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Un paseo por las mejores playas para escapar del bullicio de Barcelona

Las playas más bonitas de Barcelona

Hay tanto que ver en Barcelona que cualquier visita se hace corta. La Sagrada Familia, El Parque Güell, el Barrio Gótico, las Ramblas, Montjuïc… La lista puede ser interminable y en ella casi siempre se incluye una parada especial: la Barceloneta, esa playa interminable donde relajarse después de recorrer la ciudad. Pero si aún queda tiempo, merece la pena alejarse unos kilómetros del bullicio de la capital catalana para descubrir y disfrutar de alguna de las playas más bonitas de Barcelona. Y a algunas se puede llegar en transporte público en poco más de media hora.

Las playas más bonitas cerca de Barcelona

Playa de Las Casetas de Garraf

Playa de las Casetas del Garraf
Playa de las Casetas de Garraf. | Shutterstock

La playa de las Casetas de Garraf es una de las postales más idílicas de los alrededores de Barcelona. Una playa pequeña que casi se esconde entre cerros, de arena fina y aguas azules. Pero si hay algo que llama la atención a primera vista eso es la hilera de antiguas casetas de pescadores que bordea todo el arenal. Pintadas en blanco y en diferentes tonalidades de verde, esas 33 casetas ya centenarias se integran a la perfección en el paisaje. El resultado es un escenario catalogado como Bien de Interés Cultural a Nivel Nacional del que se puede disfrutar a solo media hora de la Ciudad Condal.

Playa Pont de Petroli de Badalona

Pont de Petroli à la plage de Badalona
Playa Pont de Petroli en Badalona. | Shutterstock

Un antiguo muelle se adentra en el mar desde la playa Pont de Petroli. Es el recuerdo de una parte importante del pasado industrial de Badalona. En él ya no se descargan petroleros, al contrario; su entorno ha pasado de ser un espacio degradado a una cuidada zona recreativa y de investigación de los fondos marinos. Por cierto, en el arranque de la pasarela hay una escultura de un mono sujetando una botella de anís. No hay que alejarse para encontrar la razón: junto a la playa se levanta la fábrica de este conocido licor, que es además un magnífico ejemplo de arquitectura modernista.

Playa de Castelldefels

Playa de Castelldefels
Playa de Castelldefels. | Shutterstock

Con cinco kilómetros de longitud, la playa de Castelldefels no solo es una de las playas más amplias de la provincia de Barcelona, sino también de las más bonitas. No tendrás problemas para encontrar sitio, las condiciones de viento son ideales para practicar windsurf o deportes de vela y cuenta con todos los servicios para disfrutar de un día playero. Además, está a solo unos minutos en tren desde la capital catalana.

Playa de San Sebastián de Sitges

Playa de San Sebastián de Sitges
Playa de San Sebastián de Sitges. | Shutterstock

Visitar Sitges es una de esas excursiones imprescindibles desde Barcelona. No solo por su encanto o su ambiente, también por sus playas. La localidad tiene nada menos que 17 arenales fantásticos. Pero si mencionamos el de San Sebastián es porque quizá sea su imagen más reconocible. Se trata de una playa familiar a la que en alguna ocasión se ha hecho referencia como una de las mejores playas urbanas de Europa. Recibe el nombre de la ermita que se sitúa en uno de sus laterales y, si nos fijamos en la barandilla que la rodea, se puede descubrir un pequeño fragmento de la balaustrada original de la playa de la Concha de San Sebastián.

Playa del Remolar en Viladecans

Playa del Remolar de Viladecans
Playa del Remolar de Viladecans. | Shutterstock

La playa del Remolar de Viladecans es una de las playas más bonitas de Barcelona y, a pesar de ello, no es muy frecuentada. Está junto al aeropuerto, pero curiosamente se enmarca dentro de una zona de alto valor ecológico, junto al Parque Natural del Delta del Llobregat. Sus 900 metros de longitud son una sucesión de dunas y charcas en las que habitan y nidifican aves de especies muy diferentes. Descubrir y disfrutar de su particular belleza es uno de esos planes en Barcelona que cualquier amante de la naturaleza sabrá apreciar, a pesar, eso sí, del ruido del tráfico aéreo.

Playa de Ocata en El Masnou

Playa de Ocata en el Masnou
Playa de Ocata en el Masnou. | flickr

Las escapadas desde Barcelona hacia el norte de la provincia deben tener una parada: la costa del Maresme. En ella se encuentra la playa de Ocata en el Masnou, perfecta para caminar o correr por la orilla gracias a sus más de dos kilómetros de longitud. Es además una playa tranquila, de arena fina, aguas claras y con todos los servicios necesarios para disfrutar de un buen día en familia. Está flanqueada por un pequeño y encantador paseo marítimo y tiene una zona en la que se permite la práctica del naturismo.

Playa Ribes Roges en Vilanova i la Geltrú

Playa de Ribes Roges en Vilanova y la Geltrú
Playa de Ribes Roges en Vilanova y la Geltrú. | Shutterstock

Como tantas otras playas de Barcelona, la playa de Ribes Roges en Vilanova y la Geltrú es una playa urbana. Tiene algo más de un kilómetro, sus aguas son tranquilas, la entrada al agua tiene poca inclinación y hay zonas muy poco profundas. Si a ello le añadimos arena fina, es un lugar perfecto para disfrutar con los más pequeños. Pero esta playa tiene unos habitantes muy singulares a los que se cuida y protege con esmero. Las dunas de la desembocadura del Torrent de Sant Joan, que muere en esta playa, son el hogar de un pequeño pájaro en peligro de extinción, el corriol camanegre.

Cala Morisca en Sitges

Cala Morisca en Sitges
Cala Morisca en Sitges. | Shutterstock

También en la provincia de Barcelona hay calas apartadas y tranquilas. A medio camino entre Sitges y Castelldefels, en la costa del parque natural del Garraf, se esconde una playa donde las prisas y los ruidos no tienen cabida. Rodeada de acantilados y bosque mediterráneo, la cala Morisca es uno de los mejores rincones de la costa barcelonesa para los amantes del naturismo.