En ocasiones hay que tomarse un descanso en el camino. Otras veces lo que se necesita, simplemente, es un respiro lejos de prisas, de tráfico y de ruidos. Los parques se transforman entonces en refugios donde desconectar de todo y recuperar energías. Pero esos lugares suponen mucho más que un paréntesis o un lugar de esparcimiento. Por su belleza, muchos de ellos se han convertido en atractivos turísticos. Este es un pequeño recorrido para descubrir algunos de los parques más bonitos que podemos encontrar en el mapa de España.
Una ruta por parques españoles que no hay que perderse
Parque de la Alameda en Santiago de Compostela
Uno de los mejores rincones de Santiago de Compostela, desde donde se obtienen algunas de las mejores vistas de la ciudad. El parque de la Alameda es un remanso de paz, de algún modo alejado del ir y venir de los peregrinos que atraviesan la ciudad para llegar a la meta de ese viaje espiritual que es el Camino de Santiago. Tiene tres zonas bien diferenciadas: el paseo de la Alameda, la carballeira de Santa Susana y el paseo de la Herradura. Cualquiera de ellas invita a pasear con calma y a disfrutar del ambiente sereno de uno de los parques más bonitos de Galicia y de España.
Parque de San Francisco en Oviedo
Su nombre recuerda a un convento ya desaparecido. El huerto que los monjes cultivaban en lo que hoy es el corazón de Oviedo se convirtió en el siglo XIX en un maravilloso jardín. Aquí se suceden senderos, parterres y grandes avenidas arboladas. También estanques, fuentes y la portada románica de la antigua iglesia de San Isidoro. Y sentada en un banco, mirando tranquila el ir venir de los paseantes, una pequeña estatua de Mafalda que rinde homenaje a Quino, su creador y premio Príncipe de Asturias en 2014.
Parque de La Magdalena en Santander
Es visita obligada en Santander, mucho más cuando se viaja con niños. Este parque ocupa la península de la que toma en nombre, coronada por el palacio de la Magdalena. Pero además de este magnífico edificio, el parque alberga un pequeño parque marino con pingüinos, focas y leones marinos, además de un faro, playas, un museo con réplicas de carabelas, áreas infantiles y una escultura que recuerda a Félix Rodríguez de la Fuente. Para los más perezosos hay un trenecito que recorre el que es uno de los parques de España más completos y entretenidos.
Jardines de Santa Clotilde en Lloret de Mar (Girona)
Los jardines de Santa Clotilde se asoman al Mediterráneo desde un acantilado. Pero la magnífica vista que desde ellos se disfruta no es su único encanto. Este es un jardín de inspiración renacentista poblado de especies vegetales mediterráneas y salpicado de escalinatas, fuentes y esculturas que dan forma a una escenografía maravillosa. Fue el marqués de Roviral, un apasionado de la botánica quien hace ya cien años compró estos terrenos y encargó al paisajista Nicolau Maria Rubió i Tudurí su transformación en el paraíso que son actualmente.
Park Güell en Barcelona
Hay fracasos que dan lugar a obras mucho más grandes que las que se habían proyectado. Eso es lo que ocurrió con el Park Güell. Aquí se iba a levantar un ambicioso y exclusivo proyecto residencial de cuyo diseño se iba a encargar Antoni Gaudí. Nunca llegó a materializarse por diferentes circunstancias y acabó convirtiéndose en uno de los lugares más bellos de Barcelona y uno de los parques de visita obligada en España.
Pero si hablamos de parques maravillosos de Barcelona, también hay que mencionar el de la Ciutadella. Es una zona verde que se levantó con motivo de la Exposición Universal de 1888 sobre la antigua fortaleza de la ciudad. Una cascada monumental, un lago y una magnífica colección de esculturas hacen de él otro de esos parques de visita obligada en la Ciudad Condal.
Jardines del Turia en Valencia
No solo es uno de los parques más bonitos, también es el parque urbano más grande de España. Los doce tramos que ocupa el antiguo cauce del Turia discurren entre el Bioparc y la Ciudad de las Artes y las Ciencias. Son nueve kilómetros perfectos para pasear, correr, ir en bicicleta o, simplemente, sentarse en algún banco para disfrutar de una buena lectura. Por cierto, en este parque hay un lugar que hace las delicias de los más pequeños: el parque Gulliver, un lugar donde el gigante es una sucesión de toboganes de lo más divertidos.
Parque del Retiro en Madrid
El Palacio de Cristal, el monumento a Alfonso XII, el estanque, la Rosaleda o la escultura del Ángel Caído son solo algunos de los rincones que hacen que el parque del Buen Retiro no solo sea el pulmón de la capital, también uno de los parques más bonitos de España. Siempre animado y con una buena oferta de actividades culturales, este parque se inauguró en 1868. Hasta entonces era un lugar reservado para el uso y disfrute de la familia real.
Pero en Madrid hay otros parques espectaculares, como el del Capricho, uno de esos rincones en los que es muy fácil olvidarse de que uno está en la gran ciudad. O como la Quinta de los Molinos, donde miles de almendros crean un espectáculo visual fabuloso cuando llega el periodo de floración.
Huerto de Calixto y Melibea en Salamanca
El escenario de los amoríos de los protagonistas de La Celestina, de Fernando de Rojas, es uno de los rincones más encantadores de Salamanca. Es un jardín pequeño y de corte romántico en el que es fácil imaginar declaraciones de amor eterno. Además, está situado en un lugar privilegiado de la ciudad: junto a los restos de la vieja muralla, mirando al río Tormes y casi a los pies de la catedral. Es un recinto todavía tranquilo en una ciudad siempre llena de visitantes, un pequeño espacio para disfrutar de la calma, del silencio y de unas bonitas vistas.
Parque de María Luisa en Sevilla
El Parque de María Luisa tiene magia, tiene encanto, tiene ese duende que atrapa y que no deja escapar. De hecho, no es solo uno de los parques de España más bonitos, también ha entrado en algún listado de los parques más bonitos del mundo. Formaba parte del palacio de San Telmo, pero la infanta María Luisa lo donó a la ciudad y el paisajista Nicolás Forestier le dio ese aire irresistiblemente romántico que tiene hoy. El parque alberga rincones imprescindibles, como la plaza de España, levantada con motivo de la Exposición Iberoamericana de 1929, o el monumento a Bécquer.
Parque Genovés en Cádiz
Ya en el siglo XVIII este era un lugar de esparcimiento para los habitantes de Cádiz, pero fue en el siglo XIX cuando se remodeló para convertirlo en un pequeño edén, casi un jardín botánico por el centenar de especies de todo el mundo que lo puebla. Y entre parterres y paseos arbolados, rincones como la Gruta, un lago adornado con una cascada o grupos escultóricos que le dan un cierto aire romántico.