente elementos a tener en cuenta en estos designios… Y de más no está incluir construcciones de otras civilizaciones, a pesar de que las romanas superen con creces a todas las demás.

La motilla de Azuer, una maravilla inesperada

Motilla de Azuer
La motilla de Azuer en la actualidad. | Shutterstock

Así, alentado por la antigüedad de los oppidum y las palabras de la sagae, partí en busca de algo que desconocía. Después de parar para comer y reponer fuerzas en una mansio del camino, algunos aledaños me indicaron la ruta hacia una misteriosa edificación que se encontraba, en efecto, junto al río Azuer. Aquí me hallo en estos momentos y no puedo por más que marcar efectivamente a este lugar como una maravilla. Quizás no por su belleza, pero sí por sus formas y el halo de enigma que lo envuelve.

 

Hazte premium

y sigue leyendo

PLAN MENSUAL

1.99€/mes

PLAN TRIMESTRAL

4.99€/trimestre

PLAN ANUAL

17.99€/año

Disfruta de los mejores reportajes, series y entrevistas

¡SIN COMPROMISO!