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Lleida tiene una larga historia y un patrimonio monumental magnífico, encabezado por sus dos catedrales. Pero tiene algo más que la distingue de otras capitales de provincia: una posición estratégica notable. Lo fue en tiempo de guerras y conquistas y lo es ahora, cuando lo que se busca es disfrutar del ocio, del arte y de la naturaleza. Hay mucho que ver en Lleida, pero también de lo que disfrutar, desde planes para viajeros calmados a otros perfectos para los más aventureros. Estas son algunas de las escapadas cerca de Lleida que no puedes perderte.
Planes desde Lleida imprescindibles
Mequinenza y su mar de interior
El Mar de Aragón, el embalse de Mequinenza, ofrece una amplia oferta de actividades para todos los gustos. Por eso, y también porque está a menos de una hora de camino, es una de las escapadas desde Lleida más completas. Para los aficionados a la pesca este es un pequeño paraíso porque en sus aguas viven siluros, unos peces de tamaño descomunal. Pero en el embalse se puede hacer mucho más: existen zonas habilitadas para el baño, cuenta con uno de los mejores campos de regatas de España y en sus alrededores hay infinidad de rutas de senderismo.
Y eso no es todo. La localidad que da nombre al embalse también ofrece otros atractivos bien diferentes para disfrutar en familia. Uno de ellos es la visita al castillo, un bello ejemplo de arquitectura gótica que ofrece unas vistas fabulosas. Otro es el Museo de la Mina, un recorrido por las entrañas de la tierra que lleva a la época en la que la extracción de carbón era una de las fuentes de riqueza de la zona.
Penelles, uno de los pueblos más fotogénicos de Lleida
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El principal atractivo de Penelles no son sus paisajes ni tampoco sus monumentos. Su gran tesoro son los murales que decoran sus fachadas. Este pequeño pueblo a solo cuarenta kilómetros de Lleida atesora una de las más espectaculares muestras de arte urbano de España. Esa fue su forma de salir del olvido y, a la vez, de encontrar una nueva fuente de riqueza.
Todo ello lo ha conseguido con creces. De hecho, se ha convertido en uno de los pueblos más visitados de la provincia. Penelles es un auténtico museo al aire libre lleno de colorido y creatividad. Más de 150 murales adornan esta pequeña localidad y su número sigue creciendo, puesto que cada año se celebra aquí GARGAR, un cada vez más reconocido festival de arte urbano y murales.
Aitona y su floración
Es un espectáculo tan vibrante y colorido como efímero. Los melocotoneros que cubren los campos de Aitona salen de su letargo invernal y lo hacen con una explosión de color. Desde finales de febrero a mediados de marzo, el rosa de las flores cubre el paisaje hasta el infinito e invita a sumergirse en un escenario casi de fantasía.
Como no podía ser de otro modo, semejante acontecimiento tiene su propia fiesta, que se vive con auténtica pasión y que incluye rutas en bici, vuelos en globo y hasta apadrinamientos de árboles. Si la estancia en Lleida coincide con la floración en Aitona, merece la pena hacer una pequeña escapada para disfrutar de ella. Son veinte kilómetros que se recorren en menos de media hora y una experiencia que quedará grabada para siempre en la memoria.
La Ruta de los Castillos de Sió, un viaje en el tiempo
Durante los siglos IX y X, Lleida fue territorio fronterizo entre reinos cristianos y árabes. De aquella época queda un rosario de castillos fabulosos que nos permiten realizar un apasionante viaje en el tiempo. Muchos de ellos se alzan en la comarca de la Segarra, siguiendo el trazado del río Sió. Las distancias son cortas desde la ciudad de Lleida y también entre ellos, lo que permite organizar una pequeña ruta para visitar varios en una sola jornada.
La lista de castillos es amplia, pero los de Montfalcó Murallat y Guimerá no pueden faltar en esa escapada. Se alzan en dos de los pueblos más bonitos de Lleida, con unos entramados urbanos de aires medievales que invitan a olvidarse del tiempo y a pasear con calma. Si hay tiempo, siempre se pueden incluir en la ruta castillos como los de Montsonís, Cervera, Gáver o Concavella, todos a menos de una hora de la ciudad.
Aventuras en la Sierra de Montsec
Los grandes espacios naturales de la provincia de Lleida, como el Parque Nacional de Aigüestortes y Estany de Sant Maurici o los Pirineos, quedan a más de dos horas de la capital. Pero eso no significa que no haya alternativas para aquellos que disfrutan de la montaña y de los deportes al aire libre. La Sierra del Montsec presenta algunas ventajas: está algo más cerca y también menos concurrida. Además, la variedad de actividades que ofrece es tan amplia como atractiva.
Para quienes prefieren experiencias tranquilas, nada como recorrer alguna de las rutas que atraviesan la sierra y llevan a lugares sorprendentes, como el mirador de la Ermita de la Pertusa o la Muralla de Finestres. Aquellas personas que busquen emociones fuertes y liberar adrenalina tienen la posibilidad de lanzarse en parapente y disfrutar de la belleza del paisaje a vista de pájaro. Pero sin necesidad de volar, también es posible sentir experiencias de auténtico vértigo, como atravesar el estrecho Congost de Mont-Rebei o desafiar al abismo en las pasarelas de Montfalcó.
Las tres paradas de la Ruta del Císter
Cataluña alberga algunas de las mejores muestras de arquitectura cisterciense de toda Europa. Y en una excursión desde Lleida es posible admirar su tres grandes tesoros y sumergirse en ese aire de recogimiento y oración que todavía se respira en ellos. Hacer las tres paradas de la Ruta del Císter en una sola jornada puede resultar demasiado intenso, pero por sí solos, la visita a cualquiera de ellos hará las delicias de todo amante del arte y la arquitectura.
El más cercano es el Monasterio de Vallbona de les Monges, fundado en el siglo XII y en el que hay que fijarse en la belleza de sus cimborrios y en su claustro. Ya en la provincia de Tarragona se encuentran el majestuoso Monasterio de Poblet, que alberga el panteón de los reyes de Aragón y que es Patrimonio de la Humanidad, y el de Santes Creus, con un claustro espectacular.
Un día de playa a orillas del Mediterráneo
Lleida es la única provincia catalana que no mira al mar. Pero ello no quiere decir que no sea posible disfrutar de un día playero porque la costa de Tarragona y la de Barcelona están a hora y media de la capital provincial. Así, las escapadas cerca de Lleida pueden incluir un baño en la cinematográfica y siempre animada Sitges o un día de playa y diversión sin límites en Salou si lo que se buscan son alternativas para pasar un buen día en familia.
Una escapada invernal a los Pirineos
Son dos horas de camino desde la ciudad de Lleida, pero si las ganas de esquiar son irrefrenables, hay varias estaciones de esquí entre las que elegir. Baqueira Beret es una posibilidad, pero algo más cerca se encuentran las estaciones de Port del Comte o Boí Taüll. Esta última da la excusa perfecta para descubrir la belleza de la iglesias románicas del Valle de Boí, declaradas Patrimonio de la Humanidad por su valor arquitectónico y cultural.
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