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El caganer, el origen del personaje más divertido del belén

Origen Caganer

Un niño observa un belén al aire libre. Está muy concentrado en buscar algo y ni siquiera el ir y venir de los transeúntes le distrae de su búsqueda. Sus ojos pasan, aburridos, por las figuras de siempre: los pastores, los animales de granja, algún soldado romano extraviado, una carreta de caballos que cruza un puente… Y, cómo no, el pesebre con todos sus elementos: la virgen María, José, el niño Jesús, la mula y el buey. Nada de eso altera su expresión lo más mínimo. Pero, de repente, su semblante muta en una sonrisa. Abre mucho los ojos y señala a un punto del belén. “¡Mira, abuelo, ahí está!”, dice emocionado. El dedo del pequeño apunta a una zona marginal del belén. Detrás de unos arbustos colocados en una esquina, una figura con el trasero al aire representa a una persona defecando. “¡Por fin has encontrado al caganer!”, exclama el abuelo.

El caganer, cagón u hombre haciendo sus necesidades, por citar algunos de los nombres con los que se designa a esta figura, es un elemento tradicional de los belenes de Catalunya. No obstante, su fama es tal que su uso se ha extendido a otras muchas partes de España e, incluso, del mundo. También es propio de ciudades como Nápoles o de países como Portugal, así como de la ciudad de Murcia.

Caganer escondido
Una figura del caganer escondida en un belén. | Shutterstock

Las teorías del origen del caganer

Pero, ¿cuál es el origen de este personaje y cuál su función? Pues bien, los historiadores no se han puesto aún de acuerdo sobre ninguna de ambas cuestiones, y probablemente la cosa no cambie mucho en el futuro.

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Respondiendo a la primera pregunta, hay tres posibles hipótesis. Una de ellas sitúa el nacimiento de la figura en el siglo XIV, cuando un caganer esculpido en piedra fue hallado en el Rosellón francés, una zona franca que colinda con Cataluña. La segunda teoría señala el origen del caganer en el siglo XVIII, cuando se descubrió un relieve de mármol llamado La Virgen y la montaña de Montserrat, donde se escondía, supuestamente, un hombre defecando. La tercera conjetura, que es la más difundida, afirma que el caganer apareció en entre el siglo XVII y XVIII, coincidiendo con el periodo barroco, época en la que se quería representar cada vez más fielmente la realidad.

La función del caganer, “indiferencia cósmica por el misterio más grande de la humanidad”

Caganer encima de un pesebre
Un caganer defeca encima de un pesebre. Esta representación de la figura se considera ofensiva. | Shutterstock

En cuanto a la segunda cuestión, la función de este divertido personaje, las suposiciones son muchas más. Por ejemplo, el etnólogo y folklorista Joan Amades aseguraba que “la gente decía que con su deposición [el caganer] abonaba la tierra del belén, que se transformaba en fecunda y aseguraba el belén para el siguiente año y con él la salud y la tranquilidad de cuerpo y alma que son necesarias para hacer el belén”. Añadía, además, que dicha figura trae suerte y alegría. Por su parte, el intelectual Xavier Fàbregas afirmaba que “el caganer simboliza una indiferencia cósmica que contrasta con la motivación espiritual por el misterio más grande de la humanidad, el nacimiento del redentor”.

Sea como fuere, el uso de esta figura no ofende a la mayoría de los religiosos, sino todo lo contrario. Eso sí, siempre que esté escondido y no a simple vista ni quitando protagonismo a los elementos centrales de la escena. Siempre que así sea, el caganer es motivo de diversión y se suele incitar a los más pequeños a que lo busquen.

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El universo del caganer

Escaparate de caganers
Escaparate de personajes famosos representados como caganers. | Shutterstock

Tradicionalmente, el caganer se representaba como un campesino o payés ataviado con la indumentaria típica catalana, lo que incluía la barretina, un peculiar gorro de lana casi siempre rojo. Aún hoy sigue usándose esta representación. No obstante, con el tiempo han aparecido muchas otras representaciones de esta figura. Desde políticos como Obama o Merkel hasta futbolistas como Messi o Cristiano Ronaldo, estas figurillas se venden a mansalva en las tiendas catalanas. Cada año aparece un nuevo famoso con el culo al aire que se convierte en centro, si no de polémicas, de miradas. En la actualidad el caganer es todo un símbolo de las navidades catalanas y todo un universo gira en torno a él (o ella, porque también hay cagonas).