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Maravillas de Aragón que hay que ver al menos una vez en la vida

Maravillas de Aragón que hay que ver al menos una vez en la vida

Aragón es una comunidad autónoma española formada por tres provincias: Huesca, Zaragoza y Teruel. La primera de ellas limita con Francia, mientras que las dos segundas son famosas por albergar uno de los templos religioso más concurridos de España, el de la Virgen del Pilar, y por ser la cuna de una leyenda famosísima: la de los amantes de Teruel. Sin embargo, este territorio de más de cuarenta y cinco mil kilómetros cuadrados tiene muchos rincones especiales que hay que visitar al menos una vez en la vida. Estas son algunas de las maravillas más impresionantes de Aragón.

Huesca, un paraíso natural

La Ruta Orwell

Reconstrucción de trincheras en Alcubierre
Reconstrucción de trincheras en Alcubierre. | Shutterstock

No todo el mundo sabe que el famoso escritor George Orwell participó como voluntario en la guerra civil española para apoyar a la República. Sin embargo, en Alcubierre quisieron rendirle un homenaje y, al mismo tiempo, poner en valor su patrimonio histórico. Allí se pueden visitar algunas trincheras, además de un búnker y un refugio antiaéreo. Por lo tanto, es el rincón perfecto par aprender sobre la historia de España.

El Dolmen de Achar de Aguas Tuertas

Dolmen de Achar de Aguas Tuertas
Dolmen de Achar de Aguas Tuertas. | Shutterstock

Situado en el Valle de Aguas Tuertas, que le da su nombre, el Dolmen de Achar o del Salto es una construcción megalítica de pequeñas dimensiones, pero de gran importancia. Para llegar hasta él hay que ascender nada más y nada menos que 1600 metros y adentrarse en el Pirineo. Tiene tres losas laterales y una cubierta. Actualmente, se conserva en unas condiciones increíbles. Llegar hasta él puede convertirse en la excursión perfecta al aire libre para los amantes de la naturaleza o en un alto en el camino para quienes quieran seguir descubriendo otros parajes de montaña de la zona.

Planes con historia en Zaragoza

Palacio de Larrinaga

Palacio de Larrinaga
Palacio de Larrinaga. | Shutterstock

A tan solo media hora a pie del centro de Zaragoza, se encuentra el Palacio de Larrinaga, una joya arquitectónica del siglo XIX. Tras la imponencia de este edificio se oculta una curiosa historia de amor entre Miguel Larrinaga, un naviero vasco, y Asunción Clavero, una joven aragonesa. El palacio, de hecho, es un regalo de él para su amada. Sin embargo, esta relación no tuvo un final feliz. Descubrir el palacio también implica conocer la historia de Zaragoza y su desarrollo económico.

Parque Grande

Parque Grande en Zaragoza
Parque Grande en Zaragoza. | Shutterstock

El Parque Grande es uno de los más antiguos de la ciudad. Situado en pleno corazón de Zaragoza, este pulmón verde oculta muchos secretos: dos lagos, nueve fuentes de agua potable y ocho monumentales, veintidós esculturas, más de ciento cincuenta especies botánicas e incluso juegos infantiles. Es el lugar perfecto para pasar un día diferente en familia, pues en él se puede disfrutar de un plan al aire libre, cultural y de ocio al mismo tiempo. Además, para llegar hasta allí hay que pasar por algunas de las calles más céntricas de la capital aragonesa.

El pueblo de Grisel

Pozo de los Aines
Pozo de los Aines. | Shutterstock

Este municipio está a tan solo tres kilómetros de Tarazona, uno de los pueblos más visitados de la provincia. Sin embargo, no está tan concurrido y tiene mucho encanto. En 2022, tan solo tenía 82 habitantes, lo que lo convierte en uno de los núcleos de población más pequeños de la zona. En él destacan dos atractivos: un castillo del siglo XV reconvertido en hotel y el Pozo de los Aines. Este último es una sima caliza de gran belleza. Este destino, por lo tanto, es el ideal para huir del turismo y estar, al mismo tiempo, conectado con las principales localidades de Zaragoza.

Teruel: más allá de los amantes

Aliaga y su parque geológico

Aliaga
Aliaga. | Shutterstock

Aliaga también es una localidad destacada por su papel en la guerra civil española. Este municipio de menos de 400 habitantes tiene mucho patrimonio religioso y civil, pero su atractivo principal es el parque geológico de Aliaga. En este enclave se puede conocer la historia de la Tierra, pues se conservan formaciones rocosas de más de 200 millones de años. Por lo tanto, se convierte en el plan perfecto para los amantes de la naturaleza, de los deportes al aire libre y, sobre todo, de la geología.

La Portellada

La Portellada
La Portellada. | Shutterstock

En Aragón hay numerosas piscinas naturales aptas para el baño, aunque solo para los más valientes. La mayoría de ellas se alimentan de aguas del deshielo, por lo que su temperatura es relativamente baja. Esto ocurre el La Portellada, donde se encuentra una de las cascadas más bellas de Teruel: El Salt. Tiene veinte metros de altura y, en su parte baja, se forma una piscina ubicada en la comarca de Matarraña. Para llegar hasta ella, hay diversas rutas de senderismo de distancia variable. Además, aunque este paraje esté en medio de la naturaleza, hay otros puntos de interés cerca, como el Santuario de Montserrate, el de la Virgen de la Fuente o incluso el Mirador de la Predicadora, desde donde se ve toda la sierra.

En definitiva, Aragón es una comunidad autónoma con mucho encanto. Aunque su atractivo principal sea la naturaleza, también hay otros enclaves de interior que destacan por su patrimonio. Sin duda, es el destino perfecto para cualquier época del año, pues no sufre los efectos del turismo de masas y siempre se puede encontrar un oasis de tranquilidad en cada rincón.