La Navidad se celebra en muchas partes del mundo de formas totalmente diferentes. En España tenemos la suerte de vivir las fechas navideñas con nuestras propias tradiciones, las que a menudo sorprenden fuera de nuestras fronteras. Desde costumbres de gran arraigo a nivel nacional, hasta otros ritos más regionales, todas merecen que las conservemos sin que caigan en el olvido por la gran riqueza cultural que suponen.
Las tradiciones navideñas de España que no son comunes en el extranjero
Poner el belén o el nacimiento
Si bien poner el árbol de Navidad es típico alrededor del planeta, lo que caracteriza a la decoración navideña de muchas casas españolas es el belén. Montar las figuritas para representar el nacimiento del Niño Jesús en el portal es una tradición muy común en el país. Suele ser típico hacerlo durante el puente de diciembre, aprovechando los festivos nacionales para montarlo en familia.
Algo curioso de Cataluña es que en sus belenes incluyen el personaje del caganer, una estatuilla que representa a un pastor agachado satisfaciendo sus necesidades y al que se esconde en algún lugar del belén navideño.
Comer doce uvas con las doce campanadas
No hay duda de que una de las tradiciones navideñas más asentadas en el país y que más llaman la atención fuera de España es la de comer las doce uvas en Nochevieja. Cada 31 de diciembre las familias españolas se reúnen en sus casas o en las plazas de distintas localidades, destacando la Puerta del Sol en Madrid, para comer una uva por cada campanada cuando el reloj marca las doce. El objetivo es recibir al año con buena suerte. Se dice que es una costumbre cuyos orígenes se remontan al siglo XIX y se popularizó a principios del XX.
Llevar ropa interior roja en Nochevieja
Una costumbre que va de la mano a las doce uvas y que es una de las tradiciones más curiosas de Nochevieja es llevar ropa interior de color rojo, ya que se ha asociado este tono a la felicidad, al éxito, a la pasión y a la buena fortuna. Según la tradición, es común que las personas que quieren atraer la suerte en el nuevo año se pongan ropa interior roja antes de tomar las uvas para que realmente se cumplan sus deseos.
Comprar y ver la lotería de Navidad
Comprar un décimo los días previos y ver el sorteo el 22 de diciembre es uno de los momentos más esperados, ya que para muchos el día de la lotería es el comienzo propiamente de la Navidad.
Aunque la mayoría continúa con sus quehaceres habituales, durante la mañana que tiene lugar el acto, es habitual ver cómo todos están atentos a la radio, la televisión o las redes para oír a los niños del Colegio de San Ildefonso cantar los números y los premios que los acompañan. El momento de más expectación es cuando sale «el gordo», el mayor premio del sorteo. También es muy común comprar la Lotería del Niño que se celebra el 6 de enero.
Gastar una broma el Día de los Santos Inocentes
Una festividad muy peculiar que se cuela en las fiestas navideñas es la de celebrar el Día de los Santos Inocentes. Durante el día 28 de diciembre es típico hacer bromas a familiares y amigos. Un símbolo que se asocia a ello es un muñeco de papel que se coloca en la espalda de la persona inocente que ha acabado cayendo en la broma.
Ver la cabalgata de los Reyes Magos
Esta costumbre hace las delicias de los niños de España. El 5 de enero por la tarde en la mayoría de ciudades españolas se celebra la Cabalgata de Reyes, un desfile con carrozas, música navideña y, por supuesto, con la aparición de los Reyes Magos, a los que les espera una larga noche repartiendo regalos por todas las casas. Es habitual que durante el desfile los pajes y todos los que acompañan a sus majestades repartan caramelos a los niños, los que, después de haberles escrito la carta con sus deseos y se hayan portado bien, recibirán sus regalos la mañana siguiente.
Comer roscón de Reyes y otros dulces típicos
Si hay algo que representa a España es su patrimonio gastronómico. Y en la época navideña no iba a ser menos. Durante las comidas de Navidad es habitual optar por el marisco, el jamón, el cochinillo o el lechazo, entre otros. Aunque si hay algo que destacar son los dulces típicos. Los turrones, los mazapanes, los polvorones, los mantecados o las peladillas son los más tradicionales durante todas las navidades.
No obstante, cabe mencionar al famoso roscón de Reyes, un postre que no falta el 6 de enero en los hogares españoles y que se toma en el desayuno, en la comida o en la merienda. Tiene forma de corona y en él se esconde un haba y una pequeña figura. Quien halla el haba en su porción de roscón, debe pagarlo. Quien encuentra la figurita debe ser coronado rey, por eso suele incluirse una corona dorada con el roscón.
Ver la pastorela en Madrid
El pueblo madrileño Braojos de la Sierra cuenta con una tradición navideña algo desconocida, pero muy especial. Cada 24 y 25 de diciembre se celebra una danza de pastores conocida como la pastorela. Se acompaña con música en directo y con trajes tradicionales en el interior de la iglesia.
Escuchar el Canto de la Sibila en Mallorca
En las Iglesias de Mallorca se celebra el Canto de la Sibila, en el que interpretan la obra en la conocida Misa del Gallo que tiene lugar el 24 de diciembre. Es una de las tradiciones más raras de la Navidad que ha sido catalogada como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad y Bien de Interés Cultural.
Se trata de un canto de origen medieval sin acompañamiento instrumental que es protagonizado por una persona vestida de túnica, capa y espada.
Esperar la llegada del Olentzero y otras figuras regionales
Aunque Papá Noel y los Reyes Magos son los encargados de llevar regalos a los niños de España, en algunas ciudades cuentan con la ayuda de otras figuras navideñas. Por ejemplo, el Tió de Nadal o Cagatió es uno de los personajes más queridos de la Navidad en Cataluña y Aragón. Se trata de un tronco con cuatro patas al que se le añade una cara sonriente y una barretina, un gorro típico de Cataluña. Desde comienzos de diciembre hasta la noche del 24, los niños deben alimentar al Tió y cubrirlo con una manta para protegerlo del frío. Si cumplen con sus tareas, el Tió “expulsa” dulces y regalos para ellos.
Otra figura muy conocida en la comunidad catalana es la del Home dels Nassos, o el «hombre de las narices» en español, que es conocido porque, según la leyenda, tiene narices por todo su cuerpo. El 1 de enero cuenta con 365 narices, y el 31 de diciembre solo tiene una, que es cuando sale con su apariencia normal por las calles de la ciudad condal.
El Olentzero es una figura parecida a Papá Noel, pero que visita a los niños del País Vasco y Navarra. Es un carbonero de aspecto robusto que vive en el bosque alejado de la civilización, sin embargo, el día de Nochebuena lleva regalos para todos.
El Apalpador es un personaje muy parecido al Olentzero, también se dedica al carbón, pero vive en las montañas de Galicia. Los días del 24 y 31 de diciembre visita a los niños gallegos para asegurarse de que han comido bien durante el año y entregarles obsequios y un puñado de castañas.
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