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Potes se viste de gala el segundo fin de semana de noviembre para celebrar un elemento cultural y gastronómico que lleva con el pueblo cántabro desde la Alta Edad Media. La Fiesta del Orujo se celebra a lo largo de tres intensos días, con varios momentos clave durante estas jornadas. Hace una década, en 2012, fue declarada Fiesta de Interés Turístico Nacional. Por todo esto, Potes y su Fiesta del Orujo protagonizan la nueva entrega de Festejando nuestra tierra.
¿Qué se celebra en Potes?
La producción de orujo en las tierras de Potes es una tradición que se remonta a la Edad Media. Ya desde entonces los viñedos de la comarca producían este licor típico que hoy se homenajea a través de una de las fiestas más populares de Cantabria. En este valle de Liébana son muchos los productos típicos de los que puede disfrutarse, desde quesos hasta miel, pero es este orujo tan propio de los Picos de Europa el que, tal vez, se lleve la palma.
Esta bebida tradicional, como se ha dicho, se produce desde hace siglos, aunque antaño no contaba con más objetivo que el del disfrute casero, familiar o vecinal. Con el paso del tiempo, esta fabricación se fue regulando hasta adquirir el carácter industrial que tiene hoy en día.
Son tres los tipos de orujo de mayor fama. El denominado Orujo Blanco, envasado en el momento en que se destila. El Orujo Añejo, que debe permanecer un año en un tonel de roble para adquirir el sabor, color y aroma adecuado. Por último, el Orujo Aromatizado, que cuenta con hierbas agregadas durante la consecución del licor que le otorgan un sabor peculiar. Todo esto se celebra en Potes.
¿Cómo se celebra?
Antes de pasar a las celebraciones concretas relacionadas con el orujo, hay que destacar que Potes no olvida su esencia cántabra tampoco durante estos días. Por eso también puede disfrutarse de las músicas regionales, así como de los trajes típicos montañeses, y de mercados tradicionales donde adquirir todo tipo de productos relacionados con La Tierruca.
Uno de los protagonistas de esta Fiesta del Orujo es el Orujero Mayor, como se denomina a la persona, de carácter público, encargada de leer el pregón y de llevar a cabo actividades varias a lo largo del fin de semana. Por ejemplo, el encendido de las alquitaras, los aparatos que se usan en la destilación. Este acto se lleva a cabo el domingo por la mañana.
También durante estos días se entrega la Alquitara de Oro, entregada por un jurado de catadores profesionales de todo el país tras realizar una cata a ciegas. Este galardón certifica quién ha sido el mejor orujero del año.
El plan complementario
Antes o después de disfrutar de la Fiesta del Orujo de Potes, hay que conocer la localidad cántabra. En sus calles el viajero encontrará la desacralizada iglesia de San Vicente (siglo XIV), hoy sala de exposiciones, o huellas de su agitado pasado, como la torre del Infantado, hoy el ayuntamiento, o la torre de Orejón de la Lama, hoy dedicada a la cultura. Ambas pertenecen al siglo XV.
Potes está atravesado por el río Deva y su afluente, el Quiviesa, por lo que desde su concepción fue necesario salvar su discurrir a través de puentes que hoy permanecen en pie. Es el caso del puente de San Cayetano y del puente de la Cárcel, que dejan bonitas postales vistas desde las alturas o desde los paseos que cobija su estructura.
El pueblo cuenta también con cuatro ermitas interesantes de visitar, aunque si el viajero quiere descubrir templos históricos debe acercarse, sobre todo, al monasterio de Santo Toribio de Liébano. Si, por el contrario, prefiere deleitarse con otros pueblos de la zona, entonces tiene que acercarse a descubrir Mogrovejo o Tanarrio. En pleno Parque Nacional de los Picos de Europa, uno puede imaginar fácilmente los paisajes que atesoran estas localidades.
Un último paisaje a destacar: el del desfiladero de la Hermida, que con sus 21 kilómetros de longitud es el más largo de la península. Por el interior de este escarpado desfiladero dejando atrás Potes, fluye el río Deva. El plan complementario a esa Fiesta del Orujo, como puede verse, es también riquísimo.
