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Maravillas de Cantabria que hay que ver al menos una vez en la vida

Que ver en Cantabria

A la Cantabria infinita que promocionan los folletos turísticos no le faltan, por supuesto, playas de ensueño y fabulosas villas marineras. Pero más allá de la costa existe otra Cantabria tan impresionante o más, con su verde intenso que se aferra al suelo para darnos un punto de apoyo seguro y mágico a la vez. Destacamos algunas maravillas de Cantabria que hay que ver al menos una vez en la vida; aunque tanto mejor si repetimos el viaje mil veces más.

Experiencias mágicas en Cantabria

El teleférico de Fuente Dé

Teleférico de Fuente Dé
Teleférico de Fuente Dé. | Shutterstock

A lo largo de cualquier escapada por Cantabria hay una constante: los Picos de Europa, más o menos cerca, más o menos lejos, pero siempre presentes. Y en alguna ocasión tenemos que llegar hasta allí, hasta el corazón de los Picos de Europa, para disfrutar del teleférico de Fuente Dé, que nos subirá en 4 minutos hasta el Mirador del Cable a 1832 metros de altura. Las vistas son tan inquietantes como inolvidables.

El castillo de Argüeso

Castillo de Argueso, Cantabria
Castillo de Argüeso. | Shutterstock

En la Hermandad de Campoo de Suso, muy cerca de Reinosa, nos encontramos con Argüeso, una pequeña localidad que no llega a 100 habitantes pero que destaca por su castillo de cuento, el castillo de Argüeso o el castillo de San Vicente. Es una de esas fortificaciones medievales con construcciones de varios siglos que abarcan desde el siglo XIII hasta el siglo XV. En verano se hacen espectáculos y conciertos, pero la visita por sí sola ya basta para recrearte en una maravillosa experiencia.

Santo Toribio de Liébana

Monasterio Santo Toribio de Liébana. Cantabria
Monasterio de Santo Toribio de Liébana. | Shutterstock

El monasterio de Santo Toribio de Liébana, más que una joya monumental, es una joya cultural. Está muy cerca de Potes, uno de los pueblos más fascinantes de Cantabria. Y allí, en el monasterio al que acuden infinidad de peregrinos, se encuentra el Lignum Crucis, ni más ni menos que un trozo de la cruz de Cristo y que, según la Iglesia, es el más grande que se conserva. Por si esta reliquia no fuera suficiente, en este monasterio escribió sus obras el Beato de Liébana, esos códices manuscritos con ilustraciones fabulosas que en este caso se corresponden con el Apocalipsis de San Juan.

Pueblos bonitos de Cantabria

Santillana del Mar

Santillana del Mar Cantabria
Santillana del Mar. | Shutterstock

La visita a Santillana del Mar no puede faltar en ninguna escapada en Cantabria porque no defrauda. No hay discusión posible en calificarlo como uno de los pueblos más bonitos de España, algo que afirmamos nada más llegar a esta “villa de las tres mentiras, que ni es santa, ni es llana, ni tiene mar”. Pero, además de mentiras, tiene muchas verdades, como una magnífica colegiata, casas de indianos, casonas típicas montañesas, residencias palaciegas y torres medievales.

Potes

Potes, Cantabria
Potes. | Shutterstock

La lista de pueblos bonitos de Cantabria puede llegar a ser interminable, pero nos quedamos con dos a modo de ejemplo: Santillana del Mar y Potes, tal vez los más espectaculares, por ellos mismos y por el entorno en el que se encuentran. Potes es un amor a primera vista en el Parque Natural de los Picos de Europa, si es que antes de llegar no hemos caído ya en algún hechizo. Es un pueblo medieval de cuento, con una intensa actividad cultural y social, que mantiene precisamente desde la Edad Media una de las tradiciones festivas más divertidas. La Fiesta del Orujo de Potes, que se celebra el segundo fin de semana de noviembre, es un evento marcado en nuestro calendario anual.

Cantabria prehistórica

Cueva de Altamira

Cuevas de Altamira, Cantabria
Pinturas rupestres en la Cueva de Altamira. | Shutterstock

No es la única, porque en Cantabria abundan las cuevas prehistóricas, pero la Cueva de Altamira sí es la más famosa y la que más atrae al público. Se dice de ella que es “la Capilla Sixtina del Arte Rupestre”.  Además, impresiona saber que esas pinturas fueron realizadas en 14 000 a. C. Lamentablemente, es complicado acceder a las cuevas, pero el Museo de Altamira cuenta con una reproducción exacta de la cueva y podemos aprovechar la visita guiada para entender todo ese contexto prehistórico en el que nos adentramos.

La cueva El Soplao

Cuevas del Soplao Cantabria
Cueva El Soplao. | Shutterstock

La cueva El Soplao es uno de los planes imprescindibles en Cantabria. Además, se encuentra muy cerca de esas villas marineras con encanto, como San Vicente de la Barquera o Comillas. En esta cueva no hay pinturas rupestres, su interés es puramente geológico; un interés que pasa también por la fantasía y por la magia de sus formaciones, que crean formas insólitas en cada una de sus galerías. A la cueva El Soplao se accede en un tren minero, aunque luego la visita también se puede hacer a pie para disfrutar de sus caprichosos techos, paredes y suelos.

Cantabria en verde

El desfiladero de la Hermida

Desfiladero de la Hermida, Cantabria
Desfiladero de la Hermida. | Shutterstock

Para adentrarnos en la comarca de Liébana tenemos que recorrer el desfiladero de la Hermida, el más largo de España, con sus 21 kilómetros que solemos recorrer en coche de camino a algún destino fascinante de la zona, pero que también se puede hacer a modo de ruta de senderismo para aprovechar toda la magia de este impactante paisaje. Paredes rocosas, que en algunos tramos miden 600 metros, protegen el curso del río Deva. El mirador de Santa Catalina es uno de los puntos clave de este desfiladero, pero también las aguas termales a 40º que encontramos en las pozas del río nada más pasar el pueblo de La Hermida.

Fontibre, el nacimiento del Ebro

Fontibre, Cantabria
Fontibre. | Shutterstock

Nos vamos a las cercanías de Reinosa para descubrir un lugar emblemático en Cantabria: Fontibre, lugar que ya mencionó Plinio el Viejo dándonos una pista de una de las cosas que ver en sus alrededores, la ciudad romana de Julióbriga. Pero vamos hasta este manantial del que dicen que surge el río Ebro y que cuenta incluso con un Centro de Interpretación. Allí descubrimos que este lugar mágico sigue siendo mágico a pesar de que no es exactamente el lugar donde nace el río. No es aquí, sino en Pico Tres Mares, pero, teniendo en cuenta que el pico se encuentra a 1880 metros de altura, preferimos quedarnos con la leyenda antes que con la realidad.