fbpx

El palacio de Toledo-Moctezuma, mestizaje en el corazón de Cáceres

Palacio de Toledo-Moctezuma

Cáceres cuenta con uno de los conjuntos monumentales renacentistas más espectaculares de España. En esta ciudad extremeña que es Patrimonio de la Humanidad se conservan decenas de mansiones y palacios magníficos. Entre ellos hay uno que destaca por sus dimensiones, por su belleza y por su historia: el palacio de Toledo-Moctezuma. Esta imponente construcción se alza intramuros, apoyada en la vieja muralla almohade y a solo unos metros de la plaza Mayor. Inconfundible por su fachada con dos cuerpos y su torre coronada por una cúpula, es imposible planificar qué ver en Cáceres y no incluir este palacio entre las paradas imprescindibles en el recorrido.

Breve historia del palacio de Toledo-Moctezuma

Palacio de Toledo-Moctezuma
Palacio de Toledo-Moctezuma. | Jesusccastillo, Wikimedia

El origen de este palacio hay que buscarlo entre los siglos XIV y XV. Fue entonces cuando la familia Álvarez de Toledo, recién llegada a la ciudad, mandó construir en ella su residencia. Aquella construcción medieval tenía un carácter defensivo, como muestra la fachada principal, que ha llegado a nuestros días.

El palacio sufrió una gran remodelación en el siglo XVI. Pero para entenderla hay que echar un vistazo a la historia. Viajamos a la época en la que Hernán Cortés partió hacia América. En 1519 el conquistador y el entonces emperador de los aztecas, Moctezuma Xocoyotzin, se enfrentaron cara a cara por primera vez. Solo un año después el dirigente indígena moría en circunstancias que no están del todo claras.

Fachada del palacio de Toledo-Moctezuma
Fachada del palacio de Toledo-Moctezuma. | Shutterstock

Después de varios matrimonios, la hija de Moctezuma, la princesa Xocoyotzin, se casó con uno de los hombres de Hernán Cortés, Juan Cano Saavedra. Tras enviudar, y enriquecido, este regresó a España. Fue uno de los nietos de la pareja, casado con Mariana de Carvajal y Toledo, el que promovió la gran reforma del palacio. De ahí no solo su aspecto actual, también su nombre. 

También te puede interesar  El fascinante color rosa del 'Mar Muerto valenciano'

Más adelante, ya en el siglo XVIII sufriría algún cambio, pero ya de pequeña envergadura. La última remodelación es reciente, de finales del siglo XX. Después de un periodo de decadencia y semiabandono, el palacio se acondicionó para albergar las dependencias del Archivo Histórico Provincial. Hoy sus salas y las del edificio anexo que se construyó para tal fin albergan casi catorce mil metros lineales de depósitos y estanterías, además de varias salas para exposiciones y actos culturales.

Qué ver en el palacio de Toledo-Moctezuma

Palacio de Toledo-Moctezuma
Palacio de Toledo-Moctezuma. | Shutterstock

El exterior del palacio de Toledo-Moctezuma refleja las diferentes etapas de su historia. Hay que detenerse, en primer lugar, a contemplar los dos cuerpos de su fachada. La parte baja es de sillares de granito y mampostería y en ella sobresalen un gran arco adintelado con alfiz y un escudo. La parte superior es de ladrillo, fruto de la gran remodelación del siglo XVI. En el cuerpo del palacio esa reforma dio lugar a la galería de ventanas que recorre todo el edificio.

Pero si hay un elemento arquitectónico característico y diferenciador del palacio es su torre cuadrada, que está coronada por una esbelta cúpula semiesférica rematada por otra mucho más pequeña. Es en la torre donde hay que buscar un detalle que resume parte de la historia de la construcción: un escudo partido en el que se representan las armas de Moctezuma Carvajal. De grandes dimensiones, es perfectamente visible en una de las esquinas de la torre, en concreto la que da a la plaza Mayor.

El interior del palacio de Toledo-Moctezuma

Palacio Toledo-Moctezuma, El palacio de Toledo-Moctezuma, mestizaje en el corazón de Cáceres
Palacio de los Toledo-Moctezuma y Archivo Histórico Provincial. | Jesusccastillo, Wikimedia

El palacio de Toledo-Moctezuma refleja no solo las etapas que ha atravesado la construcción a lo largo de su historia. También el mestizaje que inevitablemente forma parte de su esencia y de la de Extremadura, una tierra que vio partir hacia América a ilustres personajes. Así, hay que fijarse en las estancias palaciegas decoradas con frescos que recuerdan el origen de sus propietarios.

También te puede interesar  El convento de vértigo que vigila las Casas Colgadas

En la sala romana se aprecian escenas de la historia de la Antigua Roma, junto a algunos bustos de emperadores romanos y blasones familiares. En la sala mejicana, por su parte, los protagonistas son los retratos de caudillos indígenas aztecas, además de imágenes de ciudades americanas y algunos otros blasones familiares.

Y esa expresión de la mezcla de culturas se convierte en una de las señas de identidad de este palacio. Un mestizaje que va mucho más allá de su denominación, que alcanza a su concepción misma y que se refleja con maestría en esas dos salas.

Pero no son los únicos espacios de interés del palacio de Toledo-Moctezuma. De la construcción más antigua, además de esa fachada de piedra, se conservan el aljibe y un sótano con una columna central gótica. Y, en el corazón mismo del cuerpo central, un esbelto patio herreriano al que se asoman las dos plantas nobles del palacio.

Qué ver en Cáceres

Ciudad de Cáceres
Ciudad de Cáceres. | Shutterstock

Visitar el palacio de Toledo-Moctezuma es solo una de las paradas de cualquier recorrido por una ciudad que conserva un casco histórico que invita a hacer un viaje en el tiempo. No hace falta caminar mucho para llegar a la plaza Mayor, el lugar más animado de Cáceres. Destaca en ella el arco de la Estrella, puerta principal de acceso al recinto amurallado y a una ciudad monumental en la que se han rodado series como Juego de Tronos.

A partir de ahí, la lista de lugares que no hay que perderse es larga. Si hablamos de palacios, en la ciudad hay más de una veintena. Entre ellos destacan el de los Golfines de Abajo, el de Godoy, el del Duque de Abrantes, el de Pedro Carvajal o el Palacio Episcopal. Y, junto a ellos, esas torres que destacan en el skyline de la ciudad medieval y renacentista, como son la torre de Bujaco o la de los Espaderas.

También te puede interesar  Rutas increíbles entre cascadas y barrancos por el Monasterio de Piedra

Más allá de estos ejemplos de arquitectura civil, Cáceres tiene otros de arquitectura religiosa que también merecen una mención especial. Por un lado, la concatedral de Santa María, un edificio que se levantó en el siglo XIII en estilo románico, aunque ya con elementos del gótico. Un consejo: subir a su torre, desde ella las vistas de la ciudad son espectaculares. El otro gran edificio religioso es la iglesia de San Francisco Javier, de estilo barroco e inconfundible por sus dos torres blancas.

Y aún queda mucho por hacer en Cáceres: pasear por la judería, recorrer un pequeño tramo de la muralla que es transitable, jugar a encontrar sus plazas más escondidas o sentarse tranquilamente a disfrutar de unas típicas migas cacereñas o de los exquisitos quesos extremeños. Aquí lo contamos todo.