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Viajes en pareja para descubrir la Galicia más romántica

Galicia romántica, Viajes en pareja para descubrir la Galicia más romántica

En Galicia es como si el velo que separa un mundo de fantasía del nuestro fuera más fino que en otros lugares. En pocos lugares es tan fácil conectar con una atmósfera mágica y mítica como lo es en las cuatro provincias gallegas. Y es que esta tierra genera sentimientos que solo se dan aquí, y no únicamente la famosa morriña, sino también un romanticismo sugerente y brumoso como el descrito por Rosalía de Castro. Vamos a descubrir algunos de los mejores escenarios de esa Galicia romántica donde una escapada en pareja puede transformarse en una experiencia mucho más profunda.

Escapadas románticas inolvidables en Galicia

Bosques de cuento, un mar indómito, gastronomía inimitable y tradiciones donde la leyenda y la historia se dan la mano. Todo eso es Galicia, y todo ello ayuda a hacer de esta tierra un destino muy especial si buscamos planes en pareja o regalos románticos para nuestra persona más querida.

El poder de los elementos en la Costa da Morte

Costa da Morte
Costa da Morte. | Shutterstock

A pesar de las oscuras resonancias del nombre, pocas dudas caben de que es uno de los lugares más bellos e impresionantes de toda la península. El gran protagonista aquí, el Atlántico, se muestra grandioso y rugiente. Estamos ante un paisaje para grandes pasiones, donde los elementos muestran todo su poder, pero a cambio regalan puestas de sol formidables y playas espectaculares como la de Carnota.

La Costa da Morte engloba muchos kilómetros del litoral coruñés, y permite realizar rutas de varios días. Podemos comenzar, por ejemplo, en Malpica, con su puerto de ambiente marinero, a 40 minutos de A Coruña y hora y cuarto de Santiago de Compostela. En tres días se pueden contemplar un sinfín de acantilados, ensenadas y playas desiertas, además de ver de cerca las labores del mar. Para escapadas más cortas, se puede ir directamente a lugares tan mágicos como la Cascada del Ézaro, el ‘Niágara gallego’.

El bosque encantado de Frendoal

Finca do Frendoal
Finca do Frendoal. | Shutterstock

Imaginemos por un momento un bosque verdísimo, umbrío, lleno de musgo y helechos. Parece que unos duendes vayan a salir de su escondite en cualquier momento. Añadámosle un antiguo acueducto y unos sarcófagos medievales convertidos en bancos de piedra donde sentarse a respirar la magia del entorno. Como guinda, un enigmático castillo abandonado aparece en mitad del bosque, con su torreón y sus almenas.

Este lugar tan sugerente es la Finca do Frendoal, a 39 kilómetros de Pontevedra y 98 de Compostela, antiguos dominios de unos aristócratas que tuvieron aquí un lugar de recreo lleno de árboles exóticos y otros entretenimientos como un campo de cróquet y un coto de caza. Hoy en día es una visita que nos permite sumergirnos en un cuento, y además se encuentra en una zona tan llena de encanto como son las Rías Baixas, donde es posible alargar la escapada disfrutando de un litoral maravilloso.

La Cascada de Vilagocende, el espectáculo del agua

Cascada de Vilagocende
Cascada de Vilagocende. | Shutterstock

Ya ha aparecido algún salto de agua estelar por aquí, pero el de Vilagocende, a hora y cuarto de distancia de Lugo, es el más grande de toda Galicia, con sus más de 50 metros de caída. La monumental cascada es el colofón de un sencillo recorrido por un sendero de poco más de un kilómetro desde el pueblo.

El camino es un atractivo en sí mismo, porque atraviesa bosques tupidos y naturaleza en estado puro. Al final, la cascada impone su presencia con el estruendo del agua, un espectáculo hipnótico que será el escenario perfecto para cualquier escapada íntima. Los sentidos se ven aquí desbordados, ya sea por el olor de la tierra húmeda, los juegos de luces de los árboles o el ruido imponente del agua al caer. Los mejores momentos del año para ver la cascada son la primavera y el otoño, cuando tiene más agua; en verano el lugar es fresco y agradable, pero tiene el inconveniente de los mosquitos. Sea la época que sea, la cascada nunca defrauda, y es uno de los rincones más sugerentes de la provincia de Lugo.

Aguas termales a orillas del Miño

Aguas termales en el Río Miño
Aguas termales en el Río Miño. | Shutterstock

El agua casi siempre es protagonista de alguna manera cuando hablamos de Galicia. Esta vez lo es de una de las formas más placenteras, las aguas termales. A solo 7 kilómetros de la ciudad de Orense, el Río Miño nos ofrece aguas salutíferas que manan a 60 ºC de la tierra y que pueden ser uno de los planes más románticos de toda Galicia.

En Outariz son varias las opciones que tenemos para pasar un delicioso rato en remojo dentro de estas aguas. Las pozas de Outariz y Canedo son un balneario público, ideales para bañarse y relajarse en cualquier época del año. El paisaje alrededor es otro aliciente a destacar, con la cercanía majestuosa del Río Miño.

Aunque el lugar suele ser tranquilo, existe otra opción aún más relajante muy cerca: las termas Outariz, de estilo japonés y con piscinas exteriores que brindan también buenas vistas del Miño. Y aún hay más, porque tras un breve recorrido por el bello paseo fluvial de las termas podemos entrar en otras termas muy recomendables, las de Caldas de Muiño da Veiga, donde el exuberante paisaje abraza las cinco piscinas de las que se compone.

Ons, una isla donde perderse

Isla Ons
Isla Ons. | Shutterstock

La isla de Ons se alza en la entrada de la ría de Pontevedra y forma parte, junto con las Cíes, Sálvora y Cortegada, del Parque Nacional de las Islas Atlánticas, uno de los mayores paraísos naturales de Galicia. Si la idea es perderse en una isla junto a tu pareja, Ons es perfecta. A diferencia de la mayoría de las islas gallegas, en esta es posible pernoctar, puesto que tiene un pequeño núcleo habitado donde hay alojamiento, tanto en forma de camping como de habitaciones y apartamentos. Por lo tanto, si tu sueño es pasar alguna noche bajo el cielo estrellado de una pequeña isla, este es el lugar.

Recorrer la isla es encontrarse con playas fascinantes como la de Melide o la de Canexol, pero también hay rutas de senderismo llenas de atractivo que cruzan puntos clave como el Mirador de Fedorentos, Punta Xubenco, el famoso Faro de Ons o la antigua fortaleza en ruinas. Para llegar a este paraíso, hay barcos que salen desde Vigo, Sanxenxo, Pontevedra y otras poblaciones, y que tardan unos cuarenta minutos en llegar. Solo hay que tener presente que, en temporada alta, entre mediados de mayo y mediados de septiembre, se requiere una autorización de la Xunta para visitarla, algo que sin duda vale la pena para disfrutar de este lugar cautivador.