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Parques en Madrid: naturaleza en la ciudad

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Escapar del bullicio de la ciudad es posible en la propia ciudad, por contradictorio que pueda parecer. Pero es que Madrid está repleto de parques y jardines que transportan al visitante a una naturaleza auténtica y cuidada que regala formas, colores y olores de lo más agradables. A veces no hace falta irse lejos para respirar aire puro. Aunque el parque del Buen Retiro es el ejemplo más conocido de cómo puede uno pasear durante horas olvidándose del tráfico y las prisas, hay otros muchos rincones madrileños en los que esto es posible.

Joyas naturales dentro de Madrid

Estatua del Ángel Caído, Parque del Retiro
Estatua del Ángel Caído, Parque del Retiro. | Shutterstock

Rescatemos, en primer lugar, ese espacio de retiro. Desde que se inaugurase a mediados del siglo XIX, el parque de El Retiro es una de las principales atracciones de Madrid. Cuenta con 125 hectáreas y más de 15.000 árboles, entre ellos el ahuehuete, del que se dice que podría ser el árbol más antiguo de Madrid, con unos 400 años. El Retiro está repleto de atractivos: desde el estanque hasta el Palacio de Cristal, pasando por la bella Rosaleda o esculturas tan llamativas como la que corona la fuente del Ángel Caído. Con todo esto, se entiende que en 2021 fuera reconocido, junto al Paseo del Prado, como Patrimonio Mundial de la UNESCO.

Este no es, sin embargo, el mayor parque público de Madrid, a pesar de sus grandes dimensiones. Para dar con el que ocupa el primer puesto hay que poner la mirada en Casa de Campo, ahora unido al paseo de Madrid Río, donde también es posible relajarse entre naturaleza siguiendo el curso del Manzanares. Volviendo a Casa de Campo, este gran parque público cuenta con 1.535 hectáreas. Fue obra de Felipe II (1527-1598), el encargado de convertir la ciudad en capital. Durante la II República fue cedida por el Estado al pueblo de Madrid, que no tardó en convertirlo en uno de sus lugares favoritos de recreo. Es tan grande que en su interior se encuentra, entre otros, el Parque de Atracciones de Madrid.

Templo de Debod, en Madrid
Templo de Debod, en Madrid. | Shutterstock

También sobradamente conocido es el parque del Oeste, que tiene cerca de 100 hectáreas. Cercano a Ciudad Universitaria, es transitado tanto por estudiantes como por simples paseantes que han sabido ver el lugar tan agradable que es este. Nacido a comienzos del siglo XIX, cuenta con espacios concretos tan interesantes como el teleférico o el templo de Debod, donde se disfrutan de los mejores atardeceres de la ciudad.

En los últimos años el parque Cerro del Tío Pío se ha posicionado con fuerza entre esos lugares a los que acudir para contemplar un hermoso atardecer o amanecer, pues desde sus diferentes colinas se disfruta de una panorámica que se alza sobre los tejados de Madrid. Ubicado en el barrio de Numancia y conocido como las Siete Tetas, tanto su historia como el ambiente existente en el presente lo convierten en un espacio imprescindible.

Los pequeños secretos

Los almendros son la marca de la madrileña Quinta de los Molinos
Quinta de los Molinos | Shutterstock

Los anteriormente descritos son los más populares porque son los imprescindibles a la hora de entender cómo se relaciona la ciudad de Madrid con la naturaleza, pero la capital encierra espacios todavía secretos para el gran público que hay que ir descubriendo. Tal es el caso de Quinta de los Molinos, que en primavera explota gracias a la floración de sus almendros y que tiene, además, un fuerte valor histórico. En su origen fue una finca de recreo rústico que contaba con zonas de explotación agrícola y este pasado todavía puede advertirse.

Otro de los espacios sumamente bellos de Madrid es El Capricho de la Alameda de Osuna. Construido entre 1787 y 1839, alberga en su interior templetes, ermitas, fuentes, plazoletas y el palacio de los duques de Osuna, para quien se levantó en su origen. También tiene un impresionante búnker construido con motivo de la Guerra Civil, con más de 2.000 metros cuadrados y situado a 15 bajo tierra. En un sentido histórico también es interesante descubrir el parque de Berlín, que alberga en forma de monumento tres fragmentos del Muro de Berlín.

Vista de los jardines y el lago principal de El Capricho
Vista de los jardines y el lago principal de El Capricho. | Shutterstock

Dos últimas recomendaciones. En primer lugar, acercarse al parque Juan Carlos I, que con sus 160 hectáreas es el segundo más grande de Madrid, por delante de El Retiro. Por otro lado, descubrir los jardines del Príncipe de Anglona, el contrapunto de lo anterior. De pequeñas dimensiones, apenas 800 metros cuadrados, y situado en el callejero del Madrid medieval, junto a la popular plaza de la Paja, es un rincón inesperado de belleza sencilla y cautivadora.