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Picos de Europa, la belleza hecha montaña

Picos de Europa

Los Picos de Europa es uno de los rincones más bellos de la geografía española, además de un sitio fantástico donde disfrutar de la naturaleza en general y de la montaña en particular. De hecho, hay tantos lugares que ver en este macizo montañoso que uno no puede pretender abarcarlo todo en un par de días. Para conocer los Picos de Europa se necesitaría una vida.

Breve historia de los Picos de Europa

Picos de Europa al amanecer
Picos de Europa al amanecer. | Shutterstock

Antes de saber cuáles son los sitios imprescindibles para entender cómo son los Picos de Europa, conviene saber un poco de su historia, pues se empezaron a formar, ni más ni menos, que hace 300 millones de años. En el Paleolítico Superior aparecieron los primeros humanos en la zona y, con ellos, las primeras manifestaciones de arte rupestre en numerosas cuevas. Un poco más tarde, en el Neolítico, aparecieron los primeros pobladores de los Picos de Europa.

Entre los siglos II y I a.C. llegaron los celtas, que veneraban al dios Monte Blanco, que hacía referencia a la nieve de los macizos Central y Occidental. Siete siglos después, en el 711, llegaron los árabes. Es en este lugar donde surge la historia que siempre ha dado inicio a la llamada Reconquista de la Península Ibérica, con Don Pelayo venciendo en la batalla de Covadonga.

Durante la Edad Media aparecen los primeros pueblos, iglesias y monasterios. Posteriormente, en 1918, el Parque Nacional de la Montaña de Covadonga se convierte en el primer Parque Nacional de España. Finalmente, en 1995, se declara el Parque Nacional de los Picos de Europa. 

Qué ver en los Picos de Europa

Ruta del Cares

Ruta del Cares
Ruta del Cares. | Shutterstock

La Ruta del Cares es un recorrido de 22 kilómetros que va desde Poncebos, en Asturias, hasta Caín, en León, y es uno de los mejores planes que hacer en los Picos de Europa. La particularidad de esta ruta es que gran parte del sendero está excavado en la roca y atraviesa más de 70 túneles. Aunque la dificultad no es muy grande, hay que tener en cuenta que la distancia sí lo es y que hay que caminar junto a precipicios. Eso sí, las vistas son tan espectaculares que todo esfuerzo merece la pena. 

Naranjo de Bulnes

Naranjo de Bulnes
Naranjo de Bulnes. | Shutterstock

El Naranjo de Bulnes es conocido como el Pico Urriellu y es el pico más alto de los Picos de Europa, con 2 519 metros. Aunque subirlo es una ruta complicada y no apta para todos los públicos, se puede iniciar la ruta desde Puente Poncebos o desde Sotres. Para aquellos que simplemente prefieran disfrutar de las vistas de este paraje natural, que no es poco, lo más recomendable es acudir al mirador del Pozo de la Oración. Otros miradores aconsejables son el de Pedro Udaondo, el de Camarmeña y el del pueblo de Bulnes.

Lagos de Covadonga

Lagos de Covadonga
Lagos de Covadonga. | Shutterstock

Los lagos de Covadonga son uno de los paisajes más conocidos de España y no es de extrañar, ya que su belleza seduce a todo aquel que los visita. Se trata de un paisaje de ensueño donde no faltan las vacas asturianas y que tiene la curiosidad de haber sido final de etapa de la Vuelta a España en múltiples ocasiones. Además, a tan solo 12 kilómetros, se puede visitar la basílica de Covadonga con la patrona de Asturias.

Fuente Dé

Fuente Dé
Fuente Dé. | Shutterstock

Si se tuviera que elegir un solo lugar que ver en los Picos de Europa, perfectamente podría ser este. Fuente Dé es una localidad de Cantabria situada a muy pocos kilómetros de León y Asturias. Allí se puede coger un teleférico que cuenta con el tramo único más largo de Europa y que sube desde los 1 070 metros por encima del nivel del mar hasta los 1 823. Una vez arriba, es normal quedarse con la boca abierta al asomarse a su terraza panorámica.

Potes

Potes
Potes. | Shutterstock

Este pueblo es otra parada obligada. Potes es uno de los pueblos más bonitos de España, donde todo parece sacado de una postal. Algunos de sus grandes atractivos son la iglesia de San Vicente, la torre del Infantado, sus famosos puentes y la plaza del Capitán Palacios. Asimismo, muy cerquita de Potes se pueden visitar otros lugares de interés, como el monasterio de Santo Toribio de Liébana o los pueblos de Bejes y Mogrovejo. 

Desfiladero de la Hermida

Desfiladero de la Hermida
Desfiladero de la Hermida. | Shutterstock

Precisamente de camino a Potes se pasa con el coche por el Desfiladero de la Hermida, que se trata del desfiladero más largo de España, con una extensión de 20 kilómetros. A lo largo de este recorrido por los paisajes cántabros se puede ver la iglesia de Santa María de Lebeña, el mirador de Santa Catalina, las pozas termales de la Hermida y la Senda Mitológica del Monte Horzaco. Sin duda, un paraje que representa a la perfección a los Picos de Europa.

Valle de Valdeón

Valle de Valdeón
Valle de Valdeón. | Shutterstock

Para terminar, el valle de Valdeón se encuentra al norte de la provincia de León y es otro de los rincones imprescindibles de los Picos de Europa. Además de la famosa Ruta del Cares que se ha mencionado anteriormente, merece la pena una visita a sus numerosos miradores, como el mirador de Piedrashitas, el del Tombo, el de Santa Marina de Valdeón y el de Pandetrave. En cuanto a pueblos con encanto, los más destacables son Soto de Valdeón y Posada de Valdeón.

En definitiva, qué ver en los Picos de Europa es una pregunta muy sencilla y la vez muy compleja de responder, ya que se cuentan por decenas los lugares que merecen la pena una visita, pero tener que elegir no es tarea fácil. El viaje exige una buena organización para no perderse nada y mucha energía en las piernas para disfrutar de los paisajes más espectaculares del norte de España.