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Escapadas para disfrutar sin pareja

Viajes para solteros

Oh, febrero, el mes del amor. Esa época para disfrutar de la compañía del ser amado. Ese periodo para renovar el hastío de la rutina parejil, ese mes para escapar con la persona especial. Oh, San Valentín, ese día internacional para regalar flores y bombones o, en una línea menos clásica, un satisfyer. Pero, ¿qué pasa si no se tiene la suerte (o la mala suerte) de estar emparejado? Pues nada. No pasa nada, porque los viajes, como ya se sabe, se pueden disfrutar también con amigos, con el resto de la familia, e incluso en soledad. Y cada forma de hacerlo es una manera diferente de mirar. Estos son algunos de los lugares de España donde se puede disfrutar de la soltería en cualquiera de sus formas.

La noche de Ibiza (obviamente)

Fiesta en una discoteca
Imagen de fiesta en una discoteca. | Shutterstock

Es lo típico sí, pero Ibiza tenía que salir a colación por ser una capital mundial de vida nocturna, más bien de fiesta. Aunque no se sabe el momento exacto en que ocurrió, fue con la llegada de los hippies a la isla, entre los años 60 y 70, cuando la noche ibicenca se popularizó. Más tarde, en los años 90, la música electrónica aterrizó para quedarse. Si bien es cierto que este destino se puede disfrutar en diferentes claves, es uno de los lugares que más se disfrutan con amigos, tanto por sus playas como por sus discotecas, así como por sus atardeceres. Ibiza es un lugar perfecto para los que quieren jaleito y los amigos suelen ser los compañeros ideales para ello.

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Un paseo por la Salamanca monumental

Catedral de Salamanca
Vista panorámica de Salamanca. | Shutterstock

Posiblemente las ciudades sean de los mejores sitios para disfrutar en soledad. Ofrecen multitud de opciones culturales y no menos sitios qué visitar. Pero ir con más acompañantes puede ir de la mano de perderse algún monumento, de hacer más paradas de ocio… Hay muchas cosas que contar y una buena charla disminuye la voz de la metrópoli. Además, hay que adaptarse al ritmo y los gustos de los demás, llegar a un punto medio… Por eso, ir solo puede que sea la mejor forma de conocer a las urbes.

En este sentido, Salamanca resulta perfecta. Pequeña, pero llena de monumentos que piden a gritos una visita. Como punto de partida está la plaza mayor, muy parecida a la de Madrid. Desde aquí el camino ha de ir hasta las puertas de la Catedral Vieja y Catedral Nueva, donde es de recibo echar al menos una o dos horas. Como buena ciudad universitaria, el visitante no debe perderse una ojeada a la universidad, así como una visita a la Casa de las Conchas. Para los entusiastas del arte, la Casa Lis acoge el Museo de Art Déco y Art Nouveau, siendo el más visitado de Castilla y León. Entre más y más edificios, como la iglesia de San Esteban o el convento de Las Dueñas, un paseo por el puente romano al anochecer es la guinda que corona la ruta.

Una ruta para desconectar en Ochagavía

Ochagavía
Ochagavía y su impresionante postal cuando llega la nieve. | Shutterstock

Si bien es cierto que caminar solo es perfecto para aclarar ideas y disfrutar de un rato de relax, no es algo que deba hacerse en cualquier sitio. Rutas de alta montaña o senderos que pueden hacerse complicados con lluvia o nieve es mejor evitarlos si no se van a hacer con nadie. Por eso, el conocido como camino viejo a Irati y Muskilda resulta una opción perfecta. Se trata de un sendero sin grandes desniveles muy señalizado que parte desde el bonito pueblo de Ochagavía para acabar en la ermita de Muskilda, de rasgos románicos. La vuelta se hace por un camino diferente que desemboca, de nuevo, en el punto de partida. 7,8 kilómetros entre hayedos que le regalan al caminante un agradable paseo. Al terminar, una estancia en el pueblo de Irati o en el de Ochagavía junto a un buen libro y una chimenea serán la guinda del viaje.

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Vivir el Carnaval de Cádiz con amigos

turismo en Cádiz
Imagen del Carnaval de Cádiz. | Shutterstock

Otro lugar en el que disfrutar de la fiesta es en Cádiz, pero no en una fecha cualquiera, sino precisamente en febrero. Es entonces cuando tiene lugar en sus calles una de las fiestas más conocidas de la península: el Carnaval de Cádiz. Ya antes del día central, eventos previos como La Pestiñada o La Erizada van caldeando el ambiente. Desfiles, cabalgatas y bailes se suceden por toda Cádiz, especialmente en la calle Columela, decorada con aire festivo. En fin, un destino donde disfrutar y compartir la tradición y el espectáculo gaditano.

Perderse por las calles de Toledo

Vistas desde un mirador a la ciudad de Toledo
Vistas desde un mirador a la ciudad de Toledo. | Shutterstock

En la misma línea que Salamanca está Toledo. Aburrirse en esta ciudad resulta casi imposible se vaya solo o acompañado debido a la oferta cultural de la que dispone. En primer lugar destaca su catedral, la cual puede absorber a su visitante fácilmente más de dos horas. El museo de El Greco, el Alcázar, la sinagoga del Tránsito, la sinagoga de Santa María La Blanca… Los edificios que visitar nunca se acaban y, si no, sus calles resultan un laberinto perfecto para perderse y encontrarse a uno mismo.

Una escapada rural a Babia

Montañas de Babia
Montañas de Babia. | Shutterstock

Vale, es cierto que a un destino rural se puede ir igual con amigos que con pareja que completamente solo. Pero para los grupos de amigos que prefieren un destino más tranquilo e igualmente divertido, siempre queda la opción clásica y segura: la casa rural. Una residencia grande en un páramo natural y con planes de turismo activo a corto alcance. Eso es lo que ofrecen muchos entornos del país, pero en febrero es ideal un destino como Babia, en la provincia de León. Poca gente, estrellas en la noche, senderismo y desconexión.

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Formentera: la otra cara de Baleares

Formentera
La isla de Formentera. | Shutterstock

Si Ibiza era para la fiesta, Formentera es la isla balear más idónea para el descanso. Es cierto que la farra también llega a estas orillas. La traen los barcos desde su vecina Ibiza. Pero Formentera es mucho más pequeña y también está menos masificada. Venir aquí en soledad para aislarse del mundo, tomar el sol en sus islas paradisíacas sea el mes que sea o recorrer sus recodos es el plan perfecto para hacer con personas de avanzada edad o que sencillamente no están en forma. El itinerario permite disfrutar tanto del paisaje como de la charla de los acompañantes.